El mercenario realizó tres viajes a Colombia para reunirse con miembros de organizaciones bananeras y ganaderas. Narró como escapó del país a través de la frontera con Brasil.
Yair Klein entrenó grupos paramilitares en el Magdalena Medio a finales de los 80. Foto: Semana.
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Durante las intervenciones de Yair Klein ante los magistrados de Justicia y Paz, el mercenario israelí reveló detalles de susviajes a Colombia, las personas con las que se reunió para planear los entrenamientos a los grupos paramilitares y los acercamientos que tuvo con las autoridades colombianas.
De acuerdo a la versión de Klein, fueron tres los viajes que realizó al país para coordinar los entrenamientos en los que se reunió con miembros de una organización bananera de Urabá y con jefes paramilitares del Magdalena Medio.
Klein aclaró que entró al país legalmente pero que al enterarse que sobre él pesaba una orden de captura, huyó a través de la frontera con Brasil.
En la última intervención de Klein en la audiencia que se adelanta en contra del ex jefe paramilitar Ramón Isaza y otros ex ‘paras’ del Magdalena Medio, el mercenario aclaró que no tuvo nada que ver con el magnicidio de Luis Carlos Galán y con el atentado al avión de Avianca, con el que el Cartel de Medellín intentó asesinar a César Gaviria. Según Klein, sus viajes a Colombia se limitaron exclusivamente a coordinar los tres entrenamientos que realizó en Puerto Boyacá.
“Yo no soy asesino, soy combatiente. Yo entrené a gente para que se defendiera de la guerrilla no para que atacara a la población civil”, aseguró Klein, quien se refirió acerca de los señalamientos según los cualesel arma con la que fue asesinado Galán había sido traída por él de Israel.
El mercenario negó además haber traído armas de Israel para los entrenamientos tal como lo había afirmado Luis Eduardo Cifuentes, alias ‘El Aguila’, un ex guerrillero que se convirtió en jefe paramilitar del Bloque Cundinamarca y que recibió el curso impartido por Klein.
Sobre las versiones que ha rendido Klein sobre la presunta colaboración de militares y políticos, en las que salpicó al ex presidente Álvaro Uribe, VerdadAbierta.com conoció que al final de la legalización de cargos en contra de Ramón Isaza, alias ‘El Viejo’, y otros cuatro desmovilizados de las autodefensas del Magdalena Medio, serán los magistrados de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Bogotá, los encargados de determinar si otorgan o no credibilidad al testimonio de Klein para compulsar copias del proceso a las autoridades correspondientes.
Según el magistrado Eduardo Castellanos, más allá de los efectos judiciales esta iniciativa de la Sala de Justicia y Paz de realizar audiencias temáticas pretende aportar a la reconstrucción de la verdad, en este caso, sobre las escuelas y los entrenamientos de las autodefensas en el país.
Los tres viajes de Klein
Según el mercenario, las tres veces que vino al país entre 1987 y 1988, lo hizo a través de una empresa contratista del Ministerio de Defensa Israelí, llamada Hal Cal, aunque dijo no tener copia de ningún documento que pruebe la relación laboral con esta compañía. “Yo no firmé nada con nadie en Colombia, fue la empresa Hal Cal la que me trajo”, agregó Klein.
De acuerdo con la versión del mercenario, al principio la idea era realizar los entrenamientos en la región de Urabá, por eso el primer viaje se realizó a esta zona en donde fue recibido por Luis Meneses, alias ‘Ariel Otero’. “Los contactos para los dos primeros viajes los hice a través de Yitzhat Shoshani, representante en Colombia de Hal Cal”, narró Klein.
“Nos recibió Luis y nos encontramos en el Club Militar con un General que nos comentó los problemas de la zona en que debíamos entrenar, la dificultad del ejército de moverse en la noche. Después nos encontramos con el presidente de una organización de cultivadores de banano, quien también nos explicó que sus fincas podían caer en mano de la guerrilla”, aseguró Klein.
Sin embargo, según el mercenario, antes de regresar a Israel y mientras hacia su informe diagnostico del Urabá, la zona en donde se iban a hacer los entrenamientos cayó en manos de la guerrilla y por eso se iniciaron las gestiones con la Asociación Campesina de Ganaderos y Agricultores del Magdalena Medio, Acdegam, una organización creada por los jefes paramilitares de la zona, Henry y Gonzalo Pérez, para administrar los recursos que recibían del Cartel de Medellín.
“Para el segundo viaje Shoshani me dijo teníamos una reunión en Bogotá con el presidente de Acdegam, un oficial del DAS, el presidente del Banco Ganadero y el jefe paramilitar Luis Meneses alias ‘Ariel Otero’, señaló Klein.
De acuerdo con el ex militar israelí, los asistentes a la reunión les explicaron los problemas del Magdalena Medio y les pidieron empezar lo antes posible con el entrenamiento. “A la mañana siguiente viajé a Puerto Boyacá. Nos reunimos en la oficina de la Alcaldía con Henry Pérez y su padre que eran líderes de Acdegam, un encargado del Ministerio de Agricultura, el comandante de la Policía de la zona, un alto mando militar y por supuesto el alcalde. Salimos a hacer el recorrido en el terreno e hice las observaciones sobre el lugar”, aseguró Klein.
Según Klein luego de regresar a Israel se reunió con su equipo de instructores. “Les comenté lo que había visto y el peligro de la situación. Les pregunté si querían viajar y la respuesta fue positiva”, agregó.
Tres semanas después y luego de que ‘Ariel Otero’ aprobó el plan de entrenamiento, Klein asegura que salió para Colombia con su equipo. “No queríamos perder tiempo, seleccionamos a 30 personas de los 60 que tenían escogidos Acdegam y los comenzamos a entrenar durante 3 semanas. Al final hicimos un ejercicio final”, aseguró Klein, quien agregó que recibió el pago por sus servicios una semana después en Bogotá.
En uno de sus viajes, Klein aseguró que había visitado las instalaciones del extinto Departamento Administrativo de Seguridad, DAS, para ofrecer sus servicios de entrenamiento. Sin embargo dijo que por permisos de su gobierno y cuestiones logísticas no se pudo concretarse su participación.
Según Klein, se enteró que tenía una orden de captura de las autoridades colombianas cuando se encontraba en Bogotá en su tercer viaje. “Me contó Arik Afek un amigo empresario floricultor. Yo viajé a Leticia en avión y de ahí pasé a Manaos en Brasil. Salí con los sellos de inmigración colombianos, sin ningún problema”, dijo el ex militar.