Desde mucho antes de volverse paramilitar, Dilio Romero Contreras, estaba peleando con la guerrilla: como miembro de la banda de ‘Los Méndez’ en El Carmen, de Bolívar, y luego como guía del ejército. Ya en las Auc, fue testigo de cómo se planeó la masacre de El Salado..
En la cancha de futbol de El Salado, los paramilitares reunieron a la población y al azar eligieron a sus víctimas. Foto Semana. Alias ‘el Cocodrilo’ contó su versión de cómo prepararon la incursión en El Salado. Foto VerdadAbierta.com |
Dilio Romero Contreras perteneció a la banda de ‘Los Méndez’ en El Carmen, fue guía del Ejército, militó en las Auc y estuvo en la base ‘El Avión’ en San Ángel, donde presenció cómo, Salvatore ‘el Mono’ Mancuso y Rodrigo Tovar Pupo alias ‘Jorge 40’, los dos jefes del Bloque Norte de las Autodefensas Unidas de Colombia, planearon la incursión de cientos de paramilitares que cometieron la masacre de El Salado, entre el 16 y el 20 de febrero de 2000.
En esa incursión, los paramilitares asesinaron a 60 personas usando machetes, cuchillos y revólveres, además violaron a varias mujeres, y provocaron el mayor desplazamiento de población en la región de los Montes de María, entre Sucre y Bolívar.
En una versión libre de justicia y paz, el ex paramilitar conocido con el alias de ‘el Cocodrilo’ y ‘el Mono Dilio’, recordó que contra el corregimiento de El Salado en El Carmen de Bolívar se registraron dos incursiones paramilitares que terminaron en masacres de sus habitantes. La primera y de la cual se sabe poco, ocurrió en el año 1997.
Varios familiares de Romero eran agricultores y campesinos en la zona, y según su versión, varios de ellos se armaron para hacerle frente a la guerrilla.
En esa época, dijo ‘el Cocodrilo’, ya existían grupos paramilitares amparados por una ‘Convivir’ que vestían de camuflados, que patrullaban por el correguimiento de Córdoba en el municipio de San Andrés, Bolívar. En esa ocasión los vio entrar a la finca Yegua y de ahí salieron para El Salado cuando ocurrió la primera masacre.
Aunque dijo desconocer los nombres de los paramilitares que participaron en esa primera incursión, supo que asesinaron a cinco personas, entre las que se encontraba la maestra del pueblo.
‘El Cocodrilo’ aseguró que antes de esos primeros crímenes de las Auc, en la región delinquía un grupo comandado por la familia Méndez, quienes estuvieron en guerra con las Farc durante varios años. Los Méndez no tenían, de acuerdo con Romero Contreras, un grupo armado; porque estaba compuesto por las propias familias de ganaderos y agricultores, y cada clan tenía sus armas, pero no portaban fusiles ni armas largas, ni vestían de camuflado.
Como represalia a la conformación de estas autodefensas campesinas, la guerrilla atentar contra los Méndez, y los Romero Contreras porque, además, miembros de ambas familias habían contraído matrimonio entre sí. La guerra entre los Méndez y la guerrilla, dice alias ‘Cocodrilo’, fue porque los de la Farc le pidieron plata al líder del clan llamado José, para financiar a los frentes 35 y 37, quien se rehusó y armó su propio ejército. Fue entonces cuando apareció en la zona el comandante guerrillero Martín Caballero, quien comenzó a atacar las propiedades y a las familias.
La respuesta de los Méndez, antes de salir huyendo, fue la de decirle a sus familiares y allegados que se armaran. “Cuando comenzó esa guerra, dice Romero Contreras, cada uno portaba su arma, porque si uno se los tropezaba por esos caminos, la orden que ellos tenían era la de matarnos y, armados, por lo menos uno se podía defender”.
En su versión ante la Fiscal 9ª Zeneida López Cuadrado, alias ‘Cocodrilo’ contó que los frentes 35 y 37 de las Farc, comandados por Martín Caballero incursionaron en un correguimiento llamado Sincelejito, cerca a Carmen de Bolívar, en el centro de los Montes de María, y asesinaron a algunos de sus familiares, les quemaron la finca y se llevaron el ganado. Los guerrilleros también atacaron el municipio de Córdoba, secuestraron al alcalde y echaron a la policía.
Después de varios años de enfrentamientos, los Méndez vendieron su finca al Incora y el instituto la parceló a favor de un grupo de personas entre los que estaban familiares o aliados de los Méndez. En la misma época, 1997, algunos miembros de la familia Méndez fueron detenidos. En ese momento, dijo el ‘Cocodrilo’, “quedamos desprotegidos”. En total tenían un grupo armado de 25 hombres.
Después de la venta de la finca y de la captura de varios miembros de la familia Méndez, la guerrilla incursionó en el pueblo en 1998 y bombardearon las casas. “Murió gente que trabajaba con uno, mataron a finqueros tradicionales. Fue cuando decidimos salir del pueblo y sacar a las familias porque mataron a Luis Romero Arias, un hermano de mi papá, a José David Romero (sobrino) y a Rafael Terán Romero, un primo”, agregó.
Los Romero comenzaron su éxodo, algunos de ellos se fueron a Santa Marta, y él a Plato. Allí, Martín Caballero lo persiguió y atentó contra su vida al colocarle una bomba, en la que murió su compañera y un hermano de 13 años, en el atentado su mamá perdió un ojo y su padre sufrió cortaduras. Se llevó a su familia para Santa Marta donde estaba su primo Luis Fernando Terán Romero.
En Plato había tenido un primer contacto con alias ‘El grillo’, comandante urbano que prometió ayudarlo a recuperar la parcela y el ganado que les había quitado la guerrilla. El Grillo lo llevó donde ‘Jorge 40’ en San Ángel, a finales del año 1999, unas semanas antes de la masacre de El Salado. Según alias ‘Cocodrilo’, 40 le dijo que estaban preparando una operación grande en los Montes de María, que necesitaba guías que conocieran la región, para recuperar ese territorio y dejar allí un grupo armado.
En Santa Marta, recibió una nueva llamada de Martín Caballero, para que se entregara pero volvió a mudarse con su familia para El Retén, en el centro de Magdalena, entre Aracataca y Fundación, donde ocupó unas parcelas que asegura estaban desocupadas.
“Por eso fue que entré a las autodefensas, porque vivíamos en guerra con las Farc”, dijo ‘el Cocodrilo’.
De esa manera Romero Contreras ingresó al Bloque Norte con el que patrulló durante varios años en el frente Sabanas y se desmovilizó en 2006 en Quebrada de Sol, Sierra Nevada de Santa Marta, con el Bloque Resistencia Tayrona.
Su versión de la masacre
En enero de2000, ‘Jorge 40’ le dijo a sus hombres que estaba preparando una incursión, por lo que le pidió a ‘el Cocodrilo’ que reuniera a las familias que habían sido desplazadas por la guerrilla para que los apoyaran. “Nos recogieron en Plato a mí, a mi hermano Jimy Romero y a Luis Fernando Terán Romero, un primo, y nos llevaron a la finca ‘El Avión’, en San Ángel”, dijo el exparamilitar en la versión libre.
Allí ‘el grillo’ le preguntó por qué se habían dejado intimidar de la guerrilla tan fácilmente, a lo cual contestó que no tenían armamento suficiente, y, con varios miembros de la familia Méndez presos, era muy difícil combatir a una guerrilla con mayor número de combatientes.
Para la toma del pueblo, dijo Romero, eran alrededor de 300 paramilitares.
“Inicialmente -dijo- yo no quería ir a la reunión con ‘Jorge 40’, estaba nervioso. Cuando llegaron estaban entrenando a las tropas bajo órdenes de alias ‘Amaury’. Hacíamos croquis de los Montes de María y en la preparación del operativo estaban Mancuso, Jorge 40 y ‘Cincosiete’. Los croquis eran para organizar la entrada de las tropas: El grupo que comandó alias ‘Amauri, entró por El Carmen de Bolívar; alias ‘Cincosiete’ entró por Zambrano; mientras que por Tacamocho y San Andrés entró alias ‘09’”, recordó.
En ‘El Avión’ estuvieron 20 días concentrados y entrenándose.
Para confirmar los mapas de la zona donde estaban planeando el operativo, hicieron dos sobrevuelos en helicóptero para poder tener claros los puntos donde estaban los supuestos campamentos guerrilleros. Uno estaba en la finca Yegua y otro en la finca Jacinto.
Cinco días antes de la operación reunieron a los hombres que fueron asignados a distintos comandantes: ‘Cincosiete’ llevaba 150 hombres y tenía la misión de entrar por Zambrano para llegar hasta el correguimiento de Yegua, en donde creían que Martín Caballero tenía un campamento en el caserío La Sierra; mientras que a ‘Amauri’ le ordenaron que entrara por El Carmen de Bolívar, con 80 hombres.
Entre tanto John Esquivel Cuadrado alias ‘el Tigre’, quien pertenecía al Bloque Norte, y ‘el Gallo’ entraron por Canutal con un grupo de paramilitares a cargo de Sergio Manuel Córdoba Ávila alias ‘120’, quien tenía a su cargo alrededor de 70 hombres.
A este comando de paramilitares se les unió otro grupo de Rodrigo Mercado Pelufo conocido con el alias de ‘Cadena’, y que fue comandado por el jefe militar del Frente Héroes de los Montes de María, Úber Banquez alias Juancho Dique, que fueron enviados desde la base paramilitar que se encontraba en el corregimiento de Rincón de Mar en San Onofre, Sucre, y que se desplazaron en cuatro camiones y eran unos 60 hombres.
Mientras que ’09’, a quien no identificó, le ordenaron que ingresara por San Andrés para llegar a la finca Jacinto. El objetivo de este grupo, en el cual iba alias ‘Cocodrilo’, era llevarse un ganado que ellos aseguran fue robado por la guerrilla, sin embargo también se llevaron reses de la población de la zona.
Según ‘el Cocodrilo’ lo que se robaron fue embarcado y despachado a la finca El Hacha y de ahí pasó a San Ángel, donde se lo entregaron a ‘Jorge 40’.
Pero al parecer la historia del ganado, fue una estratagema para distraer al ejército, dijo ‘Cocodrilo’, pues le pidieron al gobernador Eric Morris que insistiera ante los organismos de seguridad en un consejo de emergencia que se hizo en medio del operativo, que había que rescatar 500 reses que la guerrilla se había robado.
‘El Cocodrilo’ aseguró que en todo el despliegue paramilitar el único que verdaderamente se enfrentó a la guerrilla fue el ex militar Francisco Robles, conocido con el alias de ‘Amauri’.
Pero todo esto respondió a una estrategia, ya que el objetivo de los paramilitares era que ‘Amauri’ se quedara en El Salado con un grupo móvil que patrullara La Sierra de Guaimaral, San Andrés, Córdoba, Zambrano y Tacamocho. Pero ‘Amary’ fue rodeado por un grupo del ejército en momentos en los que estaba transportando los ganados robados. En el enfrentamiento cayeron cinco paramilitares y él apareció cinco días después en la base de ‘Jorge 40’.
La fiscal Zeneida López Cuadrado le preguntó a ‘el Cocodrilo’ cómo pudieron tantos paramilitares atravesar dos departamentos, un puente sobre el río Magdalena, armados ilegalmente y nadie los detuviera.
A lo que el paramilitar le respondió que :”Viajando de noche, íbamos 400 hombres embutidos en unos camiones con las carpas abajo, no veíamos nada. El primer grupo en salir fue el de ‘El Tigre’, le siguió ‘Amauri’ y después ‘Cincosiete’, allá recogimos a la gente de ‘120’ y de ‘Cadena’”.
No fue el único caso, pues en una de sus versiones alias Juancho Dique afirmó que después de salir de San Onofre se encontraron con un retén militar que intentó requisar el camión, pero cuando vieron que eran más los hombres de las Auc, los dejaron pasar.
Otro de los objetivos de la incursión, según Romero, era retener vivo a Martín Caballero, pero como no lo encontraron, capturaron y asesinaron a una mujer que ellos aseguran era su novia, de quien dijeron conocían que vivía en El Salado. Al parecer una menor de 16 años.
Sin embargo, este paramilitar reconoció que algunos detalles sobre esta masacre los supo de oídas, porque él se quedó con el grupo de ‘09’ en el sector conocido como Los Cerros, frente al cementerio de El Carmen de Bolívar. Por eso dijo desconocer si el grupo de alias ‘El Gallo’ y ‘Juancho Dique’, que sí entraron a El Salado, celebraron con gaitas y acordeones o si violaron a las mujeres, como se ha podido comprobar con la reconstrucción de los hechos que han hecho sobrevivientes y varios paramilitares (Ver multimedia: Masacre de El Salado, esa guerra no era nuestra). Lo que sí confirmó fue que llegaron un martes y la retirada comenzó dos o tres días después.
La Infantería de Marina, dijo, llegó al amanecer del jueves a la zona y el grupo que estaba en El Salado comenzó la retirada a las dos de la tarde, los últimos en salir lo hicieron a las 3.30 p.m.
Al final de la masacre no cumplieron con el objetivo de dejar a alias ‘Amauri’ con hombres armados por el ingreso del ejército y caminaron durante dos días de noche, al cabo de los cuales llegaron a Monterrey, donde durmieron. Al día siguiente se replegaron y de noche los recogieron en dos tractomulas que los llevaron hasta el cuartel de ‘Jorge 40’ en San Ángel, de donde cada grupo se replegó a sus zonas.
En la masacre de El Salado, Romero Contreras dijo que su hermano Jimmy fue asesinado cerca de la finca El Hacha’ en donde se enfrentaron con soldados de la Infantería de Marina. Cuando llegó a San Ángel se devolvió a Plato a verificar la muerte de su hermano, pero ya lo habían sepultado en El Carmen de Bolívar.
Después de El Salado, alias ‘Cocodrilo’ fue enviado como patrullero urbano en San Pedro, Sucre; de allí pasó a Magangué donde permaneció un tiempo bajo el mando de ‘Amauri’, hasta el día que masacraron a seis agentes de DAS con quienes tenían un pacto para robar gasolina al oleoducto de Ecopetrol, y el grupo fue desmantelado.