La Ley de Víctimas y Restitución de Tierras impulsada desde el gobierno Santos y aprobada por el Congreso en junio de 2011 ordena la creación de un andamiaje institucional, tanto administrativo como judicial, para devolver la tierra a las víctimas del despojo.
La Unidad de Restitución de Tierras, una dependencia del Ministerio de Agricultura, creada por la Ley, es la encargada de recibir y documentar las solicitudes de las víctimas, para luego presentar las demandas ante jueces y magistrados especializados. Durante el proceso judicial, se revierte la carga de la prueba. Es decir, que no son los campesinos quienes tienen que probar que la tierra era de ellos o que ellos la trabajaban, sino son los actuales poseedores o propietarios de los predios los que tienen que demostrar ante la justicia especializada que los adquirieron de buena fe.
La oficina de la Unidad de Restitución para los Llanos Orientales se encuentra en Villavicencio, al igual que los juzgados especializados. En total son dos jueces y tres magistrados los que conforman la estructura judicial para la restitución en esa zona del país.
En el caso de que estos jueces y magistrados determinen que los actuales poseedores de los predios no pudieron probar que adquirieron los predios de buena fe, y que pueden ser cómplices o testaferros de los despojadores, deben dejar la posesión de las tierras y no pueden exigir ningún tipo de compensación por inversiones o mejoras en los predios. También serán investigados por la justicia por la complicidad en el despojo.
Si por el contrario, la justicia encuentra que los propietarios actuales compraron de buena fe, el magistrado encargado “velará por la protección de los derechos de las partes, para que obtengan una retribución económica adecuada”, según explica la ley de víctimas.
La ley contempla la posibilidad de que las empresas o particulares que tienen proyectos productivos en predios despojados y que demuestren buena fe en la compra de las fincas, permanezcan en el lugar pagando una especie de arriendo a las víctimas, siempre y cuando éstas estén de acuerdo.
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