Las expresiones creativas en torno a la idea de un mejor país y lo que se espera en el posconflicto cobran especial importancia e invitan a una reflexión sobre el futuro. Así lo entendió la Fundación Mi Sangre, que impulsó el concurso Que la paz te toque, premiado ayer en Medellín.
Las voces de las víctimas, el perdón, la sanación espiritual necesaria tras los daños ocasionados por la guerra y los conflictos en Colombia y, en últimas, la idea de paz, fue lo que motivó a jóvenes de todo el país para que enviaran sus crónicas, videos y piezas musicales al concurso Que la paz te toque, promovido por la Fundación Mi Sangre (FMS) y cuya premiación se realizó anoche en Medellín, como colofón del Día Internacional de la Paz.
La selección de los trabajos fue realizada por el cantante Juanes, fundador de la FMS, el director de cine Víctor Gaviria y el cronista Alberto Salcedo Ramos. Fueron nueve los ganadores en las tres categorías -música, video y crónica escrita- y quienes ocuparon el primer lugar en cada una de ellas profesionalizaron sus propuestas de la mano de tres reconocidos personajes del sector cultural del país: Ciro Guerra, director de la premiada película El Abrazo de la Serpiente; Juancho Valencia, músico de Medellín; y Andrés Delgado, periodista antioqueño.
El papel del arte como mecanismo de resistencia de las comunidades fue uno de los aspectos relevantes en la jornada de premiación de este concurso que se llevó a cabo en el Teatro Pablo Tobón Uribe, en Medellín, y en el que participaron más de 400 jóvenes de todo el país con diversas propuestas creativas. (Consultar productos realizados en Elartetehaceparte.misangre.org)
Entre los organizadores hubo consenso en destacar que encontrar una forma original de abordar uno de los temas más populares en Colombia, fue un reto tanto para los participantes, como para los jurados y los profesionales que acompañaron a los ganadores en la etapa final.
La paz, más allá del ‘cliché’
“Encontrar unas palabras que ya no se hayan repetido durante 60 años, o más, es bien difícil”, sostuvo el músico Juancho Vargas, recientemente reconocido como el mejor músico del país por la revista Shok. Vargas acompañó a Santiago Agudelo (Santi Clap) en el proceso final de la canción ‘Perdonar es tener paz’, pieza musical que, a su juicio, logró un mensaje más allá de la idea ‘cliché’ de la paz y habla del perdón desde la perspectiva individual y de país de una forma simple y potente.
“La música empieza cuando se acaban las palabras”, dijo y aseguró que los medios de comunicación, la empresa privada y el gobierno tienen el deber de apoyar iniciativas artísticas para que el público consuma porque no se le ha dado la oportunidad de escuchar y de tener toda la información.
“Perdonar es tener paz”, ganadora en la categoría de música, es una canción de Santi Clap y, según él fue creada sin intereses politiqueros, solo con intención de ahondar en el perdón y en la paz. Este artista dijo que puede irse más allá del Sí o No al plebiscito: “Realmente la paz no es el plebiscito, no es la firma de los acuerdos en La Habana, la paz está en nosotros y sólo puede ser una realidad colectiva si todos y cada uno logramos paz primero en nuestro interior, en nuestra familia y en nuestro núcleo más cercano. Pienso que terminar un conflicto armado sin violencia es un paso muy grande hacia esa conciencia colectiva que podemos llamar Paz. Es un paso, simplemente”.
Por su parte, Jhonny Rentería Martínez, un joven venido del Urabá antioqueño, quien ocupó el tercer lugar en la categoría de música, resaltó que el país “está en un momento trascendental y nuestra historia está a punto de tener un antes y un después, y qué mejor que la música, que el teatro y que la danza que funcionan como un dispositivo cultural transformador para sensibilizar a la gente”.
Pese a que Urabá ha sido epicentro de masacres de campesinos y obreros bananeros por parte de las guerrillas del Epl y Farc, así como de grupos paramilitares, Rentería aseguró que allí también hay que darles voz a los victimarios y no olvidar que son seres humanos. “Ya no queremos hablar más de guerra en Urabá; hablamos de oportunidades, de transformación, de educación y de un pensamiento colectivo que nos una”, reiteró el joven urabaense, quien, desde el bullerengue, promueve la paz en esta región, una de las más afectadas por el conflicto armado en Colombia.
En algo en lo que concuerdan algunos jóvenes ganadores de este concurso es que desde los colegios debe promoverse una información y una formación acorde con las exigencias actuales, tanto desde el punto de vista político y social del país como desde la necesidad de formar personas que valoren el arte y puedan apreciarlo.
Para Lina Marcela Restrepo, ganadora en la categoría de video, la falta de información en los colegios ha ocasionado que los jóvenes estén muy poco implicados en los acuerdos alcanzados en La Habana entre el gobierno nacional y la guerrilla de las Farc, por su resistencia a hablar de política y su visión pesimista de la realidad del país.
“Aún falta que la información llegue a los colegios, a las escuelas, para que los niños vayan creciendo con la mentalidad de que somos parte de un todo de Colombia y que somos importantes”, asegura y además explica que su video ‘Desde el interior’ es una reflexión que resalta “la importancia de sanar todo el dolor y empezar a liberarse de las cargas de odio y de ira”, agregó Restrepo.
Para Santi Clap, la educación en Colombia no estimula el arte como estimula las matemáticas o el lenguaje, considera que sin una educación temprana es muy difícil que una nación o un pueblo aprecie el trabajo artístico. “Los artistas hacemos cosas muy simbólicas y muy representativas, pero, dado el momento, se empiezan a apartar porque no encuentran ese eco en la gente que no ha sido bien informada desde el principio por causa de un gobierno que invierte todo en guerra”, declaró el cantante manizalita.
Responsabilidad de los medios
“Anonimato y redención, el temple de dos mujeres” es un relato que habla de dos líderes, en diferentes lugares de Colombia, quienes se sobrepusieron a su condición de víctimas “y lograron empoderarse, tanto ellas, como a la comunidad que las rodea”, explicó su creador Alejandro López Correa, estudiante de periodismo de la Universidad del Rosario y miembro del equipo de Rutas del Conflicto, quien ganó en la categoría crónica.
Este joven destacó la función del periodismo narrativo y del papel del periodista que se sumerge en él: “se puede dar el lujo de ver todo en perspectiva, dejar reposar el texto, volver a las fuentes y no cometer errores que cometen los grandes medios que, por su afán y coyuntura terminan cometiendo errores y negligencias que han marcado algunos puntos centrales en el conflicto armado en Colombia”.
La responsabilidad social de los medios de comunicación, para este joven periodista de 23 años, consiste en seguir poniendo la lupa sobre los puntos neurálgicos del conflicto, en aquellos lugares en donde la incorporación a la vida civil de miles de guerrilleros desmovilizados será un reto para el Estado y las comunidades. “Es una responsabilidad de los medios, no perder el foco en estos temas que ya dejarán de ser coyunturales, pero que sin duda seguirán siendo muy importantes”, concluyó
Para estos jóvenes el arte es una forma de llamar la atención desde la parte sensible del ser humano. Es un lenguaje que permite mostrar lo invisible e invitar a reflexionar y encontrar los aportes que desde cada uno se puede brindar para la construcción de paz en Colombia. “La idea es invitar a toda la gente de Colombia a que no sintamos la guerra como algo ajeno y mucho menos la paz, independientemente de nuestro estrato social”, expresó Rentería, el joven que alegra con sus bullerengues el clima cálido del Urabá antioqueño.
(*) Este artículo hace parte del proyecto Open Society con VerdadAbierta.com