En una ceremonia en Cali, la Fiscalía les devolvió a varias familias los restos de seres queridos que fueron desaparecidos o enterrados de manera ilegal por paramilitares en el sur del país.
Ceremonia de entrega de restos de víctimas de paramilitaresrealizada el 21 de marzo en Cali. Foto: VerdadAbierta.com. – “Marchamos para que nuestra tragedia no se repita en nadie” – La tragedia de la desaparición – El crimen invisible |
El pasado martes 19 de marzo, Rodrigo* llegó a Cali desde Buenaventura con su esposa y una hija, para cumplir una cita que les permitiría acabar con la “enorme zozobra” que los mortificó durante casi once años. Finalmente, luego de sortear años de espera, de angustia y de trámites, les serían entregados los restos de dos, de sus tres hijos, que fueron asesinados por miembros del Bloque Calima.
El 8 de julio de 2002, los tres hermanos, que vendían mercancía en la zona rural del Pacífico vallecaucano, cayeron presa de los señalamientos y de las armas de los paramilitares de Buenaventura. Sus cuerpos fueron arrojados al mar, pero la corriente los arrastró hasta unos esteros, en donde fueron encontrados y un inspector de policía los enterró en un cementerio de Puerto Merizalde.
Esta clase de entierros es considerada por las autoridades como ilegal, porque no se cumplen los debidos procedimientos como el levantamiento del cadáver, la autopsia, el certificado de defunción, entre otros. En una ocasión Rodrigo intentó ir por los cuerpos de sus hijos, pero “los grupos armados en la zona nos impidieron el paso”.
En medio del proceso de Justicia y Paz, Yesid Enrique Pacheco, alias ‘El Cabo’, confesó en versión libre que los tres hermanos fueron asesinados en alta mar porque supuestamente tenían nexos con la subversión. Posteriormente, alias ‘HH’, el extraditado jefe del Bloque Calima, aceptó responsabilidad en este crimen por línea de mando.
En 2011 las autoridades judiciales contactaron a Rodrigo y tomaron muestras de ADN para comprobar si los restos de dos personas encontradas en Puerto Merizalde podrían ser de sus hijos. Luego de que los resultados fueron positivos y de que la Subunidad de Exhumaciones de Justicia y Paz realizara un proceso similar con diferentes familias, las convocó en la capital de Valle del Cauca para entregarles los restos de sus seres queridos.
Con el apoyo de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), que corrió con los gastos de transporte, hospedaje y alimentación, los familiares de las 14 víctimas procedentes de diferentes sitios del sur colombiano, asistieron a la ceremonia en la que les entregaron a sus seres queridos.
Las familias llegaron a Cali el pasado martes, y durante dos días recibieron apoyo psicológico personalizado para que pudieran asimilar el fuerte choque emocional al que se enfrentaron este jueves, cuando les entregaron los restos.
Paradójicamente, Rodrigo ahora siente un dolor “suave” que le alivia, “porque antes no había podido darles cristiana sepultura a mis hijos y ahora los podré visitar cuando quiera”. Rodrigo sigue a la espera de que las autoridades identifiquen y le entreguen los restos de su tercer hijo, pero confía en ellas porque “trabajan muy bien, hacen algo por las víctimas y les estoy muy agradecido”.
Al igual que Rodrigo, trece familias más recibieron los restos de los suyos que fueron asesinados y desaparecidos por paramilitaresde los bloques Calima, Sur del Putumayo y Libertadores del Sur, estos dos últimos, pertenecientes al Bloque Central Bolívar de alias ‘Macaco’. Los crímenes ocurrieron en los departamentos de Valle del Cauca, Cauca, Nariño y Putumayo.
Según los registros oficiales de Justicia y Paz, 86 cuerpos han sido encontrados en Valle del Cauca, 30 en Cauca, 170 en Nariño y 449 en Putumayo. Además, 26 han sido entregados en Valle del Cauca, 18 en Cuaca, 72 en Nariño y 104 en Putumayo.
A raíz de las confesiones de los postulados al proceso de Justicia y Paz, la Subunidad de Exhumaciones continúa con su ardua tarea de encontrar a las personas que fueron desaparecidas en medio del conflicto armado. A mediados del pasado mes de febrero, la Subunidad de Cali, con la participación de algunos postulados del Bloque Calima, encontró los restos de cinco personas que fueron enterradas en fosas en Valle y Cauca.
* Nombre cambiado por petición de la víctima.