El hombre que entrenó a más de 10 mil paramilitares no ha sido postulado por el gobierno nacional a los beneficios de la Ley de Justicia y Paz. Reclama garantías jurídicas para seguir hablando.
Manuel Arturo Salom Rueda, alias ‘JL’, un exmilitar que le dio instrucción a cientos de combatientes que luego se integraron a distintos bloques y frentes de las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc), no continuará colaborando con la justicia hasta tanto no reciba beneficios jurídicos a cambio de su información o, en su defecto, sea postulado a la Ley de Justicia y Paz.
Así se lo hizo saber mediante una carta entregada a la Fiscalía 13 de Justicia y Paz, encargada de documentar la historia y crímenes cometidos por la estructura denominada ‘Casa Castaño’ y quien requirió a Salom Rueda para que diera información sobre el funcionamiento, la ubicación, la logística y las estrategias empleadas en las escuelas de formación que los hermanos Castaño Gil tuvieron en Córdoba, así como en Urabá y el Nordeste antioqueño.
Al momento de ser abordado por los investigadores de este despacho en su sitio de reclusión, la cárcel de Máxima y Mediana Seguridad de Itagüí, Salom Rueda se negó a entregar información tras considerar que no le asiste ninguna obligación de declarar sobre lo que sabe ni mucho menos tiene compromiso alguno con los principios de verdad, justicia y reparación por no estar postulado a los beneficios jurídicos de la Ley 975, conocida como de Justicia y Paz.
En su misiva, alias ‘JL’ señaló que pese a haber colaborado con distintas instancias judiciales, como fiscalías de las unidades de Derechos Humanos y Justicia y Paz, y de entregar información considerada por él como valiosa a magistrados de los tribunales de Justicia y Paz e investigadores de la Corte Suprema de Justicia, ninguna de esas instancias ha intercedido ante el gobierno nacional para que aceptara su postulación, que fue presentada en el año 2010.
“Ninguna fiscalía me ha dado respuesta a mis peticiones y quiero pedirle a todos los que me requieren que no insistan más con las diferentes entrevistas, pues renuncio a todas las propuestas emitidas por ustedes […] deseo callar, no me importa lo que me acarreará más adelante”, manifestó Salom Rueda, quien adujo, además, desconfiar del Ente Investigador: “hoy en día no confío en la Fiscalía pues muchos de mis compañeros, después de que entregaron información, fueron excluidos de Justicia y Paz y están esperando la condena por la justicia ordinaria. Hay investigadores y fiscales que tienen rabo de paja”.
El pasado 5 de octubre, Salom Rueda ajustó cinco años de reclusión en la cárcel de Itagüí, donde purga una condena de 30 años por los delitos de concierto para delinquir agravado, terrorismo, secuestro agravado y homicidio agravado que le impuso un juez por la masacre perpetrada el 14 de enero de 1990 en el corregimiento Pueblo Bello, de Turbo, en el Urabá antioqueño, en la que perdieron la vida 43 personas y los cuerpos de 37 de ellas siguen desaparecidos.
“Yo estaría dispuesto a estar en Justicia y Paz siempre y cuando me valgan los años que llevo en la cárcel de Itagüí” añadió alias ‘JL’, quien pidió, además, ser trasladado a un centro penitenciario en el departamento de Córdoba con el fin de estar cerca de su familia.
“No se trata de presionar por información, simplemente estoy pidiendo que se pongan en mi lugar”, agregó este ex paramilitar, quien, según el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH, comandó el Bloque Héroes de Tolová de las Auc, que operó en el municipio de Valencia, Córdoba.
Salom Rueda fue capturado el 4 de octubre de 2008 en San Pedro de Urabá, Antioquia, y fue presentado por las autoridades como un miembro importante de ‘Los Urabeños’, grupo armado conformado semanas después de la desmovilización colectiva de la última facción del Bloque Elmer Cárdenas de las Auc, en agosto de 2006.
Pero, ¿por qué es de vital importancia para la Fiscalía de Justicia y Paz un hombre como Manuel Arturo Salom Rueda, alias ‘JL’, y qué dejaría de conocerse sin su colaboración?
Camino en armas
En mayo del próximo año, Salom Rueda cumplirá 65 años de edad, la mitad de ellos dedicados a la guerra. Se retiró del Ejército siendo sargento viceprimero, institución a la que sirvió por cerca de 22 años. Sus últimos años como militar los pasó en la década de los ochenta en el Batallón Bárbula, con sede en Puerto Boyacá.
Estando en esa guarnición militar conoció el grupo de autodefensa que lideraba Henry Pérez, al cual terminaría entrenando. En varias declaraciones rendidas ante fiscales de Derechos Humanos, alias ‘JL’ manifestó que recibió adiestramiento militar por parte del mercenario israelí Yair Klein. Y fue precisamente ese amplio conocimiento en armas y tácticas de guerra el que puso a disposición de los hermanos Fidel, Vicente y Carlos Castaño Gil cuando decidieron fundar las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (Accu).
De la mano de otro militar retirado, Carlos Mauricio García, alias ‘Doblecero’, hombre de confianza de Carlos Castaño Gil, el instructor Salom Rueda creó las escuelas de entrenamiento más importantes de las Accu, como La 35, La 15 y La Acuarela, ubicadas en fincas de propiedad de los hermanos Castaño Gil en Córdoba. De allí salieron miles de combatientes que conformarían bloques paramilitares en Antioquia, Chocó, Putumayo, Santander y Caquetá.
Lo conocido hasta ahora por la Fiscalía de Justicia y Paz, que ha sido aportado por desmovilizados que integraron las Accu, es que en dichos centros se impartía adiestramiento militar, se enseñaban técnicas de tortura, se mostraba cómo desmembrar cuerpos. Además, aseguran que en dichas escuelas yacen los restos de decenas de hombres que quisieron desertar del régimen de las Autodefensas. También coinciden en señalar que alias ‘JL’ tenía la responsabilidad de seleccionar los instructores, diseñar los cursos, los manuales, los reglamentos y componentes ideológicos, así como de conseguir armamento.
En noviembre de 2012, en entrevista con el Tribunal de Justicia y Paz de Bogotá, alias ‘JL’ señaló que la iniciativa de expandir las escuelas de formación paramilitar no solo provenía de los hermanos Castaño Gil sino de políticos y ganaderos que les solicitaban presencia de las Autodefensas en las distintas regiones del país. “Esto se dio luego de la muerte de Fidel Castaño, cuando (alias) ‘El Profe’ (Vicente Castaño) y Carlos empezaron a dar la orden de expandirnos a otras partes donde no estábamos”, explicó el ex militar.
En esa misma diligencia, alias ‘JL’ señaló que en una ocasión su compañero de instrucción, alias ‘Doblecero’, le contó que el entonces gobernador de Antioquia, Álvaro Uribe Vélez, había solicitado a través de Carlos Castaño “que se instruyera gente buena para las Convivir”. La versión de ‘JL’ no puede ser confirmada porque ‘Doblecero’ fue asesinado en mayo de 2004 en la ciudad de Santa Marta.
El ex militar agregó que “realizó un curso intensivo para las convivir de 15 a 30 hombres”. De acuerdo con su versión, en esa época, un delegado de la gobernación de Antioquia, canoso, de bigote y de apellido Moreno, revisó junto con ‘Doblecero’ el plan de entrenamiento y la calidad de los hombres que habían seguido el curso. “El delegado de la gobernación quedó contento con lo que vi”, agregó ‘JL’.
Fuentes judiciales consideran que un hombre como Salóm Rueda, con su experiencia y conocimiento, ayudaría a comprender mejor lo que fue el fenómeno del paramilitarismo y cómo logró expandirse desde Córdoba hacia diversas regiones del país como el más mortal virus.
Y ello lo sabe alias ‘JL’, quien en su misiva, donde renuncia a toda colaboración con la justicia, dijo: “Los comandantes Fidel, Carlos y Vicente, que ya están muertos; ‘Mono’ Mancuso; Ramiro Vanoy; (alias) ‘Jorge 40’; (alias) ‘H.H’; estas dos últimas personas estuvieron bajo mi mando en curso de comandantes superiores. El señor (alias) ‘Diego Vecino’; (alias) ‘Don Berna’; (alias) ‘El Alemán’; Pedro Hasbún; todos ellos tienen conocimiento de por qué entrené gente y hacía dónde iban. Todos ellos tienen sus abogados y económicamente están bien, pero yo no tengo un solo abogado y no me han tenido en cuenta por lo que fui”.
Su decisión de no continuar colaborando con la justicia también podría afectar procesos que vienen adelantando otros despachos, como la Fiscalía 46 de Derechos Humanos, que está documentando todo lo relacionado con la masacre de Pueblo Bello.
De acuerdo con el ente investigador, alias ‘JL’ posee información valiosa que ayudaría a esclarecer magnicidios como el del líder de la Unión Patriótica, José Antequera y el periodista Jaime Garzón, así como todo lo relacionado con las cooperativas de vigilancia y seguridad privada conocidas como Convivir.
Según las normas vigentes, el gobierno nacional tiene la potestad de postular o los beneficios de la Ley de Justicia y Paz a todos aquellos que consideré elegibles para obtener los beneficios de esta ley, situación que parece no cumple alias ‘JL’, el entrenador de las Accu.