Posibles infiltrados de El Gaula y la Sipol tendieron una trampa contra la investigadora judicial Judith Álvarez que investigaba a una de las bandas de autodefensas más peligrosas de la Sierra Nevada de Santa Marta: Los Nevados.
Judith Álvarez fue asesinada en noviembre de 2007, investigaba la banda de Los Nevados de los Mellizos Mejía que operaba en la Sierra Nevada. Foto: Archivo Semana |
La analista de inteligencia del CTI de Santa Marta, Judith Álvarez, iniciaba un trabajo de investigación sobre la banda Los Nevados, de los Mellizos Mejía Múnera, cuando por hacer conocer información de su estudio, la acribillaron el 16 de noviembre de 2007. En estos hechos estaban también involucrados desmovilizados del Bloque de Resistencia Tayrona al mando de Hernán Giraldo en la Sierra Nevada y Santa Marta.
Como dice uno de sus compañeros de trabajo, “ella tenía informantes y ya había hecho un par de informes sobre este grupo que presentó en aquella reunión donde fue delatada”. Estaban con ella reunidos funcionarios del DAS, miembros del Ejército Nacional, la Policía, la Seccional de Inteligencia de la Policía (Sipol), la Sijín y el Gaula del Ejército y “ella muy confiada dio a conocer información de inteligencia sobre la banda de Los Nevados: dónde estaban, cómo se estaban financiando, cómo funcionaban y quiénes eran sus integrantes”, señala su compañero.
La información se filtró a un informante doble, vinculado al parecer con miembros de la Sipol y el Gaula del Ejército en Santa Marta. Los delincuentes se reunieron con Paulo Arauca, uno de ‘Los Mellizos’, y le hablaron de la funcionaria que había que asesinar. Los encargados de coordinar el homicidio de Álvarez fueron Jimmy Zapata Salinas, alias ‘Coyote’ y Luis Edgar Medina Flórez alias ‘Chaparro’. La asesinaron a una cuadra del CTI, cuando iba caminando para su oficina. Le pegaron un disparo por la espalda y huyeron en una moto.
Como lo narra uno de sus compañeros, “de los cuatro sicarios, asesinan a uno y otro queda malherido. Uno de ellos confesó y los informantes también confesaron”. Por el homicidio de Álvarez y de otras personas se judicializaron a unas 30 personas. Falta capturar a los que hacen parte de las autoridades. En Santa Marta hubo relevo en el Gaula y traslado de algunos de la Sipol.
Para reconocer a su víctima, el asesino llevaba consigo una foto, tomada el día de aquella reunión de Álvarez con las autoridades. Esa foto fue tomada con una cámara de la Sipol, lo cual se confirma por evidencia negativa, es decir que faltaba esa foto dentro de la secuencia tomada en esa reunión. El caso todavía está en etapa de juicio. Quien le disparó a pidió sentencia anticipada.