“He sufrido la ausencia del Estado”: Juan Manuel Fernández de Castro

      
El ganadero y palmero que tiene un pleito jurídico con veinte familias de la vereda Pitalito, en Chimichagua, Cesar, por 370 hectáreas, asegura que les compró las mejoras a los campesinos y que está dispuesto a que el Estado le compre la tierra. El empresario habló con VerdadAbierta.com.

entrevista-pitalito-300x200En Chimichagua, Cesar, hay tensión entre veinte familias campesinas y el empresario Juan Manuel Fernández de Castro por un predio llamado Pitalito, de 370 hectáreas, que ambos reclaman como suyo, sin que hasta el momento la justicia haya fallado a favor de uno u otro.

Fernández de Castro, administrador de empresas de profesión, asegura que ha hecho un modesto capital con trabajo, que no ha heredado tierra, y que su único interés en comprar las tierras de Pitalito era conseguir mayor seguridad para sus fincas vecinas.

Los campesinos aseguran que llevan más de dos décadas explotando estas tierras y que Fernández de Castro en 2010 les pagó a bajos precios las mejoras de las parcelas y ejerciendo presión. Además, consideran que las tierras les pertenecen porque los dueños originarios de Pitalito, la familia Chacón Quintero, nunca las explotó. Por eso, después de haber vendido sus tierras han intentado volver a entrar a sus fincas.

Por el contrario, el empresario Fernández de Castro asegura que le compró al dueño original de la tierra; que el Estado le dio títulos válidos sobre ésta; y que les compró las mejoras a los campesinos en regla, con la presencia de un perito y con la veeduría de la Personería de Chimichagua, y que nunca los presionó a vender. Asegura que hay unos que no quieren pelear y que, unos pocos, quieren aprovecharse del proceso de restitución de tierras. Cuando los campesinos volvieron a entrar a Pitalito, el empresario consiguió que las autoridades los desalojaran (Lea: Se agrava conflicto por predio en Pitalito, Cesar).

VerdadAbierta.com entrevistó al empresario quien dio su versión de los hechos.

VerdadAbierta (V.A): ¿Dónde tiene la finca?
Juan Manuel Fernández de Castro (J.M.F.C): Es en Chimichagua, Cesar, pero está pegada a la cabecera municipal de Curumaní. Está a 14 kilómetros. Tiene palma y ganadería.

(V.A): ¿Por qué decide comprar esa tierra?
(J.M.F.C): Yo llegué y les compré a unas personas esa finca, pero ahí había un problema y es que pasan dos vías, la ruta del basurero y la de la Calichosa o La Tigresa, que conducen hacia el Catatumbo, y son una ruta del narcotráfico. Ahí frecuentemente hacen capturas de gasolina y de cocaína; es una zona de influencia guerrillera. Yo en aras de hacer lo mejor, vi que unos campesinos habían invadido y les dije que les compraba las mejoras. El promedio de esas compras fue por 14 millones de pesos.

(V.A): ¿Pero usted antes de comprarles a los campesinos había firmado una promesa de compraventa con la familia Chacón Quintero, los que aparecían en los títulos de propiedad?
(J.M.F.C): Sí firmé una promesa de compra venta con los Quintero Chacón condicionada. Es decir, compraba si llegaba a un acuerdo con los campesinos. Tengo mucho qué perder, así que no voy a hacer una cosa donde viera que mi nombre terminara comprometido. Primero firmé esa promesa y luego fui a negociar. Yo compré esa tierra para quitarme un problema de inseguridad, porque esa finca colinda con otras fincas mías y esa subidera y bajadera de motos, el tema del narcotráfico, eso es un problema.

Por eso es que fui a hablar con los campesinos, les pagué a cada uno 14 millones de pesos en promedio. A algunos les doy primero siete millones y como se me acabó la plata, les dije que en quince días les pagaba el resto. Ellos iban a mi casa en Curumaní y los tengo grabados. ¿Cómo ahora dicen que las promesas de compraventa son falsas? Eso no es así. Además busqué a un abogado prestigioso del Cesar, un perito, y les levanté actas de Personería. Los campesinos tienen fincas más arriba y ellos dicen que son víctimas pero el Estado no las ha declarado como tal.

(V.A): ¿Entonces usted negoció con algunos las mejoras?
(J.M.F.C): No, yo negocié con todos ellos. Ellos realmente me están invadiendo la finca y yo estoy actuando en derecho. Tengo copia de los poderes de todas las compraventas de las mejoras (VerdadAbierta vio documentos de compraventa que según dijo Fernández de Castro firmó con 15 campesinos. Ver uno de los poderes aquí).

(V.A): Pero ellos dicen que de las veinte familias, sólo seis aceptaron…
(J.M.F.C): Yo le compré a 15 personas, que son todos. Ellos son personas que viven de los subsidios del gobierno, y ahora aparecen veinte porque construyen mentiras. Yo les compro las mejoras y ellos me entregan la finca.

(V.A): Pero no están firmando todos los campesinos que hoy dicen que tienen allí mejoras…
(J.M.F.C): Todos firmaron. Algunos de los que reclaman nunca tuvieron tierras ahí. Los verdaderos aparecen en un acta que firmaron cuando le solicitaron al Incoder en 2010 que les titulara la tierra, pero el Incoder no les tituló porque los campesinos no entregaron unos documentos.

(V.A): ¿Pero por qué los campesinos van a querer quedarse en esas fincas si supuestamente le vendieron a usted las mejoras?
(J.M.F.C): Para mí hay unas manos metidas en esto. Le voy a poner la grabación en la que la líder, que es la profesora, me extorsiona. Me pide 12 millones de pesos de más y me dice que con ella termino la negociación con todos. Yo tengo una certificación de una declaración en la que dicen que ellos estaban en las tierras desde el año 2006 y 2008.
(Juan Manuel Fernández de Castro pone en su computador el audio de la conversación con la profesora).
¿Sí escucha? Ella me está pidiendo 12 millones de pesos de extorsión.

(V.A): No parece una extorsión. La mujer está respetuosamente diciéndole que negoció mal y que falta que le pague unas mejoras que valen los 12 millones. Usted, un hombre estudiado, acomodado, tiene al negociar una gran ventaja sobre estos campesinos…
(J.M.F.C): Tuve la fortuna de estudiar administración de empresas y administración pública. Comencé en el Cesar y terminé en la Ean.

(V.A): Pero los campesinos dicen que están en estas tierras desde 1985…
(J.M.F.C): Le muestro la certificación de Personería en la que dicen que están desde 2006 y 2008.

(V.A): Hay dos puntos clave: uno, saber si usted realmente les compró las mejoras a todos. Y dos, los campesinos aseguran que los sacaron de las tierras con presiones y amenazas…
(J.M.F.C): Yo les compré a todos. Entonces, ¿cómo me entregaron la finca? Yo les compro la finca, la tierra queda ahí y me la invaden.

(V.A): Los campesinos aseguran que están desde 1985, algunos son descendientes de esas familias y otros compradores. Y según las normas agrarias, aunque la tierra estaba a nombre de la familia Chacón Quintero, el predio estaba abandonado y las familias llevaban muchos años explotando la tierra.
(J.M.F.C): Primero los campesinos le pidieron al Incoder que les titularala tierra, pero el Incoder les respondió que no llenaban los requisitos, que no hicieron llegar unos documentos. Con eso, ellos están reconociendo que esto no tiene dueño. Esas familias no llevan más de veinte años en la tierra.

(V.A): Según las normas agrarias, si los campesinos llevaban muchos años explotando la tierra frente al Incoder pueden solicitar la titulación del predio argumentando extinción de dominio por inexplotación productiva por parte de los Chacón, y por la justicia ordinaria pueden solicitar la prescripción adquisitiva del dominio…
(J.M.F.C): Vuelvo y digo. Acá tengo una declaración de la Personería de Chimichagua donde ellos dicen que no llevan todo este tiempo en la tierra. Todo lo están construyendo sobre mentiras. Le voy a mostrar las actas que muestran que a todos les pagué. La profesora, la líder, me dice luego que tengo que darle 12 millones de pesos. Ellos están grabados.

(V.A): Lo que hemos visto en problemas de tierras es que las partes terminan peleando por problemas o fallas del Estado…
(J.M.F.C): Si yo hubiera sabido que se iba a armar este problema… Acá está en juego mi nombre. Le dije al personero: dígale que si quieren la finca vamos al Incoder y que el Incoder me la compre y se las titule a los campesinos. Mire la ausencia de del Estado que he sufrido. ¿Dónde están los derechos míos? A mí me tratan como un delincuente. Ellos hablan con palabras y yo con documentos.

(V.A): Pero los campesinos también entregan documentos…
(J.M.F.C): Dentro del proceso dicen que ellos son víctimas, pero no hay ningún documento que los reconozca.

(V.A): ¿Existe información de inteligencia que en esa zona está el negocio del narcotráfico?
(J.M.F.C): Claro. Si por ahí suben y bajan. Están los registros de capturas y de combustible. Es un problema grandísimo. Yo estoy asustadísimo porque alguien vino a decirme que esta gente tenía vínculos con la guerrilla. Pero yo no se lo puedo sostener porque no tengo pruebas, y acá yo tengo que hablar es con documentos. Es una tristeza muy grande porque aquí el malo soy yo. ¿Qué agricultor en Colombia levanta actas de Personería, pone un negociador, un perito, para hacer las compras que, además, fueron en mi casa?

(V.A): Poniéndose en los zapatos de los campesinos, uno dice que es gente que lleva veinte años en la tierra y que les den 14 millones de pesos es muy triste. Eso no alcanza ni para un año y ya se ganaron la tierra con el trabajo.
(J.M.F.C): Eso no es así. Ellos son un solo grupo y les compré.

(V.A): ¿Usted no ve un arreglo amistoso?
(J.M.F.C): Yo les dije: vamos al Incoder. Es que mire, me dejaron el portón abierto y se me perdieron las reses. Tengo que pagar al banco; lo que tengo es deudas.

(V.A): ¿Cuánto mide la finca que armó con las compras de mejoras que hizo en Pitalito?
(J.M.F.C): Eso son como 300 hectáreas, pero como tiene un cerro en realidad lo que se puede cultivar con son como 200.

(V.A): Y tiene otra fincas…
(J.M.F.C): ¿Las otras que están abajo? Son dos que sumancomo 300 hectáreas y pico. Las compré en 2007 y son colindantes. Y la otra (Pitalito) también es mía porque yo no se la he robado a nadie. Sé cuál el fondo de todo esto. Este es un tema político. Ellos quieren construir mentiras y están faltando a la verdad. A mí el abogado sí me dijo: cuídate mucho, hazlos firmar actas de Personería. Ellos fueron a mi casa dos veces. Pregúnteles a los funcionarios que ellos tienen fincas más arriba y luego es que van a mi casa a extorsionarme.

(V.A): ¿En algún momento usted ha amenazado a los campesinos y les ha dicho que si no le vendían ya sabían quién venía después?
(J.M.F.C): No. Yo le he dicho al Alto Comisionado de los Derechos Humanos de la ONU y la Defensoría del Pueblo que tengo miedo. En esta zona está el Eln y me han dicho que si voy a la finca un francotirador me va a disparar desde el cerro. Les he pedido seguridad al Defensor y al Ejército y no me prestan seguridad. Yo he presentado las denunciadas ante el Presidente.

(V.A): ¿Usted tiene historia de ser violento, de hacer las cosas a la brava?
(J.M.F.C): Soy una persona que respeto, pero que también espero que me respeten. Ellos me dan a mí una pelea jurídica; yo también se las doy. Militarmente no tengo nada. Soy oficial de la reserva, me han querido capitalizar eso, que ando uniformado… Nunca jamás he vuelto al Ejército. Incluso estoy resentido con ellos porque me han dicho que no me prestan seguridad. Sólo cuando sé que el Ejército está por la zona es que voy a la finca.

(V.A): Usted comienza a comprar las tierras en Chimichagua en 2007. ¿Antes tenía finca?
(J.M.F.C): Yo tengo fincas. Soy agricultor. A los bancos le debo esta vida y la otra.

(V.A): ¿En dónde?
(J.M.F.C): En Magdalena, en Zona Bananera tengo mis fincas. Yo heredé solo presencia y apellidos, no más.

(V.A): ¿Usted ha pensado volver a los campesinos socios?
(J.M.F.C): No. Qué voy a hacer negocios con ellos. Si el Estado me paga la finca, listo. Es que me construyen mentiras (…) Les puse un testigo, les puse un perito para comprarles. Esto de las tierras es para ellos un negocio. Ellos tienen arroz, cuanta cosa y viven del Estado. En quince años, ningún trabajador me ha llevado a la inspección de policía a decir que no le pagué.

(V.A): ¿Usted no ve la posibilidad de que los campesinos se queden?
(J.M.F.C): No. Se trata de mi seguridad.

(V.A): ¿Por qué lo quieren perseguir?
(J.M.F.C): Porque no accedí a la extorsión.

(V.A): Las compra-ventas fueron registradas en la Notaría 4 de Santa Marta, firmadas por José Baute Fernández de Castro. ¿El notario es familiar suyo?
(J.M.F.C): Es primo tercero o cuarto.

(V.A): Disculpe la pregunta tan directa, pero hemos documentado muchos casos en que la gente vende la tierra porque al comprador lo habían visto con los paramilitares, le tenían miedo y por eso accedían. ¿Usted no era cercano a ‘Jorge 40’, Rodrigo Tovar Pupo, ex jefe paramilitar del Bloque Norte de las Auc?
(J.M.F.C): En la vida me he dejado permear por esos grupos. No señora. Yo siempre he creído en el Estado y ahora tengo una ausencia del Estado.

(V.A): ¿No le parece triste desalojar a veinte familias, con niños, y botarlos a la calle?
(J.M.F.C): Cuando la autoridad los sacó de mi finca porque habían invadido no fueron a dar a la calle. Ellos tienen otras fincas, casas en el pueblo, han recibido subsidios del Estado. Le puedo mostrar dónde viven.

(V.A): ¿Cuál es su interés por esa fincas?
(J.M.F.C): No quiero tener ningún dolor de cabeza. Mire (muestra fotografías) de los terneros que me mataron. Es que construyen mentiras. Ellos hablan con palabras; yo con documentos, y so soy el que tengo que pagar IVA, al que me requiere la Dian.

(V.A): Uno pensaría que es para continuar con su plan de expansión de la palma…
(J.M.F.C): No. Yo tengo que sacar adelante lo que tengo ahí para pagarles a los bancos.

(V.A): ¿Estas fincas no son heredadas?
(J.M.F.C): No. Son de los bancos. Hacer empresa en este país es muy difícil.

(V.A): Los campesinos dicen que el Personero yel Procurador provincial son amigos suyos…
(J.M.F.C): No. Yo he actuado constitucionalmente. La justicia comienza a actuar y a demostrar que las cosas no son como la gente dice (…) Ellos están invadiendo la finca. Una cosa es que busquen la restitución; pero las Ong, el Movice, PBI y el Comité de Presos Políticos, lo que hacen es ir para que se genere violencia y me quiten la finca.

(V.A): ¿Por qué sus guardias le dispararon al periodista que fue con campesinos a documentar cómo les habían tumbado sus ranchos?
(J.M.F.C):.Lo mío es una propiedad privada; ellos no tenían por qué entrar a la finca. Es como si yo fuera y me metiera a su casa (…) Usted me dice que el periodista que entró a la finca quería documentar el caso de la finca. Pero no me pidió permiso. Eso es un delito; se llama invasión.