La directora de la Fundación Ideas para la Paz, María Victoria Llorente, habló con VerdadAbierta sobre los retos y las dificultades en caso de comience un proceso de paz con las Farc.
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| María Victoria, politóloga, directora de la Fundación Ideas para la Paz, FIP. Foto Semana |
¿Por qué es imposible una negociación de paz en Colombia?
Porque tocaría desmilitarizar una zona o que haya un cese al fuego y ambas opciones son complicadas. Sin embargo, muy probablemente la negociación comience con el tema del cese al fuego. Sobre el lugar para estos diálogos, hay dos posturas. Aunque Cuba estaría bien, la postura de un gobierno es negociar en un lugar distanciado del país, mientras que las Farc preferirían que fuera en territorio colombiano. En ese sentido, el país tiene tres opciones y la intermedia, en distancia, es Cuba. Ésta sería una opción interesante. La situación está allá controlada y habría garantías para las dos partes.
¿Cuál es el riesgo más grande durante la negociación?
Es el tema que mencionaba de la negociación del cese al fuego. Ahí es donde comienzan los problemas. La academia ha documentado que en procesos de negociación las Farc siguen actuando. Ese es el músculo de su negociación. En ese sentido, entonces, la pregunta es: ¿qué tanta tolerancia puede tener la sociedad colombiana para actos de guerra de las Farc mientras se está negociando? Y este es un asunto coyuntural. Si no se logra un acuerdo ahora entre el gobierno y las Farc, no se va a lograr nunca. Y no sería un problema del gobierno y las Farc sino de país. Creo que estaríamos perdiendo una oportunidad.
¿Cuál es el estado actual del gobierno y cuál el de las Farc?
El Estado se encuentra en un momento fuerte. A Álvaro Uribe hay que abonarle algo y es que sentó las bases de un Estado mucho más fuerte. Por su parte, las Farc están en un estado brutal y eso que todavía tienen la capacidad de hacer lo que hacen. Creo que la frase del presidente Juan Manuel Santos de que “la paz es la victoria” es la más correcta. Los operativos militares han debilitado a las Farc, quienes se han desmovilizado de forma individual comentan que están cansados y que se ha perdido el mando. Sin embargo, también hay que aclarar que algunos jefes guerrilleros se han dedicado exclusivamente al narcotráfico.
¿La negociación debe ser sólo entre las Farc y el Gobierno, o debe participar otro actor?
Me parece peligroso y han sido poco eficaces los procesos de paz en Colombia cuando la participación de la sociedad civil es muy temprana. La sociedad es importante, debe participar, pero hay que saber cuál es el momento indicado. Otro tema por explorar es la iniciativa de la Marcha Patriótica y el rol de Piedad Córdoba. El problema de las Farc es que se concentraron en lo militar y perdieron su anclaje político, no tienen vocería.
¿Y cuál cree que va ser la postura de la extrema derecha y de los militares?
Soy muy optimista pero me parece que son unos dinosauros. Uno oye a José Obdulio Gaviria: ¡Y que por favor pare! Y creo que Álvaro Uribe está perdieron audiencia. Creo que finalmente se van a aislar. Un punto importante es el tema de justicia transicional. Por ejemplo, seleccionar quiénes van a ser judicializados va a ser un asunto difícil.Primero debe haber unos acuerdos sobre los criterios; de lo contrario, será un lío. Otro asunto es pensar en que habrá menos verdad judicial y más comisión de verdad y mecanismos alternativos. Estos mecanismos son la única forma de diferenciar Justicia y Paz (que permitió la desmovilización de los paramilitares) de este proceso. Justicia y Paz es un proceso de sometimiento a la justicia; las Farc dicen que no se someten.
Es decir, que éste será un proceso distinto al de Justicia y Paz…
Justicia y Paz es un proceso de sometimiento a la justicia y eso es lo que quiere Álvaro Uribe. Pero las Farc dicen: no, no nos sometemos a la justicia. Eso puede ser un problema cuando en las comisiones de verdad comience a aparecer la verdad. Ahora, ¿por qué son los militares los que lanzan la primera piedra? Porque pueden estar en problemas, y por eso salieron a decir que se le estaría entregando el país a las Farc.
El ex comandante del Ejército Harold Bedoya ha defendido a Rito Alejo del Río (general condenado por el asesinato de un campesino) de otros militares procesados y se ha referido a la guerra jurídica …
Los militares no van a dejar de hablar de la guerra jurídica porque ellos no van a reconocer que violaron los derechos humanos. Creo que ha habido una dosis grande de injusticia. El caso más paradigmático es del Palacio de Justicia. Los del M-19 arman todo, se alían con Pablo Escobar, los militares hacen otras atrocidades y finalmente el M-19, como producto de unproceso de paz, queda libre. Los militares desaparecieron gente pero el M-19 hizo la toma del Palacio. Me parece que el tratamiento fue desbalanceado. El académico Iván Orozco ha señalado que a los militares habría que incluirlos en una comisión de la verdad. Pero ellos no van a aceptar eso. No van a aceptar que los juzguen con el mismo rasero. Hay muchos asuntos en juego.
¿Qué otro tema cree que puede dificultar este proceso?
Creo que el cese al fuego en medio del conflicto y hasta qué punto un incidente es lo suficientemente grave como para levantar la mesa. Porque puede haber mucho saboteador, tanto de las Farc como de la ultraderecha.
¿Cómo explicarle a la gente que seguirán ocurriendo atentados y actos violentos?
Eso va a suceder y por eso el Presidente no cambia al Ministro de Defensa, porque cambiarlos ería enviar el mensaje de que antes de comenzar un proceso ya estaríamos entregándonos. Otro punto que expresó el Presidente es que va a continuar con las acciones militares, es casi también el único requisito que tienen los empresarios. Es un ejercicio de aprender de los errores.
Entonces el gobierno no debe ceder a las presiones internas…
No, pero de esa presión emanan algunas acciones y la guerrilla siempre va a tener la intención de presionar al gobierno. Este es un proceso sobre una cuerda floja, yo diría que sobre una cuchilla. Es decir, si esto no le sale a Juan Manuel Santos no se revive.
El otro tema en la agenda es el de las víctimas…
Este es un tema complicado, porque plantea cómo vamos a tratar a las víctimas con un problema de verdad judicial y comisiones. De esta forma habría víctimas de primera y segunda. Las víctimas de los paramilitares tienen derecho a la verdad judicial así tarde 100 años, de hecho, muchas ya han accedido a la verdad. Pero las víctimas de las Farc no van a tener derecho a ese tipo de verdad. Se vienen estos problemas técnicos en los que tienes acuerdos de verdad pero no se sabe eso hasta qué punto va a haber validez jurídica. Creo que las Farc no pensaban que esto era tan grave, tal vez creían: nos metemos acá y se hace una Constituyente y cambiamos la Constitución, pero seguramente eso no va a suceder.
En un proceso de estos no se trata solo de poner unas firmas, enviar a un grupo de guerrilleros a la cárcel y reparar a las víctimas…
Más que negociar, construir paz es muy difícil. Vienenlos temas de reintegración, donde ya la experiencia ha mostrado problemas con los paramilitares. Pero también está la actitud de los empresarios que han evitado contratar a desmovilizados. Lo importa es cómo generar cadenas productivas, que estas personas que salieron de la guerra puedan trabajar.
¿Cómo ve el tema de la reconciliación?
Esto es difícil porque es un trabajo súper ingrato de construcción a largo plazo donde uno no ve los resultados. Es como la obsesión de León Valencia que son los poderes locales del Estado y de la gobernabilidad es el nudo del conflicto.
Pero en este proceso habrá desmovilizados que van a desear poder…
Sí, los actores que ya tenían poder armado no saben cómo solucionar ese problema. Diría que los colombianos tienen que saber que después de este proceso no habrá paz. Las Farc son solo un actor. La guerra y el reclutamiento probablemente continuarán a manos de bandas criminales y narcotraficantes. El Marco Legal para la Paz es solo una entrada a esa construcción de paz.
¿Es alto el gasto cuando se intenta construir paz?
Va ser gigante. Combatir la pobreza y la inequidad cuesta. Estamos invirtiendo 5% del PIB en seguridad. Hay que comenzar a educar a la gente enviándole mensajes de que lo que va a ocurrir es un acto simbólico, psicológico, para exorcizar el problema de las Farc.
