Este empresario antioqueño había pasado desapercibido para la justicia colombiana, pero las confesiones de alias ‘HH’ y las investigaciones de la Fiscalía lo señalan como un presunto jefe paramilitar de confianza de la llamada Casa Castaño.
A este ex comandante paramilitar, empresario antioqueño del carbón, se le procesa como persona ausente. Foto VerdadAbierta.com |
Una fiscal especializada de Medellín lleva varios meses siguiéndole la pista a Héctor Javier Restrepo Santamaría, un productor antioqueño de carbón y presunto narcotraficante, quien comandó durante los años 2003 y 2004 el llamado Frente Titiribí, uno de los grupos paramilitares más desconocidos del país y que operó en varios municipios del Suroeste antioqueño, hasta que fue disuelto por orden de Vicente Castaño Gil.
Este empresario, conocido en las Auc con los alias de ‘John Santamaría’ o ‘Perra loca’, se desmovilizó con el Bloque Bananero de las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc) el 25 de noviembre de 2004 como un combatiente más de esa facción paramilitar.
Pero lo que se ha conocido con las investigaciones que adelantan tanto fiscales especializados como de la Unidad de Justicia y Paz es que varios paramilitares han revelado que tuvo rango de comandante en un grupo paramilitar que operó en los municipios de Caldas, Angelópolis, Titiribí y Amagá, suroeste antioqueño.
En esta subregión del departamento, ese grupo ilegal estuvo ligado directamente a la Casa Castaño y tenía bajo su cuidado decenas de predios rurales de propiedad de empresarios, políticos, narcotraficantes y paramilitares antioqueños.
Investigadores judiciales han establecido que Restrepo Santamaría sucedió en el manejo de ese frente, en el 2003, a Rodrigo Alberto Zapata Sierra, alias ‘Ricardo’, un paramilitar capturado el 19 de marzo del año pasado en un centro comercial de Bogotá por orden de una fiscal especializada de Medellín, sindicado de los delitos de concierto para delinquir y homicidio agravado, y quien fuera el encargado de organizar tres reuniones realizadas en la Casa de Nariño el 28 febrero, 31 de marzo y 23 abril de 2008 entre Antonio López, alias ‘Job’, y Diego Álvarez, abogado de Diego Fernando Murillo Bejarano, alias ‘Don Berna’, con voceros del Gobierno nacional.
Las pistas que hoy se le siguen a Restrepo Santamaría surgieron a raíz de las confesiones que hizo ante fiscales de la Unidad de Justicia y Paz el ex jefe paramilitar Ever Velosa, alias ‘HH’, en varias audiencias de versión libre realizadas entre el 2007 y 2008 en Medellín. Esas referencias sirvieron como base para dictarle, en octubre pasado, orden de captura por concierto para delinquir. Actualmente se le procesa como persona ausente.
Alias ‘HH’ se refirió a este empresario por primera vez en una audiencia de versión libre realizada el 30 de octubre de 2007. En ella explicó que una tropa desmovilizada con el Bloque Bananero en noviembre de 2004 delinquía en los municipios de Titiribí, Angelópolis y Amagá. “Ellos recibían órdenes directas del señor Vicente Castaño(Sic) y fueron trasladadas de este sector en coordinación con el Alto Comisionado (Luis Carlos Restrepo N. de la R) para la zona de Urabá con el fin de desmovilizarse con el Bananero”, declaró el ex jefe paramilitar.
Según explicó ‘HH’, Vicente Castaño permanecía en ese sector y mantenía el mando directo, aspecto que ha sido corroborado por los investigadores de la Fiscalía, quienes han escuchado relatos que dicen que frecuentemente visitaba esa subregión de Antioquia sin escoltas, lo que evidenciaba el alto nivel de seguridad y confianza que tenía en la zona.
Al referirse a Restrepo Santamaría, ‘HH’ dijo que “era una persona que hacía las veces de político y relacionista”; además que era una persona “muy conocida”; y que entre los paramilitares era identificado como ‘John Santamaría’.
Velosa García en una diligencia de versión libre realizada el 26 de noviembre de 2007 hizo reconocimiento fotográfico del empresario antioqueño y precisó que “era del grupo del Suroeste, uno de los encargados, algo así como el comandante financiero o el político”.
Pero no era la primera vez que lo vinculaban con este tipo de estructuras armadas ilegales. A mediados de 1995, Restrepo Santamaría fue relacionado con grupos paramilitares e identificado con el alias de ‘Perra loca’. Su nombre fue pronunciado varias veces por distintas personas que rindieron su testimonio en el proceso por desaparición forzada de los estudiantes de la Universidad de Antioquia Jorge Iván Alarcón y Edgar Monsalve, quienes fueron retenidos el 5 de mayo de 1995 por agentes de la Policía Nacional en zona rural del corregimiento de San Antonio de Prado, jurisdicción de Medellín, y entregados a un grupo paramilitar del Suroeste antioqueño que los asesinó y, posteriormente, los desapareció.
Durante la investigación, varios habitantes de esa subregión identificaron a algunos integrantes del grupo paramilitar que venía haciendo asesinandoa supuestos viciosos y ladrones entre los municipios de Amagá, Armenia, Concordia, Titiribí y Venecia. Entre ellos fue señalado Restrepo Santamaría, quien poseía para la época la finca La Isabela, ubicada en Titiribí, y sobre la cual se dijo que era una base de ese grupo armado ilegal. No obstante, en esa ocasión, el proceso no logró demostrar nada en su contra.
Ha llamado la atención de las autoridades judiciales que Restrepo Santamaría tenía un contrato de concesión con la Gobernación de Antioquia para la explotación de minas de carbón en el municipio de Angelópolis. El contrato L 685 fue firmado el 14 de marzo de 2007 y tenía una duración de 29 años, y fue confirmado en el Registro Minero Nacional el 9 de mayo de ese mismo año. “No se sabe aún en qué circunstancias fue hecho ese contrato”, dijo un funcionario de la Fiscalía, “pero el asunto será materia de investigación”.
Investigadores de la Fiscalía consultados por VerdadAbierta.com sostienen que Restrepo Santamaría continuó con actividades de narcotráfico, pues una vez conoció que se gestaba un proceso de extradición en su contra decidió presentarse a las autoridades norteamericanas para aclarar su situación. “Tampoco sabemos cuándo y cómo salió del país”, indicó la fuente, aclarando que lo poco que se sabe al respecto es que al parecer llegó a algún tipo de acuerdo con la justicia de ese país y ahora vive en Miami.
El proceso contra Restrepo Santamaría ha revelado una gran complejidad en materia de verdad, justicia y reparación integral para las víctimas del frente que comandó. Por orden de Vicente Castaño, este grupo fue disuelto a finales del año 2004y sus integrantes, de los cuales no hay un número preciso, fueron trasladados a varios bloques de las Auc para que se desmovilizaran.
La Misión de Apoyo al Proceso de Paz de la Organización de Estados Americanos (MAPP-OEA) registró en su tercer informe trimestral, presentado el 31 de enero de 2005, que “fueron 50 hombres, venidos del Suroeste antioqueño, comandados por John Santamaría”, los desmovilizados durante la ceremonia de dejación de armas del bloque Bananero. No obstante, se estima que el número es mayor, pero nadie sabe nada de ellos.
El problema es que la Unidad de Fiscales de la Unidad de Justicia y Paz en Medellín tiene registradas por lo menos 3.000 víctimas de ese frente, sobre las cuales hay bastante preocupación, pues de acuerdo con fuentes judiciales, hasta el momento no hay quién responda por ellas.
“Otro de los problemas es que varios de quienes fueron comandantes militares han sido asesinados en los últimos años”, explicó un fiscal cercano al proceso, lo que impide conocer a fondo este frente, “que debe diferenciarse del Frente Suroeste, pues no es el mismo”.
En efecto, el Frente Suroeste de las Auc fue una facción paramilitar al mando de Jesús Aldides Durango, alias ‘René’, que delinquió en buena parte de esa subregión del departamento, pero sin injerencia en las localidades de Amagá, Titiribí, Angelópolis y Caldas. Este grupo hizo dejación de armas el 30 de enero de 2005.
Fuentes judiciales consultadas en Medellín han expresado sus preocupaciones acerca de la poca eficacia para investigar lo que se ha llamado el Frente Titiribí, pues carece de un fiscal dedicado a él exclusivamente. “Hay fiscales para todos los frentes, menos para ese, que está adscrito a un fiscal de la ciudad de Montería que tiene a su cargo la llamada Casa Castaño, pero las investigaciones no avanzan. Al parecer le sacan el cuerpo. No sé si por miedo o por algún tipo de compromiso”, se atrevió a señalar el funcionario, quien solicitó no ser identificado.
Se espera entonces que las investigaciones que adelanta la Fiscalía Especializada de Medellín y las decisiones ya tomadas surtan sus efectos y logren que Restrepo Santamaría comparezca ante las autoridades competentes y aclaré si en verdad tuvo un papel destacado en la facción de as Auc que delinquió en los municipios de Angelópolis, Amagá, Titiribí y Caldas, y quién o quiénes lo acompañaron en esa empresa criminal.
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