Fidel Castaño y las Farc: una relación de amores y odios

      
Al final de su vida, Fidel Castaño, creador de las Accu, hizo una serie de acuerdos económicos y militares con la guerrilla que secuestró a su padre, hecho que terminó costándole la vida a manos de su hermano.


La versión inicial señala que Fidel Castaño murió en combates con el EPL.
         

La guerra está llena de paradojas y mezclada de múltiples intereses económicos y políticos que no son fáciles de desentrañar. Una de las más significativas por los efectos que tuvo para el país fue la relación que tuvieron por varios años Fidel Castaño, el gestor de las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (Accu), y la guerrilla de las Farc. En menos de una década, pasaron de ser acérrimos enemigos a socios y luego a adversarios a muerte.

En menos de una década, Fidel y las Farc, ubicados en orillas opuestas del espectro ideológico, pasaron de ser enemigos acérrimos para convertirse en socios militares y económicos. Lo que la historia comienza a develar es que estos acuerdos le significaron al máximo comandante de las Accu una condena de muerte ordenada, al parecer, por su propio hermano Carlos Castaño.    

La cronología de la guerra
Fiscales de la Unidad de Justicia y Paz se han dado a la tarea de entender uno de los capítulos de la confrontación armada en el Urabá antioqueño y cordobés, que involucró a Castaño, al Frente V de las Farc y a la guerrilla del Ejército Popular de Liberación (Epl), y que ocasionó decenas de muertos, desaparecidos y desplazamientos forzados durante la década del ochenta.

Los fiscales han consultado a exguerrilleros de una u otra organización y a exparamilitares que hicieron presencia para esa época en la región agroindustrial de Antioquia, así como en el norte del departamento de Córdoba, con el fin de aclarar aspectos del surgimiento del mayor proyecto contrainsurgente del país, en el que participaron tanto fuerzas ilegales como legales, con el apoyo económico y logístico de ganaderos, bananeros, políticos y ciudadanos del común.

Uno de los aspectos que más ha llamado la atención sobre esa época es la relación que sostuvo por varios años Fidel Castaño con la comandancia del Frente V de las Farc, particularmente con el guerrillero Efraín Guzmán, lo que a la postre le significó sumuerte a manos, al parecer, de su hermano Carlos, quien luego se convirtió en el vocero político de las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc). Los hechos se habrían presentado el 6 de enero de 1994 en zona rural del norte de Urabá y hasta el momento el cuerpo no aparece.

Si bien se ha sostenido que la guerra contrainsurgente que promovieron los hermanos Castaño se debió al asesinato de su padre, Jesús Antonio Castaño González, por parte de una facción de las Farc en diciembre de 1979, luego de seis meses de cautiverio, lo cierto es que este episodio, al parecer, no fue tan determinante para que se constituyera la máquina de guerra contrainsurgente que ensangrentó buena parte del país durante 20 años; lo que habría desatado la confrontación se gestó en el Urabá cordobés, a mediados de la década de los ochenta.

“Fidel Castaño era un hombre de izquierda, él pelea con las Farc por el secuestro de su padre, pero en el fondo era un hombre de izquierda. Estando en Las Tangas, para los años noventa, crea un acercamiento con la guerrilla de las Farc”, declaró Jesús Ignacio Roldán Pérez, alias ‘Monoleche’, uno de los escoltasmás cercanos a los Castaño, a magistrados de Justicia y Paz.

Su cercanía con los hermanos Castaño convirtió a este exparamilitar en testigo excepcional del crecimiento de las Accu y el desarrollo posterior de las Auc. Es precisamente este “privilegio histórico” en el que se sustenta Roldán Pérez para responderles a fiscales y magistrados cuando le preguntan cómo conoció esos hechos.

Lo dicho por Roldán Pérez lo confirmó Danis Daniel Sierra, alias ‘Samir’, un exintegrante de las Farc que integró el Frente V desde finales de la década del ochenta y operó en buena parte del Urabá antioqueño. “Recuerdo que esa relación era directamente entre Guzmán y Castaño”, le dijo este exguerrillero a fiscales de Justicia y Paz.

Por su parte, Fredy Rendón Herrera, alias ‘El Alemán’, exjefe del Bloque Elmer Cárdenas de las Auc y un hombre cercano a los hermanos Castaño, fue más preciso en la narración y estableció que la alianza entre Fidel y las Farc se dio desde 1984 y se prolongó por varios años. A su juicio, historias como ésta han sido “mal contadas, mal interpretadas o manipuladas a la opinión a través de la radio y la televisión”.

Las negociaciones
Pero, ¿cuál era el fin de esos acuerdos? Para mediados de la década de los ochenta, el Urabá antioqueño y el norte de Córdoba eran regiones convulsionadas por el accionar de la guerrilla del Epl, donde tenía un mayor dominio que el Frente V de las Farc. Eran frecuentes los asesinatos, secuestros, ataques a la infraestructura bananera y ganadera.

Las diferencias ideológicas y operativas entre las dos guerrillas derivó en cruentos enfrentamientos que no sólo involucró a combatientes de uno y otro grupo, sino a sus bases sociales, entre ellas los obreros de los sindicatos de Sintagro, creado por el Epl, y Sintrabanano, constituido por influencia de las Farc.

Para esa época, ya Fidel Castaño se había establecido en Valencia, Córdoba, en la finca Las Tangas, y comenzó a organizar los grupos de autodefensa que tenían los ganaderos de la región, que se habían organizado para hacerle frente a las facciones del Epl, que los agobiaba con sus acciones extorsivas, secuestros y asesinatos de aquellos que no pagaran sus exigencias. El creador de las Accu también venía siendo acosado por esta guerrilla no sólo en territorio cordobés, sino en Unguía, Choco, donde también tenía propiedades.

Con el fin de enfrentar a esta guerrilla, Castaño entró en contactos con el comandante del Frente V, quien para esa época era Efraín Guzmán, y consolidó acuerdos territoriales y militares. “El propósito era acabar con el Epl, sacarlo de las regiones de influencia, para ello se repartieron las zonas en el norte de Córdoba y de Urabá”, explico el exparamilitar Elkin Casarrubia Posada, alias ‘El Cura’, quien se incorporó tempranamente a las Accu.

La alianza también tuvo otros componentes. De acuerdo con alias ‘Samir’, hubo un pacto económico entre Castaño y Guzmán: la guerrilla podía enviar comisiones de finanzas a las haciendas vecinas de Fidel y éste, a su vez, podía mandar gente a las áreas de las Farc. Adicional a ello, hubo dos acuerdos más: de un lado, el jefe paramilitar se comprometió en proveer armas y municiones a las Farc; y de otro, solicitó que no se metieran en la carretera que va de El Tres, en Turbo, a San Pedro de Urabá y de allí a Valencia, y le pidió a la insurgencia que se moviera en la Serranía de Abibe.

Uno de los hechos que detonaría la guerra frontal contra el Epl fue la cruenta toma de un campamento del grupo de Fidel Castaño ubicado en la vereda Campanito, de Arboletes, Antioquia. De acuerdo con Casarrubia Posada, “ahí ordenó a los jefes de las autodefensas atacar a esa guerrilla”. Poco se sabe sobre la cantidad de muertos, desaparecidos y desplazados que dejo esa confrontación. No hay estadísticas que permitan determinar el impacto de lo ocurrido.

De las versiones entregadas por alias ‘Monoleche’ a fiscales y magistrados de Justicia y Paz se desprende que se creó como una especie de estrategia de seguridad entre Fidel y las Farc cuando se trataba reunirse con algunos de sus comandantes, que involucró a Sor Teresa Gómez, paisana de los Castaño y quien pasó buena parte de sus años junto a esta familia, y Héctor, otro de los hermanos de la dinastía. “Él enviaba a Sor Teresa y a su hermano Héctor en un helicóptero a los campamentos de Nuevo Antioquia, cerca del Nudo de Paramillo, confluencia entre Turbo, Apartado y Chigorodó. Cuando ya llegaban allá, en el mismo helicóptero enviaban a dos comandantes de las Farc. Uno de ellos era un comandante apodado ‘Beto’”.

La agudización de la confrontación, sumada al distanciamiento de la jefatura del Epl, en esa época en cabeza de Francisco Caraballo, quien decidió salir de Córdoba para posicionarse en los santanderes, llevó a Bernardo Gutiérrez, para esa época comandante de una facción de esa guerrilla, a entrar en un proceso de paz, dejar las armas, lo que en efecto sucedió el 1 de marzo de 1991, y crear un movimiento político, que se llamó Esperanza, Paz y Libertad.

Al respecto, alias ‘El Alemán’ explicó que tal desmovilización fue motivo de acuerdos nuevamente entre Fidel Castaño y las Farc. “Lo que les pide Fidel a la guerrilla de las Farc es que respetaran lo que iba a hacer el Epl como proyecto político y lo entraran a los territorios que dejaría ese grupo guerrillero”, explicó el exjefe paramilitar. “Pero las Farc incumplieron esos acuerdos y secuestraron a algunos miembros de la familia Castaño”.

Lo que vino después fue una guerra abierta donde hubo tiros de todos lados. Las Farc y una disidencia del Epl comenzaron a perseguir a los desmovilizados, lo que derivó en un rearme parcial de sus miembros, que no tuvieron otra opción que incorporarse a las Accu para sobrevivir esos los ataques.

En medio de esos ataques,que volvieron a ensangrentar al Urabá antioqueño y cordobés, ocurre un hecho que aún no ha sido aclarado con suficiencia, pues sus protagonistas ya están muertos. Se trata de la muerte de Fidel, ocurrida el 6 de enero de 1994 en zona rural de Arboletes. Inicialmente trascendió que había muerto en combates con facciones del Epl; sin embargo, versiones posteriores indican que Carlos, su hermano, habría ordenado ese asesinato.

Según alias ‘Monoleche’ la muerte de Fidel se debió a sus intenciones de retomar nuevamente las relaciones con las Farc, esta vez con fines de narcotráfico, e integrarse a esa fuerza insurgente, paradójicamente, la misma que le mató a su padre, que incumplió acuerdos con el Epl y que secuestró a algunos de sus familiares.

Pérez Roldán, quien paradójicamente participaría en la muerte de Carlos Castaño en abril de 2004, aseveró que éste preparó la muerte de su hermano, la cual fue ejecutada por un hombre conocido con el alias ‘Salvador’. La razón que motivó dicha orden es más sorprendente aún: Fidel Castaño había tomado la decisión de aliarse nuevamente con la guerrilla de las Farc, asunto que Carlos no compartió. Al ver el descontento de su hermano, Fidel busco asesinar a su hermano, pero éste se le adelantó.

La historia de la familia Castaño está colmada de deslealtades y de apetitos de poder que los llevaron a matarse entre sí. Primero fue Fidel por orden de Carlos, quien, posteriormente, también es asesinado por decisión de Vicente Castaño, quien a su vez es desaparecido por sus antiguos socios. Poco a poco, este clan criminal fue desmoronándose hasta reducirse a su mínima expresión