Verdad Abierta entrevistó a uno de los paramilitares del Bloque Héroes de Gualivá que actualmente tramita su postulación a la ley de Justicia y Paz. El ex paramilitar narra su versión sobre cómo los paramilitares consiguieron financiarse a través del hurto de combustible. El nombre del entrevistado permanece reservado por motivos de seguridad.
Verdad Abierta: ¿Cómo se repartían las ganancias?
Ex integrante de Héroes de Gualivá: La instalada de cada válvula le salía a uno más o menos de millón quinientos. Y ahí en el tubo se vendía el galón de gasolina a mil pesos, la mayoría se cargaba era en caletas de tres mil quinientos galones que equivalían a tres millones quinientos mil pesos. El chofer se ganaba un millón de pesos de viáticos. Me contaron Rafael Páez, alias “Gasolino” y los que estaban encargados del tubo, que en una bomba de gasolina se vendía cada galón entre 2.200 y 2.500 pesos. Se estaban ganando el 150 por ciento de la gasolina. A mí únicamente me correspondían los mil pesos por galón, eso si llegaba al financista y de ahí se compraban víveres para la organización.
V.A: ¿Cuáles eran los puntos específicos donde perforaban el tubo?
E.I.H.G: Había uno en La Magdalena, el otro en Cune, el otro en Entable, el otro en Casa Vieja viajando para Namay, el otro en Bagazal.
V.A: ¿Existía complicidad de los habitantes?
E.I.H.G: Ahora les están incautando las fincas a las personas donde les encuentren válvulas. Pero muchos dueños de finquitas lo hacían por presión nuestra. Imagínese, si un finquero tenía ahí su terreno, lo único que tenía era su ranchito, y nosotros con influencia paramilitar, le decíamos, vamos a romper el tubo ahí. ¿Qué dice el finquero? Le tocaba aceptar y ahí se perforaba el tubo.
V.A: ¿Cómo conseguían evitar la marcación de Ecopetrol?
E.I.H.G: Pues uno tiene su contacto digámoslo así… usted sabe que como dice el mercado negro… lamentablemente estamos en Colombia, donde lo único que no pueden falsificar es a un ser humano. Un galón de tinte se conseguía por siete millones de pesos.
V.A: ¿Quién se los vendía?
E.I.H.G: Pues, el proveedor especial lo tenía el que negociaba la gasolina que era “Gasolino”, y se traía con la tabla porque eso tiene una tabla y tenía hasta los centímetros cúbicos por galón que había que echarle. Eso sí, el contacto estaba era en Barrancabermeja, en la refinería de Barrancabermeja.
V.A: ¿La organización mantenía vínculos con funcionarios de Ecopetrol?
E.I.H.G: Pues le voy a aclarar una cosa, resulta y pasa que donde yo trabajaba, había un militar que revisaba el tubo, y esa persona era de la región, no era de Villeta y se ganaba apenas un salario. Lo cogía la gente mía y lo intimidaba: “Bueno usted no ha visto nada, así sienta que baje la presión”. Y ese pobre asalariado tenía la familia en Villeta, ¿qué podía hacer? Póngase usted en el lugar de él, ¿usted pasaría el reporte?
V.A: ¿Le daban algo?
E.I.H.G: Sí a veces, depende. ‘Bolsillo’ era el que hablaba con la ley.
V:A: ¿Dónde está ‘Bolsillo’?
E.I.H.G: Está en La Paz, Cundinamarca ahí por el lado de Guaduas, esta en libertad. Él era el que hablaba con los militares…