Este jefe guerrillero, integrante del Estado Mayor Central de las Farc, ha pasado 40 años en las filas del grupo armado. Hoy, concentrado en la zona veredal de Tierra Grata en La Paz, Cesar, coordina la dejación de armas y el tránsito a la vida civil de cerda de 150 combatientes. Allí, la pedagogía de paz se convirtió en la mejor arma para empezar a hacer política.
“Con el paso del tiempo, el trabajo de las organizaciones defensoras de derechos humanos y los institutos dedicados a la investigación del conflicto armado han demostrado la manera en la que empresarios y paramilitares, con complicidad de algunos políticos, se aliaron para generar la guerra en el departamento. Hoy día hay verdades que debemos conocer y por las cuales deben responder”, afirma Abelardo Caicedo Colorado, comandante del histórico Frente 19, conocido en las filas guerrilleras como ‘Solís Almeida’.
Concentrado en la zona veredal de Tierra Grata, junto con guerrilleros de los frentes 19 y 41, ‘Almeida’ asegura que muchos de los hechos del conflicto que se le atribuyeron a las Farc los cometieron otros grupos armados: “Cada cosa que pasaba la clase política y los medios aseguraron que eran las Farc, no tuvieron en cuenta que en la Sierra Nevada también delinquió Giraldo o los hermanos Rojas. Hoy luego de conocer parte de sus crímenes se debe esclarecer la verdad”.
Por este jefe subversivo, el gobierno de los Estados Unidos llegó a ofrecer 2,5 millones de dólares por información que permitiera su captura. Estaba pedido en extradición por delitos asociados al narcotráfico, cargos que surgen porque gran parte de su vida guerrillera operó en la Sierra Nevada de Santa Marta.
‘Almeida’ logó sobre vivir a los operativos del Plan Patriota ejecutado en el gobierno de Álvaro Uribe, que asestó grandes golpes militares, entre ellos la muerte de ‘Martín Caballero’ en los Montes de María, lo que diezmó tanto al frente que comandaba como al Bloque Caribe en general.
El jefe guerrillero habló con VerdadAbierta.com desde su zona de concentración no sólo de la cruenta guerra que se vivió con los ‘paras’ y narcos en la Sierra Nevada; también se refirió a la importancia de haber tenido un trabajo político con las distintas comunidades del departamento durante la confrontación y sobre el legado que dejó ‘Simón Trinidad’ para los guerrilleros del Bloque Caribe.
VerdadAbierta.com (VA): El Plan Patriota fue una de las operaciones militares de mayor éxito que tuvo un gobierno nacional en contra del Bloque Caribe, ¿cómo cambió el curso de la guerra las acciones militares de este?
‘Solís Almeida’ (SA): Nos tocó resistir más de seis años de manera continua en La Sierra Nevada. Anteriormente los operativos duraban uno o dos meses, con el Plan Patriota la tropa del Ejército llegó para quedarse; no fue tanto por los operativos, pero sí por el abastecimiento. Con ello empezaron a diezmarnos.
Perdimos muchos compañeros, otros no aguantaron el poder del enemigo, no aguantaron la resistencia que estábamos haciendo y abandonaros las filas, eso se da en medio de toda confrontación. Nos retiramos de La Sierra y fuimos a la serranía del Perijá, tuvimos bajas muy sensibles y se redujo un gran número la cantidad de integrantes de los frentes.
(VA): Durante años, el acceso de los medios de comunicación a La Sierra Nevada fue muy escaso, poco se pudo conocer al detalle sobre la cruenta guerra que se libró entre narcos, ‘paras’ y guerrilla. ¿Qué verdades quedan por conocerse?
(SA): En el corregimiento de Guachaca, Santa Marta, el grupo paramilitar de Hernán Giraldo centró su negocio narcotraficante y paramilitar, allí tiene sede la primera División del Ejército y funciona la base de La Remonta, una de las bases anti narcóticos más sofisticadas que tiene el Estado en la costa Atlántica.
Los colombianos debemos conocer el apoyo que recibieron los ‘paras’ por parte de las Fuerzas Armadas para controlar decenas de municipios de Cesar y la Costa Atlántica, entre ellos Zona Bananera, Buritaca, Palomino, entre otros, y la manera bajo la cual empezaron el asesinato sistemático de quienes en ese entonces nos colaboraron.
(VA): ¿Y las de las Farc?
(SA): Como organización hemos dicho que vamos a decir toda la verdad. Pero hay que tener en cuenta que los medios comunicaron documentaron muchas acciones a nuestro nombre que no fueron así, acá hay más verdades por conocerse por parte de otros actores políticos y armados que por nosotros mismos.
Siempre se ha dicho que las Farc somos los que hemos causado las mayores atrocidades. Sin embargo, el país no sabe más de media historia de lo que ocurrió acá en la región Caribe, hay muchas verdades de La Sierra Nevada que no se han contado, al igual que las de Cesar y Magdalena.
(VA): ¿Cómo cuáles?
(SA): Un sólo ejemplo de ello es las bases militares que se montaron por parte de los paramilitares en el municipio de Ciénaga que causaron el desplazamiento de cientos de familias para repoblar las veredas con la base social de paramilitarismo. Allí hubo colaboración de políticos locales, militares y empresarios. Ellos también están llamados a responder.
(VA): En Chalán, en los Montes de María, no olvidan el atentado con un “burro bomba” contra la estación de policía que dejó afectado a decenas de civiles. ¿Pedirán perdón?
(SA): Como organización hemos dicho que pediremos perdón a todas la victimas por los daños que hemos causado. En lo que fue el ataque contra la estación de Policía en Chalán, nunca fue nuestra intención hacerle daño a la población civil, nunca en cualquier ataque el objetivo fue la población, la guerra la librábamos con el Ejército.
Vida en comunidad
(VA): Los indígenas Yukpa se opusieron a que ustedes se concentraran en la vereda Los Encantos. Ahora, con las pedagogías de paz, ¿cuál es el panorama político y la relación con esta comunidad?
(SA): Ellos se opusieron por estar mal asesorados, quien estuvo detrás de ellos fue el exprocurador Alejandro Ordoñez, quien les aseguró que nosotros les íbamos quitar el territorio y los íbamos a desplazar. El territorio de ellos viene desde la carretera que comunica a Valledupar con Norte de Santander, entonces si a usted le dicen que lo van a sacar pues obviamente se opone, pero fue por mala información.
Una vez realizadas las pedagogías, la comunidad ha entendido parte del proceso de paz y la importancia que también tiene para ellos, como en el tema de las vías terciarias, la adecuación de sus territorios y el respeto por sus tradiciones.
(VA): ¿Durante los años de confrontación cómo fue la relación?
(SA): Con ellos, en San Genaro, tuvimos tan buena relación que cuando yo estaba comandando el Frente 41 nos permitieron ayudarles con sus quebrantos de salud y de higiene oral, también entramos a solucionar problemas de convivencia que existieron entre algunas familias y nos pidieron colaboración para dirimir los conflictos.
Con las demás comunidades como los Koguis, Wiwas y los Kakuamos mantuvimos una relación buena por el respeto a las creencias y a la cultura, nunca tratamos de imponerles cosas, y respetamos sus sitios de pagamento. Dentro del Bloque Caribe hay integrantes que perteneces a estas etnias, y es la hora donde siguen haciendo sus ritos culturales.
(VA): Y qué ocurrió con los Arahuacos…
(SA): En la Sierra Nevada la relación también fue buena. Pero la guerra hace sus estragos y en muchas comunidades se presentó el problema que unos se ingresaron a la guerrilla otros a los grupos paramilitares, entonces se presentaron rupturas de los núcleos familiares.
La semana pasada un grupo de guerrilleros se reunió con esta comunidad que nos están reclamando la inclusión dentro de los Diálogos de La Habana. Acá hemos compartido con ellos en un diálogo de saberes donde como habitantes de La Sierra nos pensamos el desarrollo social y agroecológico del territorio.
Recientemente fueron invitados a participar dentro de la Comisión de Seguimiento, Verificación e Implementación de los acuerdos de paz (Cesivi) por parte del Secretariado de la organzización.
Vida campamentaria
(VA): Hasta el momento se han reunido, durante las pedagogías de paz, con diversas organizaciones de los diferente municipios del departamento, ¿qué tan provechosas han sido las pedagogías y las charlas?
(SA): Para nosotros el balance es muy positivo. Nos hemos podido rencontrar con personas y agremiaciones con las que antes desarrollamos un buen trabajo político en las veredas y corregimientos. Pero lo más importante es que hemos podido acercarnos a esas organizaciones y pueblo en general con el que no teníamos contacto por las vicisitudes de la guerra. Hoy con ellos, desde orillas distintas, estamos trabajando en pro de la paz.
(VA): La semana pasada, la Oficina del Alto Comisionado para la Paz aseguró que el 30 de abril entregarían finalizadas algunas zonas veredales, entre esas la de Tierra Grata. ¿Cuál es el avance en el territorio?
(SA): Al ritmo que vamos lo dudo, nosotros en una de las primeras reuniones nos comprometimos a que colocábamos 100 guerrilleros para agilizar la construcción, pero la realidad es que sólo son 10 los que están trabajando, no hay los materiales suficientes, si los hubiera en un soplo terminamos.
Trabajando con el 10 por ciento de la fuerza nos va a llegar otro mes más en lo mismo. Ahora bien, lo que hay construido son para 94 unidades, y somos alrededor de 150 y si a ello se suma los 40 prisioneros que van a llegar se aumentan más las zonas de construcción, que esta semana estuvieron paradas por la falta de materiales y el incumplimiento en los pagos a los contratistas.
(VA): ¿Por qué escogieron llamar a la zona veredal ‘Simón Trinidad’?
(SA): Dentro de nosotros los guerrilleros ha existido desde tiempos atrás el legado de conmemorar a quienes han sido ejemplos de moral y lucha revolucionaria. En el Bloque Caribe tenemos a algunos compañeros que lo fueron o siguen siendo. ‘Simón’ es uno de ellos, es un hombre que significó mucho para Cesar y para el Caribe colombiano, el nombre es apenas un pequeño homenaje a su vida revolucionaria dentro de las Farc.
En esta zona muchos compartimos con él, yo en especial fui quien lo acompañó durante su ingreso. Los demás lo llevan por su disciplina, preparación política y enseñanzas, pasaba largas horas enseñando a los guerrilleros ortografía.
(VA): ¿Qué anécdota recuerda estando con ‘Trinidad’?
(SA): A su ingreso a las Farc él no era muy hábil con las armas ni con el estado físico que se mantiene en la guerrilla. Cada vez que llegábamos a un sitio él se pedía ser la persona encargada de llevar los alimentos a quienes hicieran la guardia o a quienes estuvieran lejos del campamento, así durante muchos meses lo hizo para coger el ritmo de la guerra.
Era un hombre muy disciplinado, pero a la vez muy humano, siempre compartía con los guerrilleros de base sus conocimientos como profesor y también los de la cocina, le gustaba estar en la rancha para preparar, para todos, los platos especiales que comía en la ciudad. En especial las pastas.
(VA): ¿Algún temor que tenga en su tránsito a la vida civil?
(SA): Estoy próximo a cumplir 40 años de estar en las Farc. El temor que tengo es que la situación de violencia contra los líderes sociales y de víctimas, defensores de derechos humanos se acreciente más, porque si no respetan la vida de los que ni siquiera han empuñado un arma para defender sus ideas, ¿qué nos espera a nosotros?
El temor es que los que no caímos en medio de la confrontación vayamos a caer en medio de la paz, eso sería doloroso para todos nosotros, morir ahora que la apuesta es por la paz.