El difícil equilibrio entre las Farc y las juntas de Acción Comunal en el Caguán

      

En varias veredas de este municipio de Caquetá estas juntas cumplen un papel fundamental en la organización de las comunidades. Sus dirigentes esperan que con esa guerrilla sin armas la relación sea más política y menos coercitiva.

equibrio san vicente 1Este peaje es cobrado por la Junta de Acción Comunal de Campo Hermoso. Foto: VedadAbierta.com.Sin las armas, la injerencia de la guerrilla de las Farc en San Vicente del Caguán sobre las organizaciones campesinas, particularmente las juntas de Acción Comunal, será a otro precio. Los líderes sociales esperan que sea en igualdad de condiciones pues ya las armas no mediaran entre sus relaciones.

La zona rural de este municipio de Caquetá ha sido un enclave histórico para las Farc y en sus 52 años de confrontación contra el Estado su papel en esas llanuras ha ido más allá de lo militar. No solo ha sido escenario de sus más importantes decisiones militares y políticas, como por ejemplo el lanzamiento de una de sus plataformas políticas, el Movimiento Bolivariano por la Nueva Colombia, en el 2000, y la realización de la Décima Conferencia Nacional Guerrillera, la que se considera la última en armas, sino espacio de injerencia social, política y económica.

Décima Conferencia de las Farc: la otra mesa de negociaciones

“En regiones donde ha estado la guerrilla, ese grupo ha tenido unas normas muy acentuadas, como pedir tanto por cabeza de ganado para tener un fondito y sostener los más de 800 kilómetros de vías terciarias que tenemos en esa zona”, precisó el edil Carlos Salazar, quien está en el Concejo en representación de Losada, un sector rural de San Vicente del Caguán.

Pero esas exigencias económicas no han sido obstáculos para que, ante la ausencia del Estado más allá de lo militar, los campesinos se hayan organizado con el fin regular ellos mismos temas como el mantenimiento de carreteras, puestos de salud y hasta resolver problemas de convivencia entre los vecinos.

Lograr el respeto de la guerrilla de las Farc no ha sido fácil y las relaciones han mantenido un difícil equilibrio, entre otras razones por el poder que dan las armas, lo que ha hecho que unos civiles actúen por convicción política y otros por temor.

Tomar distancia de esa injerencia también ha sido complejo. Salazar recordó que, por ejemplo, la Asociación Campesina Ambiental Losada Guayabero (Ascal – G) estaba planeando cómo ser autosostenible, pues “en Losada la presencia estatal ha sido casi nula”, y cuando esas estrategias se comenzaron a discutir con los campesinos, la información se filtró y llegó hasta la Alcaldía de San Vicente del Caguán.

En reacción a ello, el alcalde Humberto Sánchez, elegido en representación del partido Centro Democrático, denunció a través de varios medios de comunicación que las Farc se iban a tomar las organizaciones sociales para hacer política. VerdadAbierta.com intentó en varias ocasiones hablar con el mandatario local, pero no obtuvo respuesta.

Por su parte, el concejal aseguró que no son normas dictadas por las Farc, sino “decisiones que la gente debe tomar frente a qué es lo más conveniente para la región”. Por eso es común encontrar letreros de las juntas de Acción Comunal (JAC) que advierten de multas por exceso de velocidad o que regulan el tránsito de vehículos pesados por ciertas vías. Incluso, los comités ‘pro-carretera’ de estas organizaciones cobran peajes para el mantenimiento de las carreteras que van a las zonas rurales.

Así llegan las Farc a su última conferencia guerrillera

Es así como entre San Vicente y El Diamante, una vereda en disputa con el municipio de La Macarena, Meta, a seis horas del casco urbano en lo profundo de los Llanos del Yarí donde se realiza la Décima Conferencia, hay por lo menos tres impuestos a los vehículos y el recaudo lo administran las juntas de campesinos. Las tarifas van desde mil pesos por moto, 5 mil para las camionetas, hasta 30 mil por cada camión.

equibrio san vicente 2En la vereda Las Damas también cobran sanciones económicas por infringir el tránsito. Foto: VerdadAbierta.com.En vista de lo que viene, la guerrilla de las Farc ha sugerido algunos cambios en las veredas de San Vicente de Caguán. El Frente Combatientes del Yarí, por ejemplo, puso a circular un panfleto desde el pasado 10 de agosto en el que invitó a los campesinos a “mantener la estabilidad económica de toda la población” con dineros que antes le pagaban a la guerrilla.

“Precisamente son esas necesidades las causas que motivan la idea de que todos de manera consiente aporten a la comunidad lo que anteriormente le contribuían al movimiento guerrillero, no obligatoriamente lo mismo, pero es muy importante elevar ese grado de conciencia y objetividad […] Distribuir porcentualmente lo que recojan de la venta de fincas, del ganado gordo que salga para la venta y de lo que produce cada una de las veredas”, se lee en el documento que conoció VerdadAbierta.com.

El edil aclaró que hasta ahora muchos ciudadanos han respaldado a la guerrilla por decisión, pero que otros han pagado extorsiones por obligación y quizá no estén dispuestos a sacar más de su dinero.

Alias ‘Dairon’, comandante del Frente Combatientes del Yarí, aseguró en conversación con VerdadAbierta.com que esos “impuestos”, como los llama, ya no los recibe la guerrilla, pero que sí continuarán trabajando con la comunidad.

“Nuestras relaciones con los campesinos siguen igual. Venimos del campo y ahí estaremos, no los dejaremos solos, no podemos hacer lo que ha hecho el gobierno al abandonarlos”, precisó.

equibrio san vicente 5‘Dairon’ es el comandante del Frente Combatientes del Yarí. Foto: Andrés Celis, periodista de VerdadAbierta.com.Pero todavía no es clarocómo serán esas relaciones cuando ellos estén desarmados. Alias ‘Dairon’ cree que seguirán las directrices del movimiento político que surja tras la dejación de armas: “las asociaciones necesitarán de nuestras orientaciones, desde luego, pero actuaremos como partido”.

El concejal Salazar tiene otro punto de vista, en el que debe prevalecer el respeto a las juntas de Acción Comunal: “En caso de que la guerrilla siga incidiendo en esos espacios, no tendrá ningún tipo de relevancia porque la gente es muy autónoma en tema de decisión. Si los comandantes quieren seguir allí, tendrán que sumarse a las iniciativas de la gente y bajarle a la sintonía de que ellos seguirán mandando. Cuando empiecen su trabajo político, tendrán que convencer”.

Otros grupos, amenaza latente

Una de las mayores preocupaciones del concejal Salazar es qué pasará con los espacios que queden vacíos cuando las Farc dejen las armas y el Estado no llegue a suplir su ausencia histórica: “Si la guerrilla no cobra más ‘vacuna’, vendrá otro que quiera aprovechar eso, porque ya la gente está acostumbrada. Ahí es cuando pedimos que llegue el Estado”.

Y es que el botín es apreciado. La extorsión sobre las cabezas de ganado es una de las mayores rentas de la región si se tiene en cuenta el inventario bovino. De acuerdo con el consolidado pecuario de Caquetá para 2014, en San Vicente había, para ese año, 687.323 animales doble propósito, es decir de producción de carne y leche.

El edil afirmó que le consta la intimidación de otros grupos armados ilegales. Justo en la semana de la Décima Conferencia de las Farc, tres concejales y él recibieron un panfleto amenazante en las puertas de sus casas en el casco urbano de San Vicente. En el último párrafo del texto, firmado por las autodenominadas ‘Águilas Negras’, dice que “este es un regalito de bienvenida a la vida civil que le vamos a hacer a los hijueputas guerrilleros (sic)”.

“Siempre nos sacaban pasquines, memes en las redes o panfletos por ser del Polo, pero ahora fue diferente. Fue casa a casa. Lo hicieron personalizado”, denunció Salazar.

Lo más preocupante es que en lo que va de este año han matado a seis personas por motivos todavía no muy claros y pese a que los autores de estos crímenes se desconocen, son varios los líderes que afirman que son grupos criminales.

Por esto, más los panfletos y los grafitis de un grupo que firma Auc y que han aparecido en San Vicente del Caguán en los últimos meses, es que varios líderes ven una potencial amenaza para lo que viene después del acuerdo.

Mientras tanto, la guerrilla se prepara para incursionar en la vida política sin armas y las juntas de Acción Comunal se forman desde sus veredas para ser las autoridades y relacionarse de otra manera con un actor que ya conocen: las Farc.