El Bloque Oriental marcó el auge y declive de las Farc

      
La Unidad de Justicia y Paz de la Fiscalía reconstruyó la historia de cómo creció esta facción guerrillera a la sombra de tomas a poblaciones, reclutamiento de menores, secuestros y del narcotráfico.

guerrilleros-formados-300x200Guerrilleros de las Farc durante una formación militar. Foto archivo Semana.El Bloque Oriental naciódespués de la realización del Pleno del Estado Mayor Central de febrero de 1987, en el que el Secretariado de las Farc ordenó la creación de un grupo que entrara a coordinar varios frentes guerrilleros en nueve departamentos de los Llanos Orientales, así como en Cundinamarca y Boyacá.

Una investigación de la Unidad de Justicia y Paz, que incluye testimonios de varios desmovilizados de ese bloque, documentos de la misma guerrilla, informes de inteligencia de la Fuerza Pública y del Observatorio de Derechos Humanos de la Vicepresidencia de la República, entre otros, permitió reconstruir la historia de este grupo, su expansión y las razones por las que cometieron masacres, desplazamientos, tomas a poblaciones, secuestros, asesinatos y reclutamientos de menores entre algunos delitos y que fueron imputados al desmovilizado ex jefe de esa guerrilla Elí Mejía Mendoza, alias ‘Martín Sombra’, y otros nueve guerrilleros más.

Lo que ha destapado la Fiscalía en esta imputación es que el principal objetivo del Secretariado era avanzar sobre lo que llamaron el Centro de Despliegue Estratégico -la coordillera Oriental- que no era otra cosa que cercar y tomarse a Bogotá.

En esa estrategia fue fundamental el trabajo que hizo ‘Jorge Briceño’, también conocido como ‘El Mono Jojoy’, quien comenzó en las Farc como guerrillero raso y fue escalando hasta ser parte del grupo de seguridad de Jacobo Arenas.

En septiembre de 1987, ‘El Mono Jojoy’, creó una columna móvil integrada por guerrilleros de los frentes 13, 14 y 15. Con esos hombres, tenía que cubrir los departamentos de Meta, Casanare, Arauca, Vaupés y Vichada. Además, este grupo tenía que brindar seguridad a los miembros del Secretariado -entre ellos ‘Manuel Marulanda’ y Jacobo Arenas- que se encontraban en la región de Uribe, Meta, y asegurar, vías de escape en caso de que fueran atacados.

Según la Fiscalía, fue en ese momento que la guerrilla decidió reorientar su estrategia de consolidación, buscando apalancar sus operaciones con el cobro del llamado ‘gramaje’ a los campesinos, lo cuales habían colonizado estos departamentos atraídos por la siembra de hoja de coca.

Briceño Suárez se tomaría tres años en dar su primer golpe. Aunque el Secretariado nombró a Timoleón Jiménez, alias ‘Timochenko’, como el primer jefe del bloque, sería ‘Jojoy’ quien empezaría a tener el peso militar después del asalto a la base militar de Girasol, el 8 de enero de 1991, en Mesetas (Meta), pleno corazón de la serranía de La Macarena, territorio histórico del grupo insurgente y donde murieron dos militares y 17 más fueron secuestrados. Por este hecho, alias ‘Martín Sombra’ fue condenado en 2008 a 24 años y 7 meses de prisión.

Esa fue la primera toma del Bloque Oriental a bases de la Fuerza Pública, con la que destaparía su estrategia de secuestrar militares y policías, para luego considerarlos prisioneros de guerra y así presionar al gobierno para realizar intercambios humanitarios. ‘Jojoy’, según reveló la Unidad de Justicia y Paz de la Fiscalía, se encargó entre 1988 y 1990 de montar el trabajo de inteligencia del Bloque Oriental sobre bases militares y puestos de policía.

Ese bloque usó grupos creados a finales de los setenta y durante toda la década de los ochenta, que desarrollaron la estrategia establecida en la Séptima Conferencia Guerrillera de 1982, en la que se planeó la conformación de 48 frentes, 650 compañías móviles y llegar a 28 mil hombres en armas, para tomarse el poder. De allí que varios frentes ya existentes, y otros que se crearían durante este tiempo, pasarían al control de ‘Timochenko’ y ‘Jojoy’ como el 1 (Armando Ríos), 7 (Jacobo Prías), 10 (Guadalupe Salcedo), 17 (Angelino Godoy), 22 (Simón Bolívar), 16 (José Antonio Páez), 26 (Hermógenes Masa), 27 (Isaías Pardo), 28 (José María Córdoba), 38 (Ciro Trujillo), 31 (Pedro Nel Obando), 39 (Ricaurte Jiménez), 40 (Jacobo Arenas), 42 (Manuel CepedaVargas) y 45 (Atanasio Girardot), entre otros.

Haga clic en la imagen para ir a una infografía de los grupos de este bloque.boton-frentes-bo

En uno de los primeros plenos que realizó el Bloque Oriental en 1987 se formularon tareas como “la formación de cuadros en todas las especialidades, balances, crecimiento en todos los órdenes, copamiento de nuevas áreas y distribución de las mismas para los Frentes” y la creación del “Departamento de Inteligencia de Combate del Bloque”, según documentos de la misma guerrilla que recoge el libro Historia de las Farc.

Es en este período, en que los diferentes grupos guerrilleros como el M19, EPL, PRT y Quintím Lame, entre otros, crean la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar (CGSB) para, supuestamente, llegar en conjunto y fortalecidos a una posible negociación de paz. Sin embargo, las Farc se quedan solas luego de que varios de estos grupos como el EPL, M19, Quintín Lame y el PRT, deciden seguir por su cuenta la negociación y llegan a acuerdos de paz con el gobierno en 1990.

La decisión de no acogerse a un proceso de paz le costó a esa guerrilla el bombardeo a Casa Verde, un lugar en La Uribe, Meta, que sirvió de cuartel para el Secretariado y que fue sede de las negociaciones durante la administración de Belisario Betancur. Tras este asalto surgió la orden de que fuera el Bloque Oriental el encargado de un ‘Plan de Defensa’, que tendría que garantizar la fuga de los principales cuadros del Secretariado en caso de un ataque de la Fuerza Pública.

El cerco a Bogotá
Pero es a partir de 1991 cuando el Bloque Oriental de las Farc se empezó a sentir en el centro del país.Lo primero que hizo fue arreciar su ofensiva en los departamentos de Meta y Cundinamarca, en el que claramente establecieron como primer objetivo atacar a la Fuerza Pública, buscando que se replegara o abandonara la región.

En esa escalada, Puerto Rico en el Meta fue uno de los primeros municipios en sufrir el recrudecimiento de las acciones de la subversión. El 5 de junio de ese año, guerrilleros del Frente 7 atacaron el comando de policía asesinando a 1 policía, secuestrando a otros 8 y dejando 6 más heridos. En ese mismo municipio, el 19 de junio en la vereda Barranco Colorado, emboscaron a tropas del Batallón No 10 de la Marina, en el que murieron 8 militares y 13 más quedaron heridos.

Días antes de la operación contra Casa Verde, el 26 de noviembre de 1991, guerrilleros del Frente 52 emboscaron una comisión que iba a realizar el levantamiento de un cadáver en la vereda La Regadera de la localidad 20 de Bogotá. En el atentado murieron ocho personas entre las que se encontraban un juez, un médico, tres secretarios y tres agentes de la policía. Los hombres de ‘Jojoy’ de los frentes 28 y 45, cerrarían ese año con otra emboscada el 17 de diciembre en la vereda Boquerón de Cordoncillo en el municipio de Guicán, Boyacá, donde asesinarían 14 militares, otro sería desaparecido y 10 más heridos.

En 1992, el único ataque de relevancia del Bloque Oriental lo realizó el Frente 27 a la estación de policía de San Juan de Arama, Meta. Según la Fiscalía, este tipo de arremetidas “estaban enmarcadas dentro de las consideradas como “tradicionales”, representadas en presencias, desplazamientos por sus áreas de influencia y algunos hechos armados aislados que se generaban a la par con las conversaciones entre Gobierno y guerrilla, a fin de afianzar los diálogos”, refiriéndose a los acercamientos que realizaron con el gobierno Gaviria en Cravo Norte y después en Tlaxcala, México.

Otra explicación a la reducción de los acciones de la guerrilla se debió a que ‘Marulanda’ decidió que varios frentes, como el1, el 7 y el 42, fueran destinados a la preparación de la seguridad de la Octava Conferencia Guerrillera, que se realizaría entre el 11 al 18 de abril de 1993, en un sitio entre los ríos Unilla e Itilla, en Calamar, Guaviare.

En esa conferencia, el Secretariado reestructuró el Bloque Oriental y descabezó a ‘Timochenko’ de su dirección, reubicándolo en el Estado Mayor del Magdalena Medio. También decidieron conformar el Estado Mayor del Bloque Oriental, conocido como EMBO, con el que se dio el ascenso de ‘El Mono Jojoy’, como su comandante principal; acompañado en la dirección de Marcelino Trujillo Bustos, alias ‘Martín Villa’; Noé Suárez Rojas, alias ‘Grannoble’; José Epimenio Molina, alias ‘Danilo’; y Luis Jiménez Martínez, alias ‘Alberto Escuelas’.

Fue en esta conferencia en la que el Secretariado ordenó “crear las condiciones políticas y militares para cercar, bloquear y ejercer dominio sobre Bogotá”. Para lograrlo establecieron que los frentes que ya estaban posicionados en Cundinamarca, Meta y Boyacá, deberían hacer retenes en las vías que de la capital conducían a Villavicencio, Medellín (autopista], Tunja, Melgar, Chiquinquirá, San Juan, Chocontá, Paz del Río y Cusiana, entre otras.

El Secretariado ordenó entonces el uso del “50 por ciento del conjunto de la fuerza de las Farc, que se deben desplazar al Centro de Despliegue”. Eso incluía a los frentes 1, 7, 10, 16, 22, 26, 27, 28, 31, 38, 39, 40, 42, 43, 44, 45, 51, 52, 53, 54, 55, 56 y urbanos que estuvieran en el área.

Área de guerra
Al tiempo que la guerrilla intensificó sus operaciones en las carreteras el Bloque Oriental pensó en establecer unas zonas de retaguardia y aprovisionamiento. Para lograrlo, El 10 de enero de 1994, el Estado Mayor del Bloque Oriental prohibió el asentamiento de colonos en la declarada “Zona de Guerra y de Reserva”, que comprendía gran parte de La Uribe (Meta), y las áreas delos ríos Chiguiro, Guayabo Negro, el Perdido, Moja huevas y el Ley, desde sus nacimientos hasta sus desembocaduras.

Esa región ya había sido despejada por la guerrilla para ser colonizada desde 1978, en donde pretendían tener confrontaciones armadas con el ejército en zonas despobladas con el objetivo de dejar por fuera a la población civil.

En ese comunicado, el EMBO explicó que controlarían el ingreso de colonos “hasta que tengamos nuevas condiciones”, y a renglón seguido aseveró que se referían a “si el próximo gobierno logra negociar una salida política al actual conflicto que vive el país”.

El Bloque Oriental anunció, además, que ellos entregarían los baldíos a los colonos y ordenaba a los que ya estaban asentados que mejoraran la producción de alimentos para que les “sirviera de apoyo para la zona de guerra”. La decisión de escoger esta región no era caprichosa y le serviría a las Farc después como refugio para mantener a los políticos, soldados y policías que secuestró a lo largo de la arremetida que comenzaron en 1997.

Terrorismo, las tomas y los secuestros
Con estas condiciones, el Bloque Oriental empezó a crear células urbanas para efectuar un cierre a lo largo y ancho del departamento de Cundinamarca, con el fin de “sitiar” a la capital de la República. Una de ellas fue el Frente Urbano Antonio Nariño, que surgió en 1995 entre los municipios de La Uribe y La Macarena, Meta.

Su primer golpe a Bogotá fue el ataque con rockets a la estación de Policía del Barrio Kennedy, el 30 de mayo de ese año, que dejó 3 policías asesinados, y atentados simultáneos contra centros de Atención Inmediata (CAI), en diferentes puntos de la ciudad. Dicho frente quedó bajo la dirección del guerrillero Julián Gallo, alias ‘Carlos Antonio Lozada Gallo’, quien reclutó universitarios, quienes actuaban desde la clandestinidad y de manera compartimentada, muchas veces sin que unos supieran de la existencia de otros.

A principios de 1996, el EMBO creó la columna móvil Alfonso Castellanos, para impedir el ingreso de los paramilitares a Arauca, concentrándose en Tame, Cravo Norte y Puerto Rondón.

En septiembre de ese año, el Frente 1 asaltó la vereda La Carpa, de San José del Guaviare, y asesinaron 27 militares. Durante ese año en la zona de influencia del Bloque Oriental se registraron 43 secuestros, principalmente de policías y militares.

El 10 de septiembre de 1997, en plena época electoral, empezaron a secuestrar a políticos, como le ocurrió al candidato a la alcaldía de San José del Guaviare, Pablo Emilio Rojas, y al concejal Delio Franco. Ese mismo día, los frentes 38 y 56 sitiaron al municipio de Pajarito, en Boyacá, dejando 5 militares y 4 civiles muertos.

Un mes después, guerrilleros del Frente 17 minaron la carretera entre San Juan de Arama y el Alto de la Bodega, donde 17 policías resultaron muertos por la explosión. Ese año en total se registraron 60 secuestros, muchos con fines extorsivos a personas adineradas de diferentes regiones.

El 1 de marzo de 1998, en una acción conjunta de 11 frentes con 1.320 hombres armados cuyo objetivo era la base militar de Tres Esquinas en Caquetá, se enfrentaron a un batallón de contraguerrilla en el sitio conocido como El Billar, asesinando a 64 soldados, dejando heridos a 19 y secuestrando a 43, en el que es considerado uno de los peores reveses de la Fuerza Pública en el conflicto armado colombiano.

En ese mismo mes, el EMBO creó el frente Esteban Ramírez, para aumentar el cerco a Bogotá. Al tiempo que decidió fortalecer el suministro de guerrilleros a los frentes que estaban en Cundinamarca, Boyacá y Meta. “Para cumplir esa misión, cada dos años enviaban a 50 subversivos al páramo de Sumapaz, para que se adaptaran al clima y para mejorar los corredores de movilidad”, explicó la Fiscalía en su informe al Tribunal de Justicia y Paz de Bogotá.
Ese año, el Bloque empezó a montar retenes ilegales enlas vías que comunicaban a Bogotá, que serían conocidos como ‘pescas milagrosas’, como ocurrió en la vía entre Cáqueza y Guayabetal, en donde guerrilleros del Frente 53 secuestraron a 32 civiles.

También intensificaron sus acciones en varios departamentos: asaltaron a Puerto Lleras y La Uribe (Meta), dejando como resultado 33 militares muertos y 8 secuestrados; El Retorno y Miraflores (Guaviare), en donde destruyeron el pueblo, secuestraron 129 miembros de la Fuerza Pública y asesinaron a 6 militares y 6 civiles; y Mitú (Vaupés), en donde hubo 17 uniformados muertos, 61 secuestrados y 9 desaparecidos.

El repliegue y rearme de la zona de distensión
Todas estas acciones armadas y secuestros tenían como objetivo mostrar su poderío en el preámbulo del inicio de las conversaciones que adelantaría este grupo subversivo con el gobierno de Andrés Pastrana, el cual decidió despejar un área de 42 mil kilómetros cuadrados que incluyó los municipios de La Uribe, Mesetas, La Macarena y Vista Hermosa, en el Meta, y San Vicente del Caguán, en el Caquetá..

Con cientos de militares, policías y políticos retenidos, el Bloque Oriental se consolidó como la estructura guerrillera de más peso en las Farc. Por eso idearon un plan de fortalecimiento de sus frentes y que pusieron en marcha apenas asumieron el control del área desmilitarizada.

Según la Fiscalía durante el tiempo que duró la llamada Zona de Distensión, (Las Farc) se financiaron con el narcotráfico y también abrieron sus rutas hacia mercados internacionales como se pudo evidenciar en la alianza que hizo el narcotraficante Carlos Ariel Charry Guzmán, alias ‘El Médico’, con los carteles mexicanos como el de Tijuana. Este hombre fue capturado ese país el 28 de agosto de 2000 y en su poder fue hallado un video donde aparece junto al guerrillero alias ‘El Mono Jojoy’.

Solo en San Vicente del Caguán se concentró el 90 por ciento de las hectáreas cultivadas de coca y los laboratorios para el procesamiento del alcaloide, según el informede la Fiscalía.

La guerrilla aprovechó la zona despejada utilizada para mantener a los cientos de miembros de la Fuerza Pública secuestrados, que fueron trasladados a esta región mientras públicamente sus voceros exigían un intercambio humanitario por guerrilleros presos en las cárceles.

Durante 1998 se incrementó de manera desbordada el número de combates con la Fuerza Pública, en total fueron 211 ese año, y como consecuencia de las derrotas militares también aumentaron los secuestros, que llegaron a 347, lo que significó un aumento de 478 por ciento en comparación con 1997.

En 1999, las Farc intensificaron sus asaltos a municipios en todo el país. Incluso en un mismo día: el 10 de julio, atacaron a Toledo (Norte de Santander), Algeciras (Huila), Hato Corozal (Casanare), las estaciones de Policía del municipio de San Carlos (Antioquia), El Colegio, Fusagasugá y Boquerón (Cundinamarca), Puerto Rico, El Doncello, Paujil y el municipio de Florencia (Caquetá), San Miguel (Putumayo), San José del Guaviare (Guaviare), Puerto Lleras y Puerto Rico (Meta).

Ese año, unidades militares incautaron una grabación en la que ‘El Mono Jojoy’, en una charla con varios comandantes y guerrilleros, explicaba su estrategia para cercar a Bogotá. En un aparte decía que al Bloque Oriental le correspondía “crear las condiciones para bloquear a Bogotá, incluyendo todas las carreteras que llegan ahí o salen de ahí, aislarlo del resto del País, es el objetivo número 1, Bogotá que eso sea en un páramo, está el cerro de Monserrate, el de Guadalupe y otros, y esta también lo de Villavicencio, entonces si logramos cortar la carretera Villavicencio – Bogotá, Bogotá va quedando bastante pobre en carne y en parte también de plátano, de yuca, de papaya, de tomate, todo eso va al llano y que Villavicencio es para Bogotá lo que es pasto para Cali, es el objetivo central y sobre ese hay que trabajar con mucha fuerza.”

El jefe guerrillero también recomendaba presionar a los políticos locales a renunciar a sus postulaciones o a salir desplazados de sus municipios. “Hay que llamarlo y decirle: ‘señor queda destituido se va o se muere de todos los municipios del Bloque Oriental'”.

Entre 1998 y 2002, se registró el peor escenario de guerra en el país, a pesar de estar inmersos en una negociación. Según las cifras de la Fiscalía, en esos cinco años el Bloque Oriental de las Farc fue responsable de 1.089 secuestros y de 1.919 combates con la Fuerza Pública, algo nunca visto en décadas anteriores, lo que generó constantes tensiones en la mesa de negociaciones del Caguán.

Estas acciones coincidieron también con la puesta en marcha del llamado Plan Colombia, un programa de ayuda del gobierno de los Estados Unidos con el que se profesionalizó y tecnificó a las Fuerzas Militares, con una ayuda entre 2000 y 2005 de US$2.800 millones de dólares y que tendría años después al Bloque Oriental como uno de sus principales objetivos.

El retroceso de la guerrilla
A raíz de los múltiples secuestros y tomas a poblaciones en medio de las negociaciones, en particular el secuestro de un avión el 20 de febrero de 2002 en el que viajaba el congresista Eduardo Gechem Turbay, el gobierno de Andrés Pastrana dio por terminados los diálogos de paz y ordenó la retoma de la Zona de Distensión.

Tras la llegada al poder de Álvaro Uribe Vélez, una de sus primeras acciones fue ordenar a los mandos militar atacar a las Farc, especialmente a los frentes que se encontraban en Cundinamarca. Por eso la V División del Ejército desarrolló la operación Libertad 1, que se centró en zonas limítrofes de Cundinamarca, suroriente de Boyacá y oriente del Tolima, para cerrar los corredores de entrada a Bogotá.

En el informe de la Fiscalía, que cita a un estudio de la Fundación Nuevo Arco Iris, señaló que en esa operación el Ejército logró desmantelar 3 frentes -el 22, el 54 y la Policarpa Salavarrieta- y debilitó al 53,55 y 56, así como logró la captura de 212 guerrilleros y la muerte de otros 174.

Esta operación obligaría a ‘Jojoy’ y sus hombres a replantear la estrategia iniciada en 1987. “Esta derrota significó para las Farc el retroceso más grande; a partir de ahí, la dirigencia de la organización planeaban la retoma de esas áreas que perdieron militarmente, fortalecieron y repotenciaron los frentes y columnas que retrocedieron, creando algunas estructuras nuevas con el fin de consolidar los corredores de movilidad que existen sobre los municipios de Lejanías, San Juan de Arama y Mesetas en el departamento del Meta, por donde pueden volver a retornar al departamento de Cundinamarca y cercar nuevamente, Bogotá”, dice un aparte del informe.

En 2002, Marulanda’ expidió un plan llamado ‘Veintinueve órdenes’ con “el fin de mantener la disciplina en todas las estructuras del Bloque Oriental”, seriamente debilitado por la operación Libertad 1.

El documento señalaba la necesidad de iniciar una purga en los diferentes frentes, y les ordenaba a ‘Jojoy’ y a sus hombres depurar “las unidades de agentes, descompuestos, insubordinados, borrachos, infractores de la disciplina, abusadores con la población civil, violadores de secretos y chismosos, ladrones, dañinos de los bienes del movimiento y de los civiles, jugadores de caballos, gallos, tejo, atari, voleibol, fútbol, trique, cartas, entre otros.”

También suspendió la compra de “carros , motos, motores, repuestos, computadores, grabadoras, wolman, licores, agua, jugos, gaseosas, perfumes, botas diferentes a las ecuatorianas, alimentos en los pueblos y todo lo que no esté autorizado por los Organismos Superiores”. ‘Marulanda’ también ordenó que cada frente debía asesinar al menos un miembro de la Fuerza Pública al día, en acciones aisladas diferente a los combates.

En ese memorando se veía la paranoia de la guerrilla con respecto a la infiltración de sus filas, por eso establecieron tener mayor control sobre el crecimiento de las FARC, Milicias Bolivarianas, Partido Comunista Clandestino de Colombia (PC3) y Movimiento Bolivariano. “Con estas organizaciones adelantamos la consolidación territorial y poblacional, penetrando las formas naturales que tengan las masas en organización sin destruirlas para que el enemigo no los mate, expulse o desaparezca, pero la autoridad en estas regiones son las FARC.”

También dieron la orden de “no permitir funcionarios del Estado en ninguna de sus áreas, los que no renuncien, preparan las condiciones, consultan al mando superior y se dan de baja donde estén.” La guerrilla también planeó la creación de tres escuelas de formación política y militar para dirigir el PC3, el movimiento Bolivariano y las milicias.

Todo esto provocó que se dispararan los combates en las zonas de injerencia del Bloque Oriental. Solo en 2002, se registraron 648 combates, 193 hostigamientos a poblaciones, 152 retenes ilegales, 11 masacres y 193 actos de terrorismo.

Tras el éxito de Libertad 1, las Farc optaron por recoger los pocos hombres que quedaron de los reductos guerrilleros y los llevaron al Meta para supuestamente reorganizar el plan que buscaba el cerco de Bogotá. También renovaron el Estado Mayor del Bloque Oriental y entró a la dirección del EMBO, Mauricio Jaramillo, alias ‘El Médico’, quien hasta entonces estaba a cargo del hospital de las Farc y había hecho parte del comité temático en las conversaciones de paz en San Vicente del Caguán.

Fue en 2003 cuando el Bloque Oriental dio su más duro golpe en Bogotá con el estallido de un carro bomba en el club El Nogal, ejecutado por hombres de la Columna Móvil Teófilo Forero, en donde murieron 36 personas. En ese año también detonaron un carro bomba en San Andresito en el que 6 personas perdieron la vida.

Ese año se registraron 804 combates, 160 hostigamientos a poblaciones y como forma de atajar la ofensiva militar, el Bloque Oriental decidió aumentar la instalación de campos minados, el reclutamiento de menores y el plan pistola, que no era otra cosa que el asesinato de miembros de la Fuerza Pública..
Producto de la presión de las Fuerzas Militares, era evidente el debilitamiento del Bloque Oriental, por lo que empezó el repliegue de la guerrilla hacia las zonas de retaguardia. Se sumó el Plan Patriota que desplegó 17 mil militares a las inmediaciones del río Caguán, los Llanos del Llarí y la Amazonía, precisamente para recuperar esta retaguardia a donde se refugiaron la mayoría de los frentes del Bloque Oriental.

El mayor golpe que daría el Ejército sin duda sería la desarticulación de los grupos que se concentraron en Cundinamarca y la muerte en diciembre de 2003 de Marco Aurelio Buendía, uno de los jefes del Estado Mayor del Bloque.

En 2007, las Farc realizaron su novena conferencia, que no fue como de costumbre una reunión de los miembros del Secretariado, sino que se realizó por separado en cada bloque y estos a su vez enviaron sus conclusiones al Estado Mayor.

Fue en ese momento en el que dirigieron su estrategia hacia “lo político, el manejo de masas y las finanzas”. El plan lo bautizaron ‘Llarí’, con el que definen un área de retaguardia para los bloques Oriental y Sur, adquirir fincas para su sostenimiento y el “aprovechamiento de la población por su bajo nivel educativo”.

A partir de 2008, producto del fracaso en sus peticiones de intercambios humanitarios por guerrilleros presos, empezaron a liberar unilateralmente políticos y militares que mantenían secuestrados, como Clara Rojas y Consuelo González, pero también a sufrir reveses con operaciones como Jaque, en la que fueron liberados 15 secuestrados, entre los que estaban la política Ingrid Betancur, tres contratistas estadounidenses, y varios soldados y policías.

Tras estos golpes y los conatos de indisciplina, los miembros del Secretariado decidieron autorizar ajusticiamientos a aquellos considerados como traidores. Cabe anotar que en 2008, los combates empezaron a caer, de 553 en 2007 a 269 en 2008. Sin embargo, en esa época empezaron a crecer la instalación de campos minados y el reclutamiento de menores.

Es en ese mismo año en que mueren en diferentes circunstancias ‘Manuel Marulanda’-de muerte natural-; Iván Ríos –asesinado por su segundo-; y ‘Raúl Reyes’ –en bombardeo en Angostura, Ecuador. Muertes que afectaron la dirección del Bloque Oriental.

El EMBO decidió crear el Frente Acacio Medina para garantizar “el tráfico de armas y drogas, y su repliegue hacia otros países, ante un primer fracaso de la primera ofensiva”. Entonces ubicaron tres frentes en las fronteras con Venezuela y Brasil, con la intención de brindarle seguridad a los viejos marquetalianos, entre otras misiones.

Según la Fiscalía fue a partir de este momento que “las Farc observan la importancia de la frontera no solo como zona de retaguardia estratégica para los diferentes comandantes guerrilleros que lleguen a la misma sino también como área estratégica para sus finanzas, abastecimientos logístico, médico, de armamento y avance político tanto nacional como internacional.”

En 2009, los combates disminuyeron producto del repliegue y la estrategia defensiva se concentró definitivamente en la instalación de campos minados. Sin embargo, no lograrían evitar que la Fuerza Pública les diera golpes que terminaron minando la estabilidad del Bloque Oriental, como ocurrió el 13 y 14 de julio, cuando el Ejército liberó en la operación Camaleón a cuatro militares que mantenían secuestrados desde 1998.

Pero sin duda el hecho que más afectó al Bloque fue la muerte, el 22 de septiembre 2010, en un operativo conjunto del Ejército, la Policía y la Fuerza Aérea, de Víctor Julio Suárez más conocido con el alias de guerra de ‘Jorge Briceño’ o ‘El Mono Jojoy’, quien fue el guerrillero que fue el artífice de la consolidación de este grupo subversivo y que hizo crecer a las Farc durante más de dos décadas de violencia.

En su reemplazo llegó ‘El Médico’, quien sería el protagonista del acuerdo para el inicio de las actuales conversaciones en La Habana. Sin embargo, hoy el Oriental lleva el nombre de Bloque comandante Jorge Briceño.

Desde la muerte de ‘Jojoy’, ‘El Médico’ ha ordenado la creación de nuevos frentes como el Vaupés, el Víctor Alirio Saavedra y el Camilo Torres, con el objetivo de facilitar corredores de movilidad, abastecimiento y las finanzas principalmente en la región del Bajo Ariari, que es considerada según la Fiscalía “el pulmón financiero del bloque por su actividad del narcotráfico”.

En febrero de 2012, las Farc anunciaron que dejarían de secuestrar y las últimas liberaciones de soldados y policías se registró el 4 de abril de 2012, cuando fueron liberados 10 que permanecían en poder de la guerrilla.

Al final esta investigación muestra cómo el Estado Mayor de las Farc pasó de planear ofensivas a nivel regional en 1993; a ataques de mayor impacto como secuestros y tomas a poblaciones desde 1997; con lo que consiguió pasar a su mejor momento entre 2000 y 2002 aprovechándose de la Zona de Distensión; a finalmente entrar, desde 2007, a una etapa en la que intentó evitar su colapso militar y político producto de los reveses propinados por la ofensiva de la Fuerza Pública. Hoy ese poderoso Bloque está replegado, diezmado y ya no es ni la sombra de lo que fue en su mejor momento en el que llegó a representar casi el 50 por ciento de las Farc.