Arturo Torres era ‘Don Carlos’, único ex jefe sobreviviente de los tres frentes que tuvo las Auc en el sur de Bolívar. Alonso Pabón era ‘Alemán’, quien había sido guerrillero. Sus confesiones han puesto luz sobre cómo creció el paramilitarismo en esa región.
‘Macaco’, ‘Ernesto Báez’ o ‘Julián Bolívar’, los más nombrados jefes del Bloque Central Bolívar -Bcb-, un grupo paramilitar que tuvo sus orígenes a finales de los años 90 en el sur de Bolívar y que con financiación del narcotráfico se extendió durante la siguiente década a otros siete departamentos (Lea: Los tentáculos del Bloque Central Bolívar). En el sur de Bolívar, los paramilitares tuvieron tres frentes y de quienes fueron su jefes, sólo sobrevive uno, Arturo TorresPineda, alias ‘Don Carlos’. Era vigilante y se convirtió en la sombra de Carlos Mario Jiménez, alias ‘Macaco’, en los corregimientos de San Blas y Monterrey, en Simití, donde imperaron los asesinatos y desplazamientos entre 1998 y 2006.
‘Don Carlos’ no es un alias tan conocido como el deSegún la Fiscalía 34 de Justicia y Paz, alias ‘Don Carlos’ ha aportados algunas claves para reconstruir los crímenes cometidos por los paramilitares en el sur de Bolívar. En su versión libre, contó cómo se unió al grupo del extraditado ‘Macaco’ hasta que ascendió a jefe del Frente Libertadores del Río Magdalena, cuya base él mismo instaló en el corregimiento de Monterrey, en Simití. A ese pueblo llegó dando bala con un grupo de por lo menos 20 paramilitares y, apenas se afianzó, comenzó a reclutar jóvenes, entre ellos a varios que habían combatido con la guerrilla del Eln.
Según su relato ante la Fiscalía, Torres Pineda nació en Antioquia y antes de unirse a los paramilitares trabajó en las plantaciones de banano en la región antioqueña del Urabá, prestó servicio militar en el Batallón Tenerife de la IX Brigada y de regreso a Medellín, trabajó como vigilante y constructor. “A finales de 1997 me contacté con una prima que trabajaba con Carlos Mario Jiménez. (…) Me dijo que tenía un trabajo en Caucasia, que si quería trabajar, que era para ir a manejar a 20 hombres que tenía en Barro Blanco (corregimiento de Tarazá, Antioquia)”, dijo.
Torres contó que, entre finales de 1997 y principios de 1998, llegó a una finca en el municipio de El Jardín, Antioquia, donde lo recibió Héctor Edilson Duque Ceballos alias ‘Monoteto’, un hombre de confianza de alias ‘Macaco’. Éste lo encargó de un grupo de paramilitares en el corregimiento de Barro Blanco. Desde entonces, comenzó a llamarse ‘Don Carlos’.
El ex paramilitar recordó que de Barro Blanco se movilizó con su grupo hasta Piamonte (corregimiento del municipio de Cáceres, en Antioquia), donde permanecieron por un tiempo por orden de ‘Monoteto’. “Me dijo que él y el ‘patro’, o sea ‘Macaco’, iban a comprar unas tierras en esta zona y que la función de nosotros era cuidar esas tierras porque iban a ser puras fincas de ganado”, contó en la versión libre. En agosto de 1998, alias ‘Monoteto’ le dijo que preparara a sus hombres porque se movilizarían hasta el sur de Bolívar. Un mes después ‘Don Carlos’ llegó a Simití, donde las Auc ya tenían una base paramilitar.
“Nos fuimos para un sitio que se llama Puerto Mosquito. De ahí nos recogió una chalupa y nos pasó por el río Magdalena. Llegamos a Cerro Burgos y de ahí a un lugar conocido como La Base, eso queda más allá de Simití, yendo para Santa Rosa como a 15 kilómetros pero a orillas de la ciénaga”, contó alias ‘Don Carlos’. Ya en la zona entró en contacto con quienes para entonces eran los jefes paramilitares en el sur de Bolívar, entre ellos, Jhon Francis Arrieta alias ‘Gustavo Alarcón’, quien estuvo allí entre julio de 2000 y finales de 2002, y William Armando Mendoza alias ‘Peruano’, quien fue jefe militar en la región.
Según el ex paramilitar, sumando los hombres de los diferentes grupos de las Auc en la región, apenas llegaron a los 70 integrantes. Su misión, dijo, era combatir la Compañía Mariscal Sucre y el Frente Héroes de Santa Rosa, del Eln, y al Frente 24 y 37 de las Farc. “Duramos varios meses planeando la entrada a Monterrey (corregimiento de Simití) para noviembre de ese año (1998)”, recordó el ex paramilitar.
El primer intento de toma del pueblo fue, sin embargo, fallido por los combates que sostuvieron con el Eln. “Había mucha guerrilla. Nos tocó retroceder. Se apoderaron de los equipos que teníamos ahí; nos llegaron a las trincheras y por radio escuchamos que nos iban a coger de improviso”, dijo. Planearon la siguiente incursión para enero de 1999, cuando alcanzarían el doble de paramilitares, entre 120 y 130 hombres y dos bases y tuvieron éxito.
Después de tomarse Monterrey, los paramilitares siguieron su recorrido por el corregimiento de Paraíso. “En medio de los combates llegaron allá. El caserío estaba desocupado. Gran parte de la población civil se había ido porque sabíamos que íbamos para allá. La guerrilla minó gran parte de las casas. Ya ubicados en los cerros duramos como veinte días en combates con la guerrilla”, dijo.
En su relato, ‘Don Carlos’ le dijo a la Fiscalía que las tropas siempre volvían a Monterrey donde él tenía su sede. La ruta paramilitar siguió por el municipio de Santa Rosa y más tarde a San Pablo. A los guerrilleros que capturaban vivos no los asesinaban si estos se sumaban a las filas de las Auc. Los combates se intensificaron en 2000 y 2001 cuando el Bloque Central Bolívar se había multiplicado hacia otras regiones del país.
Para la época en el sur de Bolívar había tres bloques: el Frente Vencedores del Sur con presencia en San Blas, Tiquisio, Morales, Río Viejo, Arenal, Regidor, Simití, Santa Rosa, Pueblo Nuevo, Buena Vista, Canelo, San Juan de Rio Grande y Río Amarillo a cargo de alias ‘Cinco Cinco’. El Frente Combatientes de San Lucas con presencia en Barranco de Loba, San Martín de Loba, Hatillo de Loba, El Peñón, Altos de Rosario y Coco Tiquisio a cargo de alias ‘Sagún’. Y el Frente Libertadores del Río Magdalena en Monterrey, Paraíso, Vallecito, Cañaveral Bajo, Piñal, San Luis, Ahuyama, Santo Domingo, Pozo Azul, Aguas Lindas, San Pablo y Cantagallo, a cargo de ‘Don Carlos’.
Los enfrentamientos entre paramilitares y guerrilleros en el sur de Bolívar provocaron el desplazamiento de decenas de personas en estos estos pueblos. Los campesinos abandonaron sus tierras por miedo a que fueran tildados de pertenecer a uno de los dos bandos. Según el antiguo Registro Único de Población Desplazada, Rupd, entre 1997 y agosto de 2010 de San Blas salieron expulsadas 8.720 personas; de San Pablo lo fueron 25.993.
Las cifras de desplazamiento coinciden con las de la Unidad de Restitución de Tierras en Santander. San Pablo y Simití son precisamente los pueblos con más reclamantes de tierras en esta región, con 129 y 117 solicitudes. En el sur de Bolívar, las víctimas están pidiendo la restitución de casi 50 mil hectáreas que tuvieron que abandonar o que les fueron despojadas durante el conflicto armado.
El ex guerrillero que se convirtió en ‘para’
La historia de Alonso Pabón Correa conocido en el sur de Bolívar con el alias de ‘Alemán’ refleja la estrategia que utilizaron los paramilitares en varias regiones del país: sumar a sus filas a guerrilleros que, derrotados en combate, les sirvieran de guía e informantes en la región. Correa fue un guerrillero que durante la ola de violencia paramilitar fue reclutado por alias ‘Don Carlos’ en el sur de Bolívar. Su testimonio también ha sido clave para reconstruir los crímenes de las Auc en esta región.
En una versión libre, Correa le contó a la Fiscalía que se unió a la guerrilla siendo menor, a los 17 años, en el corregimiento de San Blas. “Ver a la guerrilla allá era como ver a la Policía. Se veía por todos lados”, dijo. Eso fue en 1997 y durante tres años hizo parte de la Compañía Mariscal Sucre del Eln hasta que tras pisar una mina antipersona pidió el retiro del grupo ilegal.
Con 21 años, en 2001 Torres se fue a trabajar en fincas como raspachín de coca. En diciembre de ese año, un grupo de paramilitares llegó hasta el lugar donde él y otros nueve hombres dormían. Los amarraron y los llevaron hasta el corregimiento de Monterrey donde estaban alias ‘Peruano’ y ‘Don Carlos’. “A mí me preguntaron que si me quedaba con ellos ‘trabajando’ y a cambio me perdonaban la vida. En ese momento yo les dije: me quedo”, le relató Torres a la Fiscalía.
En su narración, Torres quien en la ilegalidad era conocido como ‘Alemán’ contó que alias ‘Peruano’ y ‘Don Carlos’ le preguntaron que si conocía los campamentos de la guerrilla y el camino para llegar Antioquia. Él les contó y de ahí en adelante, como muchos otros ex guerrilleros, fue guía de este grupo paramilitar. Las Auc llegaron a tener 2.000 integrantes en el sur de Bolívar para cuando se desmovilizaron el 31 de mayo de 2006 en el corregimiento de Buena Vista del municipio de Santa Rosa del Sur.