Hace cuatro días volvieron las amenazas contra campesinos reclamantes de tierras en la vereda La Europa, del municipio de Ovejas. Lo que no imaginaron fue que una persona que se opone al proceso de restitución disparara contra un parcelero.
Andrés Narváez salió esta mañana de su casa en la Troncal del Caribe, que comunica a los municipios de Corozal a Ovejas, a buscar unos pájaros que dejó cerca de la casa de un vecino. En el camino se encontró con el administrador de Arepas Don Juancho, empresa que desde 2008 alega ser la propietaria de la hacienda La Europa de 1.300 hectáreas y que es reclamada por un grupo de campesinos adjudicatarios del antiguo Instituto Colombiano para la Reforma Agraria (Incora) hoy Incoder.
El administrador* le preguntó a Narváez que por qué los parceleros habían puesto una puerta de hierro y unas columnas de cemento a la entrada de la hacienda. El campesino respondió que era un asunto de seguridad, para evitar que extraños entraran a las tierras. El administrador le dijo que iba a contratar un buldócer para demoler todo; ante ello, Narváez dijo que podía hacerlo. La respuesta alteró al administrador, quien después de gritar “Te voy a matar” desenfundó su revólver y disparó cuatro veces contra el labriego.
Este fue el relato que varias personas escucharon de Narváez mientras era conducido en una ambulancia hasta el hospital de Corozal. Durante la cirugía, los médicos determinaron que ninguna bala, pese a que dos perforaron la parte derecha de su tórax, afectó los órganos vitales y que ahora tendrá que recuperarse de una fractura en una costilla y de otra en un dedo. “Es un milagro”, le dijeron los galenos a familiares y amigos.
Fuentes consultadas por VerdadAbierta.com aseguraron que el Gaula fue informado de lo sucedido y que están a la espera de la captura del administrador por atentar contra la vida del parcelero.
Narváez es uno de los cerca de 70 campesinos que presentaron su reclamación ante la Unidad de Restitución de Tierras, esperando que un juez les dé la razón sobre la reclamación que hacen sobre La Europa, una hacienda que les fue titulada en común y proindiviso en 1969 como parte de la prometida reforma agraria que impulsó el gobierno del entonces presidente Alberto Lleras Camargo.
La historia
Los parceleros de La Europa han tenidoque afrontar una historia de violencia. En los años ochenta los asedió la guerrilla con secuestros y extorsiones; a mediados de los noventa fueron los paramilitares del Bloque Héroes de los Montes de María de las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc) quienes terminaron desplazándolos. La violencia perpetrada entre 1900 y 2005 dejó 15 campesinos asesinados. A finales de 2005, de las 114 familias beneficiarias del Incora con las tierras de La Europa sólo quedaban seis, que trataron de resistir en medio de las balas.
Cuando vino la desmovilización del Bloque Héroes de los Montes de María, el 14 de julio de 2005, los parceleros creyeron que había garantías para volver y rehacer su vida después de tantos años de desplazamiento. Pero cuando llegaron, se encontraron con una tierra llena de maleza y sin las condiciones económicas para hacerlas prosperar. No obstante, se quedaron y persistieron en salir adelante.
En 2008, a la antigua hacienda arrimó Juan Guillermo Vélez Jaramillo, un empresario antioqueño que les dijo ser representante de la empresa Arepas Don Juancho y que estaba interesado en comprarles las tierras para cultivar maíz y producir harina para hacer arepas.
Aunque el título que el antiguo Incora le había dado a los campesinos sobre la hacienda era en común y proindiviso, es decir, un título colectivo donde todos los campesinos eran propietarios del lote, los parceleros habían dividido La Europa en parcelas de 11 hectáreas cada uno.
Vélez Jaramillo buscó a cada uno de los campesinos y les dio de a tres millones de pesos por cada parcela. El empresario registró las compras, que en total sumaban 270 millones de pesos, en 92 cartas-venta que fueron avaladas en la Notaría Única de Ovejas. Sin embargo, la escritura original, la que les daba propiedad a los 114 campesinos, no fue modificada porque las tierras de La Europa se encontraban protegidas por una medida cautelar que había interpuesto un campesino en abril de 2007.
Los problemas en La Europa arreciaron cuando más tarde los campesinos se dieron cuenta que el empresario se había aprovechado de su situación de pobreza y de su condición de víctimas del conflicto armado para comprarles las tierras a bajo precio. En 2010, Arepas Don Juancho acudió a amparos policivos para expulsar a los parceleros. Los campesinos, quienes se rehusaron a salir, contaron que durante los siguientes dos años fueron violentados por los trabajadores del empresario, quienes llegaron incluso a quemarles varios ranchos.
VerdadAbierta.com ha documentado la historia de La Europa en varias oportunidades (Lea: La Europa y su misterioso comprador y La Mula, La Europa y la otra Alemania) y para mayo de 2012 los problemas entre los campesinos y los trabajadores de la empresa Arepas Don Juancho habían disminuido.
Debido a la demora del antiguo Incora en resolver la titulación de la hacienda, el Incoder decidió transferirle el caso a la Unidad de Restitución de Tierras para que atendiera las reclamaciones de los campesinos. En agosto de 2012, esta dependencia conoció el caso y en noviembre de ese mismo año los campesinos decidieron registrarse de forma colectiva a la espera de que un juez especializado los escuche.
Gina Castro, directora de la Unidad de Restitución en Sucre, aseguró que 51 parceleros se presentaron al proceso, pero que la Unidad sólo registró 20 casos porque estos cumplieron con los requisitos de la Ley 1448 o Ley de Víctimas y Restitución de Tierras. “De esos veinte casos, siete ya fueron presentados en demanda ante un juez de tierras en febrero de 2013. Estamos apenas en período de notificación”, dijo.
Aunque en sus declaraciones varios parceleros señalaron a Arepas Don Juancho de aprovecharse de su situación de vulnerabilidad para comprarles la tierra a bajo precio, la funcionaria señaló que de momento la empresa no se ha presentado porque apenas el juez está notificando a las partes del proceso judicial.
Cuestionamientos
Según Castro, Andrés Narváez no aparece registrado en su base de datos como reclamante de tierras “porque al momento de la declaración el señor dijo que estaba viviendo en su predio, que no había sido desplazado y que lo que solicitaba era la formalización del predio”, explicó la funcionaria. Según la Unidad, Narváez lo que estaba pidiendo era que el Instituto Colombiano de Desarrollo Rural (Incoder) le entregara un título formal de su parcela en La Europa.
Pero otra es la versión de varios parceleros, quienes indignados por la gestión de la Unidad decidieron por su cuenta buscar al juez y probarle con documentos y declaraciones que ellos habían quedado por fuera del registro de reclamantes.
“La Unidad de Tierras no hizo bien la caracterización del caso de La Europa. Cómo dicen que Andrés no fue desplazado. Sí lo fue y ha sido amenazado muchas veces. Otros parceleros como él también fueron desplazados y la Unidad no los incluyó en el registro. La Unidad hizo mal el trabajo y por eso, hace dos meses documentamos nosotros uno por uno los casos y se los llevamos al juez”, dijo un campesino de quien se reserva la identidad.
Por lasamenazas, Narváez había recibido medidas de seguridad de la Unidad Nacional de Protección, que ampara a personas que denuncian que su vida está en peligro. El campesino había recibido un teléfono celular y un chaleco antibalas que este jueves no llevaba puesto por el calor que hace en la región Caribe.
“En la antigua hacienda hay por lo menos 70 parceleros que estamos resistiendo. Los problemas se habían calmado hacía rato pero hace cuatro días el administrador nos dijo que él iba a recuperar La Europa, que porque esa tierra era de él”, dijo otro parcelero de quien se reserva su identidad por razones de seguridad.
Ahora, los campesinos esperan que la Unidad de Restitución los tome en serio y que el juez que ya conoce su caso incluya a todos los reclamantes campesinos de La Europa, pero sobre todo piden garantías para vivir tranquilos en la tierra que reclaman.
(*) VerdadAbierta.com se abstiene de publicar el nombre para no entorpecer el proceso judicial