Desplazamiento en López de Micay por hostigamientos de las Farc

      
Este municipio costero del departamento de Cauca cumple una semana bajo el asedio guerrillero del Frente 29. Tras el fin de la tregua unilateral han atacado la estación de policía local y algunas veredas aledañas. Alrededor de 400 viviendas han sido afectadas por la explosión de ‘tatucos’.

La región del Pacífico ha sido la más golpeada por el recrudecimiento del conflicto armado. Foto: archivo Semana.

Desde el pasado 29 de mayo, las Farc atacan de manera constante la estación de López de Micay. Pese a que no se han registrado muertos ni heridos, los mayores afectados han sido los habitantes de las inmediaciones de la guarnición policial, quienes, al escuchar el sonido de los fusiles, emprenden la huida hacia casas de familiares y amigos mientras la situación vuelve a la normalidad.

Los fuertes enfrentamientos se trasladaron a la zona rural, que generaron el desplazamiento de toda una vereda. El defensor regional del Pueblo, Mauricio Rendondo, le explicó a VerdadAbierta.com que hasta anoche se registraron explosiones y las 90 familias que viven en la vereda Cacahual se desplazaron hacia el casco urbano, en donde se quedaron en casas de amigos y familiares ante la falta de un albergue para su atención.

Asimismo, en la noche del jueves también se desplazaron 34 familias que viven en los barrios cercanos a la estación de policía por un nuevo hostigamiento. De acuerdo con registros de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (Ocha), desde el fin de la tregua unilateral de las Farc, alrededor de 600 personas han sido víctimas de desplazamiento interurbano por esta situación.

Ese organismo humanitario también advierte que “los ataques con artefactos explosivos improvisados han afectado unas 400 viviendas en la cabecera y zona rural”. Al respecto, el defensor Redondo señaló que por fortuna ninguna vivienda fue destruida, pero sí presentan afectaciones leves.

López de Micay es el segundo se municipio de Cauca en el que se han presentado desplazamientos masivos de civiles por el recrudecimiento del conflicto armado tras el reinicio de los bombardeos de la Fuerza Pública y la suspensión del cese unilateral al fuego que las Farc establecieron en diciembre del año pasado. A raíz de los combates por el bombardeo con el que la Fuerza Pública abatió a 27 guerrilleros del Frente 29 en Guapi el pasado 22 de mayo, más de 390 personas de la zona rural se desplazaron hacia el casco urbano y hoy están a la espera de poder retornar a sus hogares.

Pero el departamento de Cauca no ha sido el único afectado por esta nueva escalada de las Farc. Las ciudades sobre el océano Pacífico de Valle del Cauca y Nariño también han sido golpeadas furentemente. El pasado 31 de mayo miembros de las Farc derribaron una torre de energía en la zona rural de Buenaventura y dejaron durante cuatro días a la ciudad-puerto en oscuras. Y el municipio nariñense de Tumaco también ha sido asediado con constantes hostigamientos y explosivos, además de la voladura de un par de torres eléctricas que causaron un apagón parcial.

A pesar de toda esta violencia y afectaciones contra la población civil, los negociadores de las Farc y del gobierno nacional han seguido negociando en Cuba, y ayer anunciaron que se creará una Comisión de la Verdad, como medida de reparación a las víctimas y establecimiento de responsabilidades por el conflicto armado. Mientras tanto, las poblaciones más marginadas del suroccidente colombiano, las del Pacífico, viven en medio de la zozobra.