Los rumores de la vinculación de la política con el conflicto armado en Colombia se vienen escuchando desde los años 80, cuando se relacionaban millonarias contribuciones de la clase emergente a las campañas de los candidatos para Senado, Cámara de Representantes y presidencia, con la salvedad, de que para esas épocas dichas donaciones no eran satanizadas por cuanto no existía una ley que impidiera ni regulara estas financiaciones.
Esta situación cambió en 1990, luego de una década de guerra entre los carteles del narcotráfico y el Estado colombiano, que motivó la creación de normas que castigaban severamente el narcotráfico y sus vínculos con la sociedad. Su primer episodio se hizo notorio en el momento en que se desató el escándalo conocido con el nombre de “Proceso 8.000”.
Aunque el Proceso 8000 no fue una vinculación con un grupo armado propiamente, si lo fue con una organización que mantenía una actividad al margen de la ley como lo es el manejo del narcotráfico y lavado de activos. Mediante este escándalo comenzaron a conocerse las vinculaciones de los políticos locales con los grupos ilegales, siendo el Partido Liberal el primer damnificado, pues no sólo le costó su salida del Palacio de Nariño, a donde no ha podido regresar desde el año de 1998, sino también el deslizamiento de sus miembros hacia otros partidos y movimientos políticos.
Este lazo o maridaje, tenía sus motivaciones que iban más allá de simpatizar con algún candidato, por lo regular siempre iban encaminadas en favorecer a través de licitaciones públicas o expedición de leyes a sus emporios económicos o de manera personal, como lo fue la no extradición.
A partir de ese entonces Colombia empezó a conocer que tan relacionada está la democracia con los actores armados y como estos han penetrado sus instituciones.
Es así como hoy día se han iniciado los procesos judiciales que se conocen con el nombre de parapolítica, Farc-política, Elenopolítica y Eplpolítica, lo que ha permitido demostrar que este fenómeno no ha desaparecido y que en algunos casos ha refinado sus métodos para infiltrar la democracia colombiana.
La Parapolítica
En la actualidad la Parapolítica es el caso más ilustrativo de la forma como se mezcló la ilegalidad con la institucionalidad colombiana para mantener en el poder a las elites políticas regionales, consolidar unas economías locales y mantenerlas bajo su control, influyendo en las decisiones públicas de los distintos niveles gubernamentales.
Simultánea a la expansión paramilitar, fue el apoyo a candidatos a las alcaldías y concejos de los municipios con el fin de capturar las rentas públicas y poco a poco mantener una especie de economías feudales.
La Parapolítica se la puede definir hoy como la estrategia más efectiva que ha desarrollado un grupo armado para hacerse al poder local y de manera escalonada influir en las decisiones del nivel público.
Farc-política
Se conoce con el nombre de Farc-política los posibles vínculos de los políticos y funcionarios públicos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc).
Hasta el momento el caso más sonado y que parece arrojar resultados que demuestren esta asociación es el proceso del representante a la Cámara Luis Fernando Almario, señalado de estar involucrado en el asesinato de los miembros de la familia Turbay Cote, crimen perpetrado por las Farc en el año 2000. En adelante las vinculaciones que se han dado a este proceso judicial, han sido por sospechas o por las menciones de congresistas encontradas en el computador del extinto jefe de las Farc Raúl Reyes.
Durante la fase instructiva los funcionarios judiciales se han dado a la tarea de constatar dichos vínculos, lo cual al parecer no ha sido fácil, si se tiene en cuenta que la única prueba con la que cuentan es uno que otro correo que el guerrillero envía a su organización mencionando alguna conversación en pro del acuerdo humanitario, liberaciones unilaterales y gestiones de paz, a diferencia del contenido del computador de Jorge 40, quien mencionaba los nombres de los políticos con los cuales tenían acuerdos, número de cheques que se giraban, cuentas bancarias, etc., lo que les permitió a las autoridades judiciales reunir las suficientes pruebas para iniciar los procesos judiciales
Es de anotar que las Farc como grupo que controla un territorio cuenta con un margen de maniobra sobre la gestión pública de los municipios o las zonas rurales que están bajo su mando, por lo cual su relación es directamente con las instituciones territoriales de aquellos lugares, sin importarles el color político o quien sea el elegido, más no con las organizaciones políticas para influir en las elecciones, las que acostumbran a sabotear con el fin de que estas no se lleven a cabo.
Las autoridades judiciales en este caso la Fiscalía, por presión del gobierno nacional quien parece obsesionado con destapar un escándalo de iguales proporciones al de la parapolítica, se han mostrado más inclinadas en mirar a los políticos o funcionarios públicos con tendencias ideológicas de izquierda, sin tener en cuenta que el derecho se aplica en el hecho más no en el pensamiento, por lo que los casos fallados hasta el momento con excepción de Luis Fernando Almario, han sido a favor del implicado.
Elenopolítica
Para el caso del Eln podríamos hablar de dos territorios donde han hecho fuerte presencia. En primer lugar el departamento de Arauca, donde las regalías del petróleo motivaron su accionar tanto en lo militar como en lo público.
En este caso hubo alianzas políticas y compromisos económicos con el propósito de usar la estructura política ganada para afirmar su influencia y obtener beneficios provenientes de las rentas públicas. Por lo anterior el grupo armado mediante el uso de las armas, eligió candidatos para alcaldías, gobernaciones, concejo y asambleas en ese departamento antes de la llegada de los paramilitares.
En la actualidad los procesos judiciales por los vínculos de la política con el ELN, se han dado en el departamento del Chocó, en donde al parecer existen representantes a la Cámara que junto con su gobernador actual hacen parte de lo que se conoce con el nombre de Elenopolítica.
En las siguientes diapositivas se ilustra los vínculos que de manera judicial se les ha hecho seguimiento:
http://www.nuevoarcoiris.org.co/sac/files/oca/analisis/politica_conflicto_armado.pdf