Según el desmovilizado, miembros del DAS le facilitaron el ingreso a las Autodefensas a Pitalito, Huila. Los agentes les prestaban seguridad, transporte, información, identificaciones falsas y a cambio ellos hacían el trabajo sucio.
En breve: En una nueva jornada de versión libre en Medellín, John Jairo Rentería Zúñiga, alías ‘Betún’, confesó algunos hechos relacionados con operaciones paramilitares en el municipio de Pitalito, Huila, y en poblaciones de Caquetá vecinas a la llamada zona de distensión. En su relató destacó, en esta ocasión, los nexos con sectores de la Fuerza Pública. Nombres mencionados: Antonio Londoño Jaramillo, alias ‘Rafa Putumayo’; Fernando Mateus, alias de ‘Paquita’; alias ‘Ñoño’; alias ‘Álvaro’; Departamento Administrativo de Seguridad (DAS); Policía Nacional, Ejército Nacional. Lugares mencionados en la versión libre: Puerto Asís, Pitalito, Florencia, Montañita, El Doncello, Paujil, Puerto Rico, San Vicente del Caguán. |
Los paramilitares aseguran que miembros del DAS les facilitaros el acceso al Huila. Fotomontaje VerdadAbierta.com |
Así lo dejó en evidencia ante fiscales de la Unidad de Justicia y Paz en Medellín el desmovilizado paramilitar John Jairo Rentería Zúñiga, alías ‘Betún’, quien integró el frente Sur del Putumayo creado en 1998 con integrantes del Bloque Bananero de las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (Accu) por orden del jefe paramilitar Carlos Castaño Gil.
“Nos manteníamos en carros del DAS, con armamento de ellos”, declaró Rentería Zúñiga a la Fiscalía en las audiencias de versión libre realizadas esta semana. La coordinación de los paramilitares de las Accu con los funcionarios estuvo a cargo de un hombre conocido con el alias de ‘Álvaro’, un ex sargento de la Policía Nacional que se vinculó a la organización armada ilegal como informante.
Según el paramilitar, la complicidad era tan visible que la gente en Pitalito no veía a alias ‘Betún’ como paramilitar, sino como miembro del DAS. El desmovilizado ingresó a las filas de las Accu en 1997 en el Urabá antioqueño al bloque Bananero y en 1998 fue trasladado al sur del país como integrante del frente Sur de Putumayo.
“Utilizábamos sus chalecos, sus gorras y hasta hacíamos requisas con ellos. Los acompañaba (a los agentes del DAS) en los operativos. Recuerdo que viajaba mucho en una camioneta Toyota cuatro puertas vino tinto”, relató alias ‘Betún’, quien aseveró no recordar ningún nombre de los funcionaros del DAS involucrados con ellos durante los meses de junio, julio, agosto y septiembre de 2001, periodo en el cual estuvo este paramilitar como patrullero urbano en Pitalito.
De acuerdo con este versionado, quien fue capturado el 10 de junio de 2004 y luego presentado por el bloque Bananero de las Accu como postulado a la Ley de Justicia y Paz, la mayoría de los funcionarios de esa agencia de seguridad en el Huila fueron desvinculados de la entidad y varios de ellos pasaron a integrar las filas paramilitares.
Un comando del frente Sur de Putumayo arribó a Pitalito a mediados de junio del año 2001 procedente de Puerto Asís, Putumayo, por orden del comandante paramilitar de las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc) Carlos Castaño Gil.
De acuerdo con las instrucciones entregadas a alias Betún por su jefe, un hombre llamado Antonio Londoño Jaramillo y conocido como el comandante ‘Rafa Putumayo’, se trataba de copar la zona y desterrar de allí a la guerrilla de las Farc.
“El comandante Rafa nos explicó que Castaño le dio orden de trasladar un grupo a Pitalito, que allá había mucha guerrilla y varios grupos que habían entrado no aguantaban la presión de las Farc. Entonces la recomendación era que enviara gente que aguantara, ya probada, y le quitaran e dominio a la guerrilla”, contó alias Betún. “De lo contario, nos dijeron, le darían la zona a otro grupo”.
En su relato a la Fiscalía, ‘Betún’ aseguró que a su llegada a Pitalito, las Accu ya tenían allí como informante a ‘Álvaro’, quien se convirtió en el segundo al mando de esta estructura, liderada por un hombre identificado como alias ‘Ñoño’.
“Álvaro tenía muchos contactos y junto con ‘Ñoño’ coordinaron algunas tareas con gente del DAS y algunos de la Policía, que eran los que nos ayudaban”, narró el ex paramilitar y agregó que “con el Ejército no se pudo. Ellos nos mandaron decir que no contáramos con ellos y a donde nos vieran nos iban a detener”.
La relación con un sector de la Policía Nacional era de apoyo, al punto que a finales de julio de 2001 capturan tres hombres del frente de las Accu, con varias armas largas, momentos antes de perpetrar un homicidio contra un presunto miliciano de las Farc, pero por gestiones de alias ‘Álvaro’ fueron dejados en libertad y se les devolvieron sus armas.
“Tampoco era toda la Policía, uno tiene que ser sincero. Eran como tres patrullas con las cuales se podían hacer trabajos. De hecho, a una de las patrullas le llamaron la atención porque durante su turno era que cometíamos los homicidios”, explicó Rentería Zúñiga, quien aseveró que semanal o quincenalmente se les daba un dinero.
Ese comando del frente Sur del Putumayo no duró más de cuatro meses en Pitalito. De acuerdo con este versionado, la financiación que recibían por parte de algunos caficultores no daba para financiar el grupo, compuesto por cerca de diez hombres.
“Nosotros le cobrábamos un impuesto a los cafeteros, pero no recogíamos sino uno o dos millones de pesos, que no alcanzaba para pagar la nómina, los arriendos, los carros, el armamento. La plata para ajustar los gastos nos la enviaban desde Medellín”, dijo ‘Betún’.
Por esta razón, a mediados de septiembre de 2001 los comandantes del frente Sur Putumayo reunieron a su tropa, lesanunciaron que abandonarían ese pueblo y les ofrecieron a sus hombres la posibilidad de integrar el nuevo grupo que iba a llegar, regresar a Puerto Asís o trasladarse a otras zonas del país. Alias ‘Betún’ decidió irse a trabajar con los paramilitares del Caquetá y viajó a Florencia para integrarse al frente Héroes de los Andaquíes del Bloque Central Bolívar, bajo el mando de Carlos Fernando Mateus, conocido con el alias de ‘Paquita’.
Vecinos de la zona de distensión
El 12 de septiembre de ese año, alias ‘Betún’ llegó a Florencia y de inmediato se puso a disposición de los comandantes paramilitares que ya estaban en ese departamento, quienes lo remitieron como patrullero urbano al municipio de Montañita, donde ya tenían un grupo operando y desde donde ejercían el control de otras poblaciones como El Doncello, Paujil y Puerto Rico, poblaciones vecinas a la llamada zona de distensión, un amplio territorio del Meta y el Caquetá donde se concentraron los diálogos de paz entre las Farc y el Gobierno de Andrés Pastrana, y a cuyo territorio no podía ingresar la Fuerza Pública.
En los hechos narrados durante la versión por alias ‘Betún’, se destaca la defensa que, junto a miembros de la Policía Nacional, hicieron los paramilitares de Pitalito durante la toma guerrillera que las Farc perpetraron allí desde el amanecer del 29 de septiembre de 2001.
Según su versión, ellos repelieron a una columna guerrillera junto con agentes de la Policía acantonados en el comando local y en algunas casas del pueblo. La confrontación duro poco más de cinco horas. Allí perdieron la vida varios policías, algunos paramilitares, así como dos menores y su madre.
“Cuando acabaron los combates apareció la Policía Antinarcóticos, que había llegado de Florencia, y nos quiso capturar, pero la gente del pueblo se les vino encima y les reclamó, que por qué nos querían detener si habíamos defendido la población, entonces resolvieron no capturarnos y nos dijeron que nos fuéramos de ahí”, narró alias ‘Betún’.
De acuerdo con este ex paramilitar, su grupo hacía constantes retenes en la vía que conducía a San Vicente del Caguán, varios de ellos coordinados con la Policía Nacional y el Ejército. “Nosotros vivíamos armados, con los fusiles al hombro y de civil. Así entrábamos a los pueblos y nadie nos decía nada”.
En esos retenes viales no sólo se buscaban sospechosos de pertenecer a la guerrilla y a sus auxiliares, sino que cobraban “peajes” a los diferentes vehículos que transitaban la vía, tanto vehículos particulares, público de pasajeros y de carga con el fin de recaudan fondos para su financiamiento, el cual era complementado con impuesto a ganaderos, comerciantes y narcotraficantes de la región.
En una de las reflexiones de alias ‘Betún’ sobre los contactos de los paramilitares con la fuerza pública, expresó que “las autodefensas crecimos y avanzamos fue por el mismo Estado, por la misma Fuerza Pública, porque donde a nosotros nos ataque la fuerza pública no hubiéramos tenido el poder que tuvimos”.
Agregó que en todas partes donde estuvo él como paramilitar hubo nexos con la Fuerza Pública, pero es una realidad que, a su juicio, es muy difícil de demostrar, entre otras razones porque todos los involucrados la niegan, “solamente quiere que nosotros paguemos”, afirmó. “Nosotros cometimos muchos errores y los estamos reconociendo ante todo el país, ante las víctimas, pero también se tiene que saber que hay gente de corbata que tiene mucho que ver en esta guerra”.
En versiones anteriores, Rentería Zúñiga se refirió a las acciones de las Accu en el departamento de Putumayo, en particular desde comienzos de 1998, cuando él llegó a la zona. Este ex paramilitar hizo referencia no sólo a los vínculos del frente Sur Putumayo con miembros del Ejército, la Policía y la Armada, sino a la existencia de una finca, conocida como Villa Sandra, ubicada en zona rural del municipio de Puerto Asís, donde habrían enterrado más de 800 personas, todas ellas ejecutadas por este grupo armado ilegal.
Los testimonios de alias ‘Betún’ serán motivo de investigación por parte de la Fiscalía con el fin de determinar si los hechos narrados en el proceso de Justicia y Paz son ciertos y de esa manera no solo se aclaren algunas verdades del accionar del proyecto paramilitar, sino que a través de ello alcance los beneficios jurídicos estipulados en la ley.