Esta serie documental resalta a través de María, Andrea y Marina las luchas cotidianas en clave de proteger su territorio e impulsar propuestas de construcción de autonomía, organización, economía solidaria, soberanía alimentaria y feminismo campesino y popular. Su realización se hizo en medio de las limitaciones generadas por la expansión del Covid-19.
En la región montañosa del Catatumbo, en Norte de Santander, la guerra se ha ensañado contra sus pobladores y ni siquiera el Acuerdo de Paz firmado por el Estado colombiano con la extinta guerrilla de las Farc ha logrado silenciar los fusiles, por el contrario, parece que exacerbó los ánimos belicistas y la confrontación continúa.
Pero a la par de la guerra, en los once municipios que integran esta región fronteriza del nororiente del país hay historias de resistencia campesina e indígena que, por momentos, es opacada por los estertores del conflicto armado. Y justamente para resaltar esos esfuerzos, un grupo de jóvenes del equipo de comunicaciones del Comité de Integración Social del Catatumbo (Cisca), organización de base constituida hace 17 años en esta región fronteriza del nororiente del país, se embarcó en la producción de la serie documental “Con los pies en la tierra”, con el apoyo de la Asociación Minga.
Al frente de su realización estuvieron Darinson Amaya Álvarez, defensor de derechos humanos y coordinador del equipo de comunicación del Cisca; Daniel Esteban Rincón Mora, estudiante de comunicación social e integrante de esta organización, quien aportó sus conocimientos de fotografía documental y producción audiovisual; y Sonia Cifuentes, defensora de derechos humanos y comunicadora social, integrante de la Asociación Minga, organización que acompaña la región del Catatumbo y otros territorios de alta conflictividad en el suroccidente colombiano impulsando procesos de acción y reflexión sobre la comunicación como herramienta de lucha política.
Esta serie documental está compuesta por tres capítulos que destacan la vida de Andrea Jiménez, María Ciro y Marina Prieto, quienes representan la sabiduría, la lucha y la resistencia, respectivamente, de todas las mujeres catatumberas.
En este primer capítulo se le da voz a Andrea Jiménez, campesina, madre y feminista, nacida en el Guamal, municipio de Convención, y quien hace parte de Cisca. Ella impulsa los saberes, usos y costumbres ancestrales que, en sus prácticas cotidianas, las mujeres del Catatumbo están recuperando, con el fin de reavivar y mantener la identidad campesina, la medicina ancestral y la economía solidaria para fortalecer la independencia económica y autonomía de la mujer. Enseña, además, cómo desde la producción de jabones, cremas naturales, condimentos y otros productos, se aporta en las luchas propias de las mujeres y se fortalece su tejido en los distintos municipios de la región.
Para Cisca, la comunicación popular ha sido una de las herramientas clave en sus 17 años de vida institucional para responder a las necesidades que el contexto regional les ha ido imponiendo. Con ella ha buscado hacer efectiva la democratización comunicativa como una manera de generar una amalgama entre la reflexión y construcción social y política, con saberes y destrezas técnicas fortalecidas desde las prácticas y diálogo de saberes con diversos comunicadores populares del movimiento social nacional.
En ese proceso, Cisca ha contado con el apoyo permanente de la Asociación Minga, organización defensora de derechos humanos que por más de 28 años ha hecho presencia en el Catatumbo, sumándose en los últimos cinco años a acompañar con más fuerza su proceso de comunicación propia, propiciando la participación de jóvenes de diversos municipios de la región en espacios de reflexión y formación sobre las búsquedas políticas comunicativas, que se entretejen con la elaboración de estrategias internas y externas para la difusión de las realidades regionales a través de propuestas comunicativas en diversos formatos técnicos como radio, prensa escrita, fotografía y audiovisual; y artísticos, como el teatro, música, danza, muralismo y grafiti.
Fruto de ese proceso de pedagogía y construcción permanente, en el que han participado diversos aliados de medios alternativos y procesos sociales amigos, es el fortalecimiento del equipo de comunicaciones de Cisca que, junto con la Asociación Minga, asumieron el reto de producir la serie audiovisual documental “Con los pies en la tierra”, que se da a conocer a la opinión pública a partir de hoy y cuyos próximos dos capítulos se emitirán el 16 y 23 de septiembre.