VerdadAbierta.com habló con Ricardo David Pabón, el representante de la Agropecuaria Rimar sobre la compra en Chibolo del predio El Carmen, donde está ubicada la parcela El Silencio que reclaman campesinos.
El Silencio, una parcela de 40 hectáreas ubicada en Chibolo, fue despojada por los paramilitares. Foto VerdadAbierta |
VerdadAbierta: Usted compró el predio El Carmen, de 172 hectáreas, el 4 de julio de 2008 a Soleria Josefina Anaya. Cuando hizo la compra, ¿averiguó el pasado de la tierra, es decir si habían ocurrido hechos violentos allí?
Ricardo David Pabón: Hechos violentos ocurrieron en todo el Magdalena, pero que supiéramos que ahí había o hubo undesplazamiento, no. Según la tradición del predio, esta tierra fue comprada por una persona que hasta fue concejal. Y ese concejal se la vende a otra persona que es Soleria Josefina. Entonces, pues como tal que había un desplazamiento, que las tierras tuvieran un problema o que hubiera grupos al margen de la ley nunca supimos eso.
V.A.:¿Sabía que en la región, la señora Anaya era conocida como la esposa o compañera del paramilitar Omar Montero alias ‘Codazzi’?
R.D.P.: No, en ningún momento llegamos a saber eso.
V.A.: ¿Por qué instauran una demanda en 2010 contra los campesinos que llegaron a reclamar el predio El Silencio que hacía parte de El Carmen?
R.D.P.: Porque resulta que nosotros la veníamos trabajando desde 2008 cuando la compramos. Antes de 2010 llegaron unas personas diciendo que eran los dueños de eso, que tenían la propiedad de esos predios y me cogieron a un trabajador mío y le dijeron que se tenía que ir. Por eso instauramos una demanda, le pedimos ayuda a la fuerza pública pero la policía no nos colaboró. Había varias personas y niños, ancianos, y por eso nos dijeron que la policía no podía hacer nada.
V.A.: ¿En qué va el proceso?
R.D.P.: El proceso comenzó en 2010 y no va en nada. El abogado ha pasado dos o tres derechos de petición para ver qué nos resuelve el juzgado. El juez envió un oficio a Justicia y Paz, otro a Procuraduría y entonces a raíz de eso desde hace tres años tenemos perdidas las tierras. Las hemos dejado de usufructuar.
V.A.: ¿Qué pasó con la tierra de El Carmen después de la demanda?
R.D.P.: No pudimos volver, salimos desplazados. Es más, recibí llamadas de que si llego o cualquiera de la Agropecuaria Rimar, me matan. No me atrevo ir para allá porque la justicia no me ha dado garantías.
V.A.: ¿Por cuánto compraron la tierra?
R.D.P.: Me salió como por 400 y pico millones de pesos. Compré hectárea a 2 millones 400 mil pesos.
V.A.: ¿Cuál era el proyecto de El Carmen?
R.D.P.: Era tabular ganado, de unos 400 machos. Nosotros compramos la tierra en julio de 2008 y el 30 de septiembre de 2008 fue que las personas nos pusieron una demanda en Chibolo, señalando que un paramilitar los había desplazado de allí hace años atrás. Nosotros habíamos comprando dos o tres meses antes que ellos pusieran la demanda. Esa finca estaba hipoteca y si estaba hipotecada es porque tenía una tradición buena. Es la forma para que el banco preste la plata. Es más, ellos están reclamando solo 44 de las 172 hectáreas que componen la finca.
V.A.: Si en algún momento este proceso llega ante un juez de tierras y se probara que las 40 hectáreas le pertenecen a los campesinos, ¿cuál sería la postura de la Agropecuaria?
R.D.P.: Ellos tienen las 172 y las están usufructuando. Para nosotros es difícil porque tenemos una inversión de 400 millones de pesos y esa fue una plata física. Es una herencia que me dejaron. Vendí en una finca y compré en otra parte. De esa forma fue que adquirimos esas tierras. La idea es que el Estado así como les responde a ellos, que nos responda. Pidiendo en este caso que si les van a restituir; a mí me tienen un valor por lo que vale la tierra en este momento.
V.A.: ¿Consideran entonces que son compradores de buena fe?
R.D.P.: Es que compramos la tierra de buena fe y nunca pensamos que tuviera algún problema. No creo que Soleria haya cogido al señor del Banco Agrario para que la hipotecara por 100 millones.
V.A.: En 2008, como usted decía, muchos territorios eran violentos. Ustedes dicen vamos a hacer una inversión. ¿Cómo se enteran de esa finca? ¿Cómo es el contacto?
R.D.P.: Yo no me contacté con Soleria. Estoy seguro que ella contrató a una persona que fueron los que me vendieron a mí. Esa persona fue Pedro Pimienta. Ella lo encarga para que en su nombre firme la escritura. Yo la hice con Pedro Pimienta y el resto de la plata en efectivo la consigné en el Banco Agrario, como 96 millones de hipoteca. Él me mostró la finca y la compré. Llame a Reinaldo (Gámez Goelkel, abogado de Pabón) y cuadramos y fijamos el precio en El Copey. Se hicieron las escrituras y formas de pago.
V.A.: En varios procesos en la justicia ordinaria contra ex funcionarios el Incora e Incoder, varios han señalado a Pedro y su hermano Víctor Pimienta de haberles servido de testigos en los procesos de revocatoria a las parcelas de los campesinos en Chibolo. ¿Sabía usted eso?
R.D.P.: No tenía ni idea. Simplemente los conocía porque soy médico y yo trabajé en una empresa donde la hermana era la dueña de la clínica. Me los presentaron en 2008 y Pedro me dijo que tenía una finca, que tenía autorización para venderla. De hecho, fue Víctor el que me llevó a conocerla.
Lea Cómplices tras El Silencio, en La Lucha por la tierra en Magdalena