Nacido en el municipio de Turbana (Bolívar) el 2 de septiembre de 1962, Aury Sará Marrugo se formó como técnico mecánico egresado del SENA en Cartagena.
Durante sus últimos 17 años de vida se desempeñó como mecánico de planta para Ecopetrol y representante de los trabajadores de la industria petrolera en Cartagena.
Casado con Glenny Vargas y padre de dos niños y una niña, su esposa lo describe como “un hombre de hogar, padre y esposo ejemplar”. En palabras del ex ministro de Transporte, Argelino Garzón, Sará Marrugo era “un obrero dedicado plenamente a su actividad sindical y no formaba parte de ningún grupo armado”.
Ingresó oficialmente a Ecopetrol en 1984 a la refinería ubicada en zona industrial de Mamonal (Sucre), y desde entonces fue haciéndose visible dentro del círculo de trabajadores de Ecopetrol. Después de su larga trayectoria en esa empresa y gracias a su protagonismo en la actividad sindical, fue elegido en el año 2000 como presidente de la Unión Sindical Obrera (USO) seccional Cartagena.
Días antes de su secuestro, estuvo dedicado a la organización del Foro Petrolero, evento en el que se iba a debatir el proyecto de ampliación de la refinería en Cartagena. Meses atrás, los directivos de la USO en Bolívar habían denunciado las amenazas de grupos ilegales presentes en el departamento en contra de Sará Marrugo.
El Crimen
El viernes 30 de noviembre de 2001, seis desconocidos que se movilizaban en dos carros interceptaron la camioneta en la que se desplazaba Aury Sará Marrugo y su escolta, Enrique Arellano, justo cuando salían de la residencia de Sará ubicada en el barrio San Fernando, zona suroccidental de Cartagena.
El lunes 3 de diciembre, el Estado Mayor de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) emitieron, a través de su página en Internet, un texto titulado ‘Muy breve al oído de Gómez Alzate’. En este documento, el grupo paramilitar amenazó al Alto Comisionado de Paz y reivindicó el secuestro del dirigente sindical de la USO, a quien acusaba de ser “comandante máximo del Frente Jaime Bateman Cayón del ELN. Una vezse conoció públicamente sobre el secuestro de Sará, los trabajadores de la refinería de Ecopetrol paralizaron la planta, provocando pérdidas que ascendieron a los 2.500 millones de pesos.
Cinco días después del secuestro, campesinos encontraron en las horas de la mañana, los cuerpos de Sará Barreto y Enrique Arellano, con evidentes signos de tortura, en un sitio conocido como Las Pavas, en la vereda San Pablo, zona rural del municipio de Maríalabaja (Bolívar), subregión de los Montes de María. Según el coronel Miguel Ángel Yunis, comandante del Batallón Contraguerrilla de la Infantería de Marina, los cuerpos fueron encontrados junto con una nota que decía: “Auris Sará Marrugo- Comandante Jaime Bancayon Bateman del ELN- A.U.C. – Estamos Cumpliendo.”
El 18 de octubre de 2007, casi 6 años después del crimen, el Juzgado Segundo Penal del Circuito Especializado de Bogotá profirió sentencia condenatoria contra los jefes paramilitares Salvatore Mancuso, Carlos Castaño Gil y Uber Banquéz Martínez alias ‘Juancho Dique’, condenándolos a una pena de 40 años de prisión como determinadores y coautores del crimen de Sará Marrugo y de su escolta.