Enilce López, ‘la Gata’, la poderosa empresaria del chance de la Costa, y en Sucre y Bolívar, fue condenada a nueve años de prisión por aliarse con paramilitares, pero por estar enferma pagará la condena en su domicilio. Perfil.
Enilse López Romero conocida como ‘la Gata’, condenada por concierto para delinquir. Foto Semana |
La última vez que Enilce López Romero apareció en público fue en septiembre de 2008, cuando comenzó el juicio por presunto lavado de activos contra ella y su hermano Arquímedes Romero, por unos negocios con el municipio de Montecristo, Bolívar. Por este caso, la polémica empresaria del chance había sido detenida el 12 de febrero de 2006 en su casa en Magangué en un operativo de madrugada con gran despliegue de fuerza pública.
Ese día López Romero o ‘la Gata’, como es conocida en el mundo del chance, fue trasladada en una ambulancia desde la Clínica de la Asunción en Barranquilla hasta Cartagena para comparecer en la etapa pública del juicio. La bajaron en camilla con una sonda, no era ni sombra de la mujer arrogante detenida 30 meses antes que reclamaba el respeto de sus derechos y denunciaba una persecusión en su contra.
Desde entonces nadie la ha vuelto a ver públicamente. La orden de detención carcelaria fue cambiada por domiciliaria, pues su estado de salud era delicado. Personas allegadas a su familia dicen que hoy pesa menos de 40 kilos, y que durante el tiempo que estuvo presa en la cárcel de El Buen Pastor en Bogotá (entre 2006 y 2007, antes de ser trasladada a la cárcel de Santa Marta y después a una clínicaen Barranquilla por problemas de salud), la envenenaron. Otros testimonios dicen que la depresión la llevó a no comer más y su organismo se debilitó, ante lo que la alimentaban con una sonda y permanecía todo el tiempo dormida.
Aunque había sido absuelta por el caso de lavado de activos, la fiscalía, con base en otra denuncia, por el homicidio del vigilante del peaje de El Carmen de Bolívar, Amaury Fabián Ochoa Torres, el 12 de junio de 2000, por miembros del Bloque Héroes de los Montes de María al mando de alias ‘Amaury’, le dictaron una nueva medida de aseguramiento.
Esta semana, el Juzgado Séptimo Especializado del Circuito Judicial de Bogotá,la condenó a nueve años de cárcel por el delito de concierto para delinquir, por sus nexos con los grupos paramilitares que operaban en Bolívar y Sucre, sobre los cuales, según aseguró el juez, la empresaria ejerció influencia.
Quién es La Gata
A mediados de los noventa, López Romero era una desconocida que recorría Bolívar y Sucre presentando a su sobrina Wendy Vanessa López Romero, como concursante a Niña Colombia. En las apariciones públicas, la niña, elegantemente vestida y con una corona sobre su cabeza, entregaba aguinaldos a niños pobres. A fuerza de la promoción que hiciera su tía, que la presentaba como su hija, fue elegida como Niña Colombia.
Enilce López Romero, nació en la vereda El Naranjo, de Sucre (Sucre), en La Mojana, y amasó una fortuna en el negocio de apuestas permanentes conocido como el chance. Su negocio arrancó en Magangué con el nombre de Apuestas El Gato, por un gatico que merodeaba por el local donde tenía una heladería, una venta de discos y de apuestas. El negocio se extendió rápidamente por las sábanas de Sucre y Bolívar, en especial en la región de Los Montes de María, Sincelejo y Magangué.
Desde finales de los ochenta se comenzaban a escuchar historias sobre ella. En Magangué se hablaba con temor y reverencia porque se movía con habilidad en negocios propios de hombres a orillas de este puerto bolivarense, que vivía una difícil época de inseguridad por el secuestro y la extorsión que ejercía la guerrilla desde Los Montes de María.
Se casó con el oficial retirado de la policía Héctor Julio Alfonso Pastrana con el que tuvo tres hijos: Juan Carlos, Jorge Luis y Héctor Julio Alfonso López, éste último actual senador de la república.
En Magangué comenzó el negocio del chance de la mano de su compadre Jesús María Villalobos Luna, alias ‘El Perro’, conocido en Cartagena porque manejaba las apuestas desde el mercado público de la ciudad. Pero López cogió vuelo rápidamente.
El negocio de apuestas El Gato creció tan rápido, que en Magangué y Bolívar comenzó el mito de que Gilberto Rodríguez Gacha, alias ‘El Mexicano’, había sido amigo y socio de La Gata y en su desesperada huida antes de caer muerto en una persecución del Bloque de Búsqueda en el Golfo de Morrosquillo, entre Sincelejo y Tolú, le había dejado unas canecas llenas de dólares; algo que ella ha negado en varias entrevistas.
En Magangué y Cartagena, cuando la capturaron, la gente de los barrios pobres y centenares de vendedores de chance y gentes del mercado, marcharon y protestaron durante varios días por su captura.
Una vez legalizado el negocio del chance sus ventas superaban a las loterías departamentales, manejadas entonces por los partidos políticos tradicionales como feudos. Las loterías públicas, en manos de representantes de liberales y conservadores, se arruinaron, a tal punto que la lotería de Sucre, La Sabanera, ha sido liquidada dos veces en menos de cinco años, Bolívar, Córdoba, Atlántico y Libertador en el Magdalena, desaparecieron agobiadas por sus deudas y pasivos laborales.
Tras varias décadas de ilegalidad, a finales de 1990, el Congreso de la República aprobó una ley que obligaba a entregar el negocio del chance a través de licitación pública, previos estudios de mercado para determinar el volumen de ventas, gastos y saber qué utilidades dejaba para fijarle a las empresas concesionarias del chance un impuesto fijo para otorgarles los contratos por cinco años.
Fue así como en 1999, en todos los departamentos comenzaron a aglutinarse las distintas empresas que vendían apuestas. En Atlántico, el departamento de mayor volumen de ventas, existían en ese año 28 casas de apuestas permanentes. Cada una tenía autorización para sacar talonarios y la fuerza de ventas la daba el mayor número de promotores. Meses antes de que se definieran los términos de la licitación, las distintas casas de apuestas se declararon la guerra vendiendo por debajo del precio aprobado, prometiendo mayores premios a los apostadores y comisiones más altas a los vendedores.
La promotora de esta competencia desleal, dijeron en ese entonces los apostadores en el Atlántico, fue López Romero, que en ese entonces sólo tenía negocio en Bolívar y Sucre. Pero ante la legalización del negocio y con su poderío económico, entró en Barranquilla pisando fuerte.
El paso siguiente fue presionar a una unión y conformar una unión temporal, en la que entraron venticinco casas de apuestas que hoy tienen un total de 70 socios. La Unión Temporal Uniapuestas ganó la licitación durante la gobernación de Rodolfo Espinosa Meola, oriundo de Magangué, paisano de doña Enilce.
En Bolívar, la convocatoria a una licitación también fue traumática, porque ella había hecho un pacto con su compadre Jesús María Villalobos, ‘El Perro’, el vendedor de apuestas más viejo de la costa, para repartirse el mercado: ella de los Montes de María hacia el sur y él hacía el norte hasta Cartagena. Pero La Gata no estaba conforme y quería más, quería el control total. Y se metió en los terrenos de ‘El Perro’ financiando campañas políticas para después cobrar el favor.
Política y paramilitarismo
Aunque a finales de los 90, ‘la Gata’ tenía influencia política en varios municipios, fue en el comienzo de este siglo cuando su nombre cobró fuerza financiando la campaña del liberal Luis Daniel Vargas en 2000 y la de Libardo Simancas en 2003. El compromiso era que le otorgaran la licitación del chance a su empresa Unicat. No sin antes pelear con ‘El Perro’.
Después de denuncias y disputas, se repartieron el negocio entre los dos, Unicat e Inverapuestas. En Sucre no tuvo opositores y desde hace nueve años Aposucre y en Magdalena Aposmar, ambas de López Romero, tienen la concesión de las apuestas.
Es decir, que en cuatro departamentos sus empresas, unas en sociedad y otras como única socia, tienen el control de uno de los negocios más lucrativos del país.
Su poder económico llegó a ser tal que se convirtió en un factor político que financiaba candidatos a corporaciones públicas, alcaldías y gobernación. Pero los políticos volteándosele cuando decidió postular a su hijo Jorge Luis a la alcaldía de Magangué en 2003 y a Héctor Julio Alfonso López a la Cámara de representantes en 2006, obteniendo la mayor votación de la región y eligiendo dos representantes a la Cámara.
El paso por la alcaldía de su hijo Héctor Julio fue desafortunado, el mal gobierno y la corrupción, le valió varias investigaciones disciplinarias y penales e incluso llegó a tener orden de captura pero no estuvo preso. Los procesos fueron precluídos.
Pero el dolor de cabeza comenzó en el año 2006, cuando anunció la postulación de su hijo Héctor Julio con el aval del Partido Conservador, que presidía entonces el exministro Carlos Holguín Sardi, quien lo apoyó al principio, pero le retiró el aval faltando un mes. Finalmente, horas antes del cierre de las inscripciones de candidaturas, Apertura Democrática le dio el aval y se convirtió en el fenómeno de las elecciones de marzo del 2006.
Un mes antes de las elecciones de ese año, ‘la Gata’ fue detenida por una investigación de lavados de activos que se le inició a ella, a su hermano Arquímedes y al entonces alcalde de Montecristo. Los dos hermanos fueron absueltos pero el político fue condenado.
Los directivos del Partido Conservador en Bolívar, Dayro Bustillo y Fernando Tafur, inconformes con la decisión de Holguín, se fueron con el hijo de La Gata, que logró en un mes de campaña sacar la mayor votación entre todos los partidos, derrotando al liberalismo, al partido de la Uy a Cambio Radical.
López Ganó porque tenía su propia fuerza: los empleados del chance.
Los paras y ‘la Gata’
Los antecedentes de la familia de Enilse López con grupos paramilitares comenzaron cuando en marzo 11 de 1996, el gobierno nacional le autorizó a Álvaro Botero Maya, de una familia con haciendas en Magangué recibir armas de dotación militar.
Botero creó la Convivir ‘Esperanza Futura’ en sociedad con Héctor Julio Alfonso Pastrana, esposo de ‘La Gata’. Desde antes de la creación de esta Convivir, ya había denuncias de la población civil de abusos por partes de hombres que aparentemente trabajaban para los Botero Maya. Es de notar que Botero y su socio, que tenían sus propiedades muy lejos de Palmito y Coveñas, donde Piedrahita tenía las suyas, crearon la Convivir en la misma fecha exacta del Nuevo Amanecer. Este detalle hace pensar que la estrategia de arropar de legalidad a los grupos paramilitares que ya venían dejando víctimas fue tal vez, orquestada más arriba.
Piedrahita fue capturado en mayo de 1999 por orden de la Unidad Nacional de Derechos Humanos de la Fiscalía, investigado por homicidio y conformación de grupos de justicia privada.
Al tiempo que López incursionaba en política, en unas ocasiones apoyando candidatos al Senado, a la Cámara, alcaldías y gobernaciones, en 2000, Bolívar y Sucre ya eran controlados por los grupos paramilitares.
A comienzos de 1997 Carlos Castaño ordenó a Salvatore Mancuso conformar un grupo para enfrentar a la guerrilla en la subregión de Los Montes de María, en donde el Frente 37 de las Farc delinquía sin que nadie se los impidiera. Los municipios de El Carmen de Bolívar, San Jacinto, San Juan Nepomuceno, El Guamo, Córdoba y Zambrano en Bolívar, y Ovejas, San Onofre, Tolu Viejo, Tolú y Coveñas, estaban en la ruina, muchos de sus pobladores secuestrados, extorsionados y arruinados y una gran cantidad de poblaciones aisladas.
Un grupo entró a Los Montes de María encabezado por Edwin Tirado, alias ‘El Chuzo’, un hombre de confianza de Mancuso y por el Golfo de Morrosquillo, Tolú, San Onofre ingresaron Cadena y Juancho Dique. En la región de Magangué ya se había conformado otro grupo encabezado por el ganadero antioqueño Joaquín Botero, quien había constituido una convivir con el oficial retirado de la policía Héctor Julio Alfonso Pastrana, esposo de Enilce López.
Cuando desaparecieron las Convivir, esa misma estructura se transformó en un grupo armado irregular que patrullaba la zona, controlaba una ruta del narcotráfico con droga proveniente de La Gabarra y el sur del Cesar, y también se dedicaban al hurto de gasolina chuzando el tubo de Ecopetrol. Las autodefensas comandadas por Castaño y Mancuso establecieron una alianza con el grupo de Magangué y fortalecieron la estructura con comandante con conocido con el alias de ‘Amaury’.
Durante más de tres años, entre 1997 y 2000, hubo centenares de muertos.
Los grupos paramilitares entraban a los pueblos de noche o en las madrugadas, buscando auxiliadores da la guerrilla se los llevaban y después aparecían muertos o simplemente desaparecían en las aguas del Magdalena. A finales de 1997 alias ‘El Chuzo’, fue capturado y en su remplazo fue enviado Sergio Manuel Ávila, conocido con el alias de 120, ‘El Gordo’ o ‘Caracortada’, quien se desempeñaba como capataz de varias fincas que Mancuso tenía en el municipio de El Guamo. Muchos desaparecidos, confesó ‘120’ ante Justicia y paz, fueron arrojados al río.
En 2000, ‘120’ o ‘Caracortada’ fue enviado como comandante del grupo Héroes de los Montes de María Eduar Cobo Tellez, alias Diego Vecino, quedando como comandante militar alias ‘Cadena’ y a Juancho Dique lo enviaron a la zona norte del departamento de Bolívar, cubriendo los municipios de Maríalabaja, Arjona, Turbaco, Turbana, los municipios ubicados a orillas del Canal del Dique, donde se constituyó un frente incluida Cartagena.
Los dos grupos, el encabezado por 120 y el de Cadena y Juancho Dique, se apoderaron del territorio, llegando a controlar con su poder militar 18 municipios de Bolívar y todos los municipios de Sucre en el Golfo de Morrosquillo y en la región de las sabanas. Ese control militar territorial, lo ejercían cobrando impuesto a los ganaderos, a los negocios y apoderándose de las finanzas territoriales.
En el informe de Memoria Histórica sobre la masacre de El Salado, una de las hipótesis sobre este crimen dice que las autodefensas incursionaron a ese corregimiento de Carmen de Bolívar en febrero del año 2000, fue para recuperar 400 reses que la guerrilla había robado en una de las fincas de López, de acuerdo con versiones de varios desmovilizados.
Otro aspecto que se ha investigado en la región tiene que ver con la reunión que se realizó en agosto de 2003, en Barranco de Loba, Bolívar, con el jefe paramilitar de esa zona Ernesto Báez, a la que asistieron exalcaldes, alcaldes, candidatos a alcaldes, exconcejales, concejales y aspirantes a concejales, así como algunos aspirantes a la Asamblea departamental, delegados de los comandantes de las autodefensas, miembros de movimientos como No al Despeje y Asocipaz, quienes acordaron con el jefe paramilitar votar a para la gobernación de Bolívar por Alfonso López Cossio.
A esa reunión fueron 800 personas, y fue toda una fiesta. Algunos asistentes le contaron a VerdadAbierta.com que los organizadores sacrificaron cinco vacas y sancocharon 800 kilos de yuca con jugo de mango. Llegaron gentes de todos los rincones del sur: Morales, Arenal, Cantagallo, San Pablo, Santa Rosa, Regidor, Río Viejo, El Peñón, San Martín de Loba, San Antonio, Altos del Rosario, Hatillo de Loba, Boca de Honda y Magangué.
El propósito era el de notificar a los asistentes que de parte de los movimientos de autodefensa existía la voluntad de apoyar candidatos únicos a las alcaldías y a la gobernación. Los descalificados debían desaparecer.
Esto fue contado por Eugenio Reyes Regino, alias ‘geño’ y Emiro Correa Viveros, alias ‘Convivir’, quienes vieron que Enilce López habló con Mancuso. ‘Geño’ en su versión, dijo que él personalmente, escoltó la entrega de los dineros a todos los candidatos a concejos y líderes en los pueblos para que votaran por el candidato de La Gata, quien finalmente resultó ganador y su administración, desde el comienzo hasta el final, estuvo controlada por recomendados de La Gata.
Cuando ocurrió el cambio de candidato, el gobernador Luis Daniel Vargas dio unas declaraciones a los medios diciendo que el gobierno nacional debería intervenir y suspender las elecciones, pues los paramilitares estaban interviniendo en política.
La maldición de la política
Pero para Enilce López y sus hijos, ingresar a la política se convirtió en su mayor desgracia y en una tragedia familiar. Su vida comenzó a declinar desde febrero de 2006, cuando en medio de un fuerte operativo coordinado desde Bogotá por la Fiscalía y el CTI, llegaron en la madrugada a su casa en Magangué y se la llevaron detenida a ella y a su hermano Arquímedes, por presunto lavado. La trasladaron a la cárcel El Buen Pastor de Bogotá.
Estando en el penal, una reclusa se leacercó con el fin de brindarle protección y atención. Era su sombra. Esta mujer se encargaba de suministrarle alimentos y cumplir con todos sus caprichos. Pero sus allegados aseguran que la envenenó con una sustancia que le afectó el hígado y los riñones.
En 2008, su deterioro físico comenzó a ser evidente cuando comenzó el juicio en Cartagena por lavado de activos, tenía la cara hinchada, estaba delgada y su voz se había apagado. Por lo que el Inpec ante una petición de la familia y de la defensa, la trasladó al Buen Pastor de Santa Marta, donde permaneció unos meses y donde era visitada regularmente por dirigentes políticos regionales buscando su apoyopara las regionales de 2007. Su estado de salud se deterioró y fue traslada a una clínica en Barranquilla y después a su casa en el barrio Golf, donde actualmente vive.
Personas que la han visto o que han escuchado a sus familiares y amigos, dicen que está muy enferma. Durante el tiempo que estuvo en la cárcel se alimentaba con sondas y un grupo de especialistas le diagnosticó trastornos hepáticos y cardíacos, y una depresión severa.
Enilce López y sus hijos dijeron que la política había sido la fuente de su tragedia y su desgracia, por eso su hijo Héctor se retiró de la Cámara y Jorge Luis de la alcaldía de Magangué.
Actualmente es socia de Uniapuestas en Barranquilla y Aposmar en Santa Marta, y propietaria de Unicat en Bolívar donde comparte el negocio con Inverapuestas y es dueña de Aposucre. La historia del chance alrededor de ella está llena de historias de traición y muerte. En el año 2004, uno de los socios de Uniapuestas en Barranquilla, Renato Fabián Pardo, fue asesinado en el interior de la empresa luego de haber sido citado para una reunión de socios. Pero antes de que se apoderara del negocio en Atlántico, hubo una guerra que cobró 19 muertos en menos de tres años (ver Las viudas del chance).
Enilce López, dice un abogado, aunque sea la socia mayoritaria, no es Uniapuestas. Sostiene que hay que separar la persona natural de la jurídica y si la popular Gata tiene cuentas pendientes con la justicia, pues la justicia se encargará de cobrársela, pero dice que no tiene por ello que pagar una empresa que ha cumplido su compromiso a pesar de la sombra que la cubre.
El negocio del chance no es de grandes y sofisticados empresarios, es de gente que hace muy poco dejó atrás una larga vida en la clandestinidad, la trampa, la ilegalidad y el crimen. Es un negocio de aproximadamente dos billones de pesos anuales en los cuatros departamentos y, que en sólo Atlántico ha pagado premios en cinco años por trescientos mil millones de pesos a los apostadores y pagará en los próximos cinco años setenta y tres mil millones de pesos a la salud.
La muerte en su familia
La Gata ha amasado una fortuna incalculable, pero en veinticinco años de ascenso y poder, también ha conocido el lado oscuro de la tragedia: su padre José López fue secuestrado y pagó por su rescate doscientos millones de pesos, pero murió veinte días después que lo devolvieron; su esposo Héctor también fue secuestrado y por él pago trescientos millones, y sus hermanos José Domingo, Exiquio y Eligio fueron asesinados.
A José Domingo las Farc le aplastaron la cabeza pasándole un carro por encima y a los otros los asesinaron a tiros y remataron con granadas. Su hermano medio hermano Arquímedes estuvo preso y ella agoniza en su casa viendo como su imperio se derrumba por haberse metido en la política.
Con su poder económico ha apoyado la elección de William Montes al senado en 2002 y de Nicolás Curi en 2005 a la alcaldía de Cartagena; a Libardo Simancas (condenado por la parapolítica), a la gobernación en 2004; a Alfonso López Cossio en 2007.
En 2007, su hijo Héctor Julio, exalcalde de Magangué, anunció que no participarían más en política (ver ‘La Gata’ y sus hijos anuncian que se retiran de la política. Pero en el 2010 su hijo Héctor Julio y Antonio Correa fueron elegidos al Senado, éste último había sido secretario de salud de Magangué cuando Jorge Luis fue alcalde.
En Cartagena se dice abiertamente que este año La Gata, a pesar de estardetenida y condenada, seguirá siendo un factor determinante en la política con candidatos financiados por ella a la gobernación del departamento y a la alcaldía de Cartagena.