Sobre el crimen de esta lideresa social aún no hay hipótesis claras que expliquen por qué era incómoda y para quién. Lo cierto es que su muerte atemorizó a toda la comunidad, lo suficiente para negarse a hablar públicamente del hecho. Este municipio de Cauca no solo está aislado por el cierre de la vía Panamericana, sino por el control de grupos armados.

Había caído la noche y Edilsan cocinaba la cena en su casa de la vereda Loma Baja cuando tocaron la puerta. Uno de sus cuatro hijos, de 10 años de edad, le pidió que no abriera, sentía miedo. Ella intentó calmarlo, pero su temor no era infundado. Dos hombres entraron a la fuerza a la vivienda, sacaron a la mujer y la asesinaron a pocos metros de allí.

Según el informe de los agentes de Policía que atendieron el caso, el cuerpo de Edilsan, de 41 años de edad, fue trasladado a la morgue con varios impactos de bala a la madrugada del día siguiente. Los hechos se registraron el 31 de enero pasado.

El resto de los detalles son incipientes: “Lo (sic) hechos se prestaron (sic) en zona rural y en ese sector no se cuenta con presencia del Ejército Nacional”, se lee en el informe policial. “La vereda Loma Bajo se encuentra aislada y no tiene via (sic) de acceso”. Este escueto reporte refleja el aislamiento de las comunidades rurales y de sus líderes y lideresas.

Rosas saltó a los titulares de prensa a mediados de enero por un gran derrumbe que comprometió la vía Panamericana a la altura del municipio, obligando el cierre de la carretera. Sus habitantes no solo quedaron atrapados con sus cultivos de café, ante una creciente crisis económica que se expande por Cauca y Nariño, sino que desde antes del desastre vial estaban sometidos al control de los grupos armados ilegales.

Edilsan era una de las 4.500 mujeres campesinas de Rosas. Desde esa identidad, se entusiasmó en hacer parte del proceso Mujeres Maciceñas del Comité de Integración del Macizo Colombiano (CIMA), que trabaja por el mejoramiento de las condiciones socioeconómicas del campo en 13 municipios de Cauca y 9 de Nariño, territorios que hacen parte del Macizo Colombiano, también conocido como Nudo de Almaguer o la Estrella Hídrica de Colombia.

Tras varias capacitaciones impartidas por integrantes del CIMA sobre liderazgo y autoprotección, la lideresa se unió a la Guardia Campesina y se interesó en ahondar en los procesos sociales liderados por esta organización. Además, era una apasionada deportista y organizaba campeonatos de fútbol en la comunidad.

Sus aspiraciones también llegaron a ser políticas: se presentó en las elecciones del 27 octubre de 2019 al Concejo Municipal de Rosas con el respaldo de la Alianza Social Indígena (ASI), pero solo obtuvo siete votos, que no le alcanzaron para obtener una curul.

El día del funeral, sus compañeros del equipo de fútbol le hicieron un sentido homenaje y recordaron su pasión por este deporte, pero de su rol de lideresa comunitaria no se dijo una sola palabra. En las calles de Rosas retumbaba el silencio. 

El asesinato de Edilsan, que se suma a los más de 290 líderes y lideresas asesinados en los últimos 10 años en el departamento del Cauca, según cifras del Programa Somos Defensores, tiene a la comunidad asustada y silenciada.

Este portal quiso entrevistar a defensoras y defensores de derechos humanos de la región, pero nadie en Rosas quiso dar declaraciones, pues se sienten vulnerables y creen que por sus opiniones públicas pueden quedar expuestos ante los criminales que los acechan. 

Según una fuente que pidió mantener su nombre en reserva ante ese agudo panorama de seguridad, este municipio caucano está experimentando con rigor el flagelo del narcotráfico. Se ha escuchado que los grupos armados ilegales asentados en la región están enfocados en instalar laboratorios para la producción de clorhidrato de cocaína y en incrementar los cultivos de uso ilícito.

La población del macizo colombiano ha sostenido su identidad campesina en medio de la presión de actores armados ilegales para que se dediquen al cultivo de la hoja de coca para uso ilícito. Las cifras, aunque bajas, revelan un drama que viene en crecimiento: Rosas se mantuvo libre de esos sembradíos ilícitos hasta 2017, cuando se registraron dos hectáreas. Para 2021, el Observatorio de Drogas de Colombia (ODC) contabilizó 10,9 hectáreas.

Las organizaciones sociales locales y regionales creen que son incómodas para los intereses de los grupos armados ilegales por su postura ante las actividades ilícitas. Edilsan era una mujer que elevaba su voz ante esa situación y eso no siempre caía bien. Según algunas versiones, los grupos armados le habían “llamado la atención” por sus actitudes críticas. Es por ello que la comunidad cree que su asesinato fue perpetrado por disidencias de las Farc.

En medio de la Paz Total

Tras la firma del Acuerdo de Paz con la extinta guerrilla de las Farc, Cauca es el departamento donde más líderes y lideresas sociales son asesinados.

En esa región hace presencia el llamado Frente Carlos Patiño del Comando Coordinador de Occidente. Según la Defensoría del Pueblo, esa estructura disidente de las extintas Farc tiene presencia en otros 20 de los 42 municipios de Cauca.

Ante esos señalamientos, ese grupo armado ilegal puso a circular un comunicado fechado el pasado 3 de febrero en el que rechazan el asesinato de la lideresa. Según las disidencias, los hechos fueron propiciados por miembros de bandas criminales que intentaron hurtarle la motocicleta.

“Desmentimos las afirmaciones del CIMA, al relacionarnos con este homicidio el cual corresponde a las alianzas de grupos criminales, paramilitares y falsos grupos guerrilleros que intentan sabotear nuestros compromisos con el Gobierno Nacional en materia de paz”, se lee en el comunicado.

El Frente Carlos Patiño es uno de los grupos armados ilegales que adelanta acercamientos con el gobierno nacional para explorar posibilidades de acogimiento a la política de Paz Total que promueve la Oficina del Alto Comisionado para la Paz. 

Es por ello que a través de ese comunicado le hicieron un llamado al gobierno nacional “en cabeza de Gustavo Petro Urrego a no seguir el juego de desinformación que pretende truncar los acercamientos de paz, puesto que de manera sistemática hemos visto en los territorios donde hacemos presencia, que las alianzas entre grupos armados buscan el objetivo de perpetuar la guerra en Colombia por medio del terror, la suplantación de nuestro nombre y el ataque a la población civil”.

Además, invitaron “a las comunidades, las organizaciones sociales y defensoras de derechos humanos a blindar los acercamientos en el marco de la paz total”.

En un comunicado publicado dos días antes del divulgado por el frente disidente de las antiguas Farc, CIMA indicó que ha buscado un espacio con el Alto Comisionado para la Paz, Danilo Rueda, así como con la Presidencia de la República, para coordinar las acciones necesarias y urgentes, que garanticen la vida de líderes, lideresas y comunidades en la región del Macizo Colombiano y Sur del Cauca. Además, solicitó la protección y atención integral humanitaria a la familia de Edilsan y su comunidad.

VerdadAbierta.com buscó al Defensor del Pueblo Regional del Cauca, Daniel Molano, para conocer las dinámicas que ponen en riesgo a los líderes y lideresas de Rosa, pero al cierre de esta publicación no atendió a los mensajes. El silencio parece también que se ha impuesto entre las entidades estatales.