Varios grupos de teatro convocaron a la ciudadanía a caminar bajo el ritmo lúgubre de tambores y campanas para expresar el dolor que genera la muerte de 42 personas y la desaparición de cientos de manifestantes durante los 15 días de paro nacional. Por cerca de cuatro horas, la propuesta estética generó profundos sentimientos de solidaridad.
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Teatreros y músicos se unieron en las calles de Medellín para marchar durante una nueva jornada del paro nacional. A partir de una puesta en escena, lanzaron un mensaje de reflexión y de resistencia. Foto: Juan Diego Restrepo E.

Los artistas de Medellín invitaron previamente a caminar “con el latido del tambor y las campanas” en una marcha que tuvo un tono fúnebre por un país que afronta una de las crisis más profundas en las últimas décadas. Foto: Juan Diego Restrepo E.

Los últimos datos en la capital antioqueña arrojan que, durante las jornadas de paro, iniciadas el pasado 28 de abril, han muerto dos jóvenes al parecer por acción de agentes de la Policía Nacional; así mismo se reportan 101 desaparecidos. Foto: Bibiana Ramírez

El performance propuesto por los artistas en Medellín expuso una visión del dolor a partir de dos elementos: cuerpos bañados en arcilla y tapabocas rojos. Se pretendía representar la vida y la muerte en un país que ha visto caer a sus jóvenes en las calles a manos de la represión policial. Foto: Juan Diego Restrepo E.

El contraste del blanco de la arcilla con el rojo del tapabocas creó una imagen de dolor para quienes desde afuera observaron la puesta en escena de la marcha convocada por los artistas. Foto: Juan Diego Restrepo E.

La sangre fue el otro componente del performance propuesto por los artistas en Medellín durante la nueva jornada de protesta nacional. Seres emergiendo de la arcilla, golpeados y violentados. Foto: Juan Diego Restrepo E.

El cuerpo de la mujer también ha sido agredido de manera sistemática en las jornadas de protesta en diversas regiones del país por agentes de la Policía Nacional. Foto: Juan Diego Restrepo E.

Sin mayores escrúpulos, agentes de seguridad estatales también convirtieron el cuerpo de la mujer en un territorio de agresión contra el paro nacional. La puesta en escena de los artistas de Medellín reflejó esa práctica aberrante. Foto: Juan David Restrepo O.

Los cuerpos de decenas de artistas fueron portadores de una fuerte carga simbólica durante una nueva jornada de protesta en Medellín. Quienes los acompañaron, marcharon al ritmo de tonadas fúnebres de tambores y campanas. Foto: Juan David Restrepo O.

Rostros cubiertos por ese rojo sangre que ha teñido las calles de diversas ciudades del país en medio de las jornadas de protesta y ojos que interpelan a quien los mira. Foto: Juan Diego Restrepo E.

Los rostros cubiertos con velos rojos, otra de las expresiones de dolor expuestas en las calles de Medellín. Foto: Juan Diego Restrepo E.

El dolor de las madres, esposas y hermanas, que han perdido a sus seres queridos reflejados en a manos atadas en los rostros cubiertos. Foto: Juan Diego Restrepo E.

A los artistas los acompañaron también activistas de la comunidad LGBTI, quienes agitaron el símbolo patrio resignificado en estas jornadas de protesta a partir del dolor que causan los hechos de violencia contra los manifestantes en las calles. Foto: Juan David Restrepo O.

Y el infaltable deseo de paz estuvo gravitando en las calles de Medellín, reclamo de una necesidad sentida de miles de ciudadanos. Foto: Juan David Restrepo O.

Y así, entre tambores, campanas, arengas y silencios, marchó Medellín esta vez en una apuesta reflexiva desde el arte, alentada por un texto de Mario Ángel Quintero: “Los peregrinos quietos y silenciosos, habitaban el espacio y se encontraban el uno al otro, como si fuera en un sueño donde las cosas se entienden en un idioma materno”. Foto: Juan Diego Restrepo E.