Por primera vez, se reconstruirá la memoria histórica del conflicto armado en una ciudad capital.
Tener una idea más precisa de los impactos que generó la violencia en Medellín, identificar las causas que convirtieron a la capital de los antioqueños en un escenario de guerra urbana de baja intensidad, comprender las dinámicas de los actores que protagonizaron los hechos más atroces cometidos en esta ciudad y visibilizar –y dignificar- a las víctimas que dejaron estos actos violentos.
Estos son algunos de los propósitos más importantes que persigue el proyecto de investigación “Basta Ya Medellín”, iniciativa liderada por la Corporación Región y la Alcaldía de Medellín y que cuenta con el apoyo del Centro Nacional de Memoria Histórica (Cnmh).
Se trata de la primera experiencia de reconstrucción de memoria histórica de las violencias que han azotado a una ciudad capital en el marco del conflicto armado interno. Para Gonzalo Sánchez, director del Cnmh, no es gratuito que se haya escogido a Medellín: “esta ciudad ha sido protagonista de las más dramáticas formas de violencia, narcotráfico, paramilitarismo, entre otras. Pero también ha sido la primera ciudad que ha construido literatura para entender esa violencia y eso es valioso”.
Si bien los responsables de esta iniciativa ya cuentan con un tiempo considerable de trabajo acumulado, especialmente en su concepción y diseño, el trabajo de los investigadores comenzó en firme el 10 de julio, con la presentación oficial del informe en un evento público que contó con la presencia del ministro del Interior, Juan Fernando Cristo; el alcalde de Medellín, Aníbal Gaviria y el director del Cnmh, Gonzalo Sánchez.
Aunque se tiene proyectada una duración total de 18 meses para la elaboración del informe, se espera que para finales de este año se presente un primer avance de recolección y sistematización de información. En esta primera fase, las entidades responsables invertirán un poco más de mil millones de pesos.
De acuerdo con Ana María Jaramillo, integrante de la Corporación Región, con este informe se buscará complementar los hallazgos y las conclusiones que han arrojado otros trabajos similares de carácter regional elaborados por la Cnmh e incluso el propio “Basta Ya, Colombia”, cuyos resultados nacionales fueron publicados en 2013 y que, pese a su trabajo riguroso y exhaustivo, hizo referencias muy tangenciales a las afectaciones que produjo el conflicto armado en las grandes ciudades.
“Y qué mejor que poder llenar esos vacíos con un informe que aborde a Medellín, que ha sido la síntesis de diversos y complejos fenómenos de violencia, que no son exclusivos de la ciudad, pero que sí han tenido unos impactos especiales”, señala Jaramillo. Para ello, el equipo de investigadores que agrupa a reconocidos académicos de las Universidades Eafit y de Antioquia, abarcará el periodo de tiempo comprendido entre finales de la década del 70, cuando el narcotráfico irrumpió con toda su fuerza en la ciudad, hasta el año 2013.
En dicho lapso de tiempo los investigadores abordarán aquellos hitos de violencia que han marcado profundamente la historia de la ciudad: el surgimiento, accionar y desmovilización de las milicias populares; las guerras que protagonizó el extinto Cartel de Medellín; la época de terror que impuso el narcoterrorismo; la expansión del paramilitarismo en la ciudad y sus municipios vecinos, entre otros hechos relevantes.
Asimismo, el informe espera dar cuenta de aquellos aspectos sociales, culturales, políticos y económicos propios de cada época que ayuden a explicar el por qué la emergencia –y permanencia- de los fenómenos violentos.
“También queremos conocer los distintos ejercicios de resistencia que desarrollaron las comunidades en los barrios para enfrentar la violencia”, añade Jaramillo, quien enfatiza: “este no es un informe de esclarecimiento de la verdad. Será un informe que buscará reconstruir desde la voz de las víctimas y la ciudadanía, los relatos de lo que ha sido y ha significado la violencia”.
Además, según la integrante de la Corporación Región, el “Basta Ya Medellín” también apunta a no ser una investigación académica más, “en el sentido de que serán unos cuantos expertos que estarán encerrados trabajando. No, este será un proceso en el que va a estar la academia, obviamente, pero también tiene un componente muy importante de comunicaciones, que implica movilizar unos diálogos ciudadanos para estar conversando sobre estos asuntos con la comunidad”.
De acuerdo con Luz Patricia Correa, directora de la Unidad Municipal de Atención y Reparación de Víctimas de la Alcaldía de Medellín, este informe no solo ayudará a dignificar las memorias de las víctimas sino que “nos ayudará a identificar qué acciones debemos tomar como administración municipal para brindar reales garantías de no repetición”.
Aunque la iniciativa ha sido bien recibida por los sectores sociales y académicos de la ciudad, desde las víctimas se reclama una mayor participación en el desarrollo del proyecto. “Todas las iniciativas son bienvenidas. Sin embargo, nos gustaría que los diferentes colectivos de víctimas de la ciudad tuvieran una participación más activa, porque hasta ahora no ha sido así”, declara Silvia Quintero, integrante de la Mesa Departamental de Víctimas del Conflicto en Antioquia.