Una vez más los integrantes de la Corporación Arco Iris fueron amenazados de muerte por el grupo que se hace llamar Águilas Negras Bloque Capital. Así lo denunció esta organización que desde su creación se ha dedicado a la investigación política y al aporte teórico a los procesos de paz.
Varios de sus miembros están en el exilio debido a amenazas que en los últimos días han revivido. Además la organización no gubernamental también ha sido víctima del robo de computadores, según indicó en un comunicado.
“Reafirmamos nuestra voluntad de continuar apostándole a la paz de Colombia, para lo cual ofrecemos nuestras investigaciones y documentos sobre la dinámica del conflicto armado en nuestro país, proponiendo soluciones que permitan el silenciamiento de los fusiles de los grupos armados ilegales y el restablecimiento del ordenpúblico y la vida democrática de nuestra nación, al tiempo en que exigimos respeto por nuestra labor y la vida de nuestros funcionarios y amigos”, suscribe la organización ciudadana en el comunicado.
La ONG que nació con los Acuerdos de Paz firmados entre el Estado y la Corriente de Renovación Socialista (CRS), en el año de 1994, tiene un Observatorio del Conflicto Armado, que ha publicado numerosas documentos sobre las guerrilla de las Farc y el Eln, sobre cómo han sido golpeadas por el Estado, sus vínculos con el narcotráfico y cómo ha cambiado el poder por dentro de estas organizaciones.
Las investigaciones que más se conocen de Arco Iris son las que escudriñan las relaciones entre grupos paramilitares y políticos regionales y sus hallazgos han provisto de evidencia a los procesos judiciales de la parapolítica.
El libro ‘Parapolítica, la ruta de la expansión paramilitar y los acuerdos políticos’, publicado por la corporación levantó ampolla por poner en primer plano un escándalo de talla nacional: buena parte del Congreso y de otras instituciones del Estado a lo largo y ancho del país, presuntamente hicieron pactos con grupos ilegales para infiltrar el Estado.
La investigación cruza el mapa electoral con el mapa de la expansión de los grupos paramilitares y las cifras de votación. La conclusión: en las regiones de presencia de estos grupos ilegales se evidencia la aparición de nuevos partidos políticos, el aumento inusual de votantes por unos candidatos sin cleintelas políticas grandes, o la votación en algunas regiones por candidatos que no pertenecían a ellas.
Por su actitud crítica, hay sectores de opinión que la han querido relacionar con la guerrilla,. Sin embargo, esta organización de pensamiento ha demostrado sobrada independencia frente a cualquier actor ilegal, y compromiso con la democracia.
Es lamentable que en la Colombia del siglo XXI valores tan básicos en una democracia como la libertad de pensamiento aún sigan siendo amenazados por grupos violentos. Mucho contribuyen los columnistas e investigadores de Arco Iris con sus trabajos intelectuales a las salidas pacíficas y democráticas para el país, y es urgente que las autoridades les brinden la mayor protección y esclarezcan lo antes posible de donde provienen las amenazas.
Con razón, la Corporación Nuevo Arco Iris expresó su preocupación por los reiterados mensajes que han recibido algunos de sus miembros, que los declaran objetivo militar si no hacen caso de sus dictados.
Publicado en Semana.com 21/11/2008