La razón, según la investigación, es que en contra de ellas se expresan formas de exclusión y marginación históricas, ejercidas en razón de construcciones de raza y clase que recaen sobre las mujeres y sus territorios desde el proceso de colonización.
“Las violencias contra las mujeres y sus impactos suelen ser consideradas ‘menos graves’ o simplemente parte de la experiencia de ‘ser mujer’”