Según la versión de varios ex jefes del Bloque Centauros, entre ellos ‘don Mario’ y ‘Pirata, en Meta, Guaviare y Casanare, todo lo que se comerciara tenía que pagar un impuesto a las Auc. Así extorsionaron a ganaderos, comerciantes e incluso multinacionales para financiar la guerra en los Llanos.
Por lo que se ha ventilado en las versiones libres de los desmovilizados del Bloque Centauros, entre ellos ‘Don Mario, este grupo armado tenía toda una infraestructura dedicada a la extorsión en Meta, Guaviare y Casanare, que le servía para financiar su guerra.
Entre los extorsionados, a voluntad o bajo presión, se encontraban ganaderos, empresarios, agricultores, comerciantes, contratistas e incluso una multinacional petrolera que fueron “boleteados” durante casi una década por paramilitares del Bloque Centauros.
Por primera vez la Fiscalía reunió a Daniel Rendón Herrera, alias ‘Don Mario’, Manuel de Jesús Pirabán, alias ‘Pirata’, Luis Arlex Arango Cárdenas, alias ‘Chatarro’, Mauricio de Jesús Roldán, alias ‘Julián’, Edilson Cifuentes Hernández, alias ‘Richard’, Orozman Osten Blanco, alias ‘Flechas’, Ramiro Alberto Hernández, alias ‘Policía’ e Iván Gaviria Castañeda, alias ‘Miguel Fiscalía’, los principales jefes de la estructura criminal y la Fiscalía logró una radiografía completa de sus finanzas.
El Bloque Centauros, bajo el mando de Miguel Arroyave, estaban dividido en varios frentes que ocupaban Meta, Casanare, Guaviare y zonas del piedemonte de Cundinamarca.
Entre las empresas que fueron mencionadas en la versión libre ‘Don Mario’ y Orozman Osten Blanco, alias ‘Flechas’, que era uno de los jefes ‘paras’ del norte de Casanare, señalaron a la multinacional petrolera Perenco, de inversionistas franceses e ingleses, que presuntamente les entregaba 20 millones de pesos mensuales y treinta canecas de combustible para los vehículos de la organización criminal.
Según ‘Don Mario’, un ingeniero de la firma, ‘Pirata’ y él llegaron acordaron el “aporte” mensual en una de las sedes de la multinacional en Paz de Ariporo, Casanare.
Perenco es una compañía con operaciones en 16 países. Produce unos 250 mil barriles de petróleo diarios en el mundo y está presente en Colombia desde 1993, donde tienen siete campos petroleros en los Llanos.
Según los ‘paras’ el Meta fue dividido en cinco zonas para recaudar dinero. ‘Miguel Fiscalía’ era el hombre que le entregaba a ‘Don Mario’ el dinero de las extorsiones.
En la zona de Villavicencio, Acacías, Guamal, San Carlos y Castilla las autodefensas recogían 420 millones de pesos al mes, en San Martín 160 millones y en las fincas y carreteras de la Serranía de la Macarena 180 millones de pesos.
Los ‘paras’ también hacían retenes donde cobraban a los camioneros lo que les dejaba millonarias ganancias. En un cálculo en los municipios de Granada, San Juan, Mesetas y Lejanías aseguraron que recaudaban 450 millones mensuales, pero los ‘peajes’ más rentables eran los de Puerto Rico, Puerto Lleras, Mapiripán y Puerto Concordia, en donde, según ‘Don Mario’, podían llegar a recolectar 980 millones mensuales.
Cada camión cargado con insumos para los pequeños comerciantes de la zona pagaba 30 mil pesos por toneladas. Los que transportaban insumos para el narcotráfico daban 150 mil pesos por tonelada y los carrotanques de gasolina que iban a las zonas guerrilleras o de producción de coca cancelaban 30 pesos por galón de gasolina. Las tractomulas que llevaban precursores químicos a los laboratorios de transformación de cocaína pagaban cinco millones cada una.
En el Meta las autodefensas exigían a los comerciantes cinco mil pesos por canasta de cerveza, dos mil pesos por bulto de cemento, 50 pesos por galón de gasolina a las estaciones de combustible y 30 mil pesos por tonelada a los camiones que llevaban ferretería, tubos y láminas de acero.
En el Guaviare, ‘Richard’, ex jefe militar del Centauros en este departamento, recordó que los ganaderos y los agricultores propietarios de más de mil hectáreas eran obligados a cancelar diez mil pesos por hectárea al mes y diez mil pesos por cabeza de ganado por mes. A cambio, el frente Guaviare les entregaba un vale donde quedaba registrado el día y el monto del boleteo.
En las carreteras de los Llanos Orientales, entre Granada y San José, y Granada y Vistahermosa, los ‘paras’ instalaron retenes donde recogían millonarias sumas cobrándoles a los narcotraficantes por el paso de la pasta de coca y los insumos. Fue así, según ‘Richard’, que cada mes recaudaban entre 800 y 900 millones de pesos. ‘Richard’ también recordó un retén en la vía entre Puerto Lleras y San José, a la entrada de la vereda El Trincho, donde percibían 500 millones mensuales.
La extorsión a los contratistas fue otra forma de financiación del Bloque Centauros. Los ‘paras’ les exigían cinco por ciento del total de cada contrato a las empresas que hacían carreteras y obras públicas. Algunas veces los políticos aliados al Bloque Centauros les pasaban la información sobre el monto y el objeto de los contratos. ‘Don Mario’ dijo que si el contratista no pagaba, “parábamos la obra”.
En Casanare, alias ‘Flechas’, ex jefe militar del Frente Héroes de San Fernando, dijo que los ‘paras’ robaron petróleo de los oleoductos de las grandes empresas explotadoras. Luis Miguel Hidalgo, alias ‘Ratón’, otro paramilitar de este grupo, puso válvulas sobre los tubos a la altura de la vereda Santa Cecilia en la finca La Esperanza, cuyos dueños fueron expulsados por los paramilitares.
Además, contaron que por este negocio ilícito, el grupo cobraba a los contrabandistas de gasolina dos millones por tractomula llena de combustible y un millón por carrotanque.
Los comerciantes de la zona tenían que presentarle a los ‘paras’ su facturación anual, que les pedían el cinco por ciento sobre el valor total de las ventas.
La Fiscalía tendrá que investigar si las denuncias de estos paramilitares con comerciantes, agricultores, empresas petroleras y contratistas, se hizo bajo presión o en complicidad con los paramilitares.
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