Las víctimas del Bloque Cacique Pipintá relataron, por primera vez y en públicó, los secuestros, asesinatos y desapariciones que tuvieron que soportar tras el paso del paramilitarismo por Caldas.
Las víctimas de los paramilitares en Caldas se han dado a la tarea de contar sus tragedias. Foto Semana |
Los dolores para don Eladio* se multiplican día a día. La muerte de uno de sus hijos y la desaparición de otro de ellos lo mantienen triste hace seis años. Además, a los males del alma se les suman los del cuerpo. A sus 62 años ya no puede trabajar, pues sufre artritis y dificultad para moverse. “Ellos nos ayudaban mucho, la vida siempre ha sido dura, pero ahora es más difícil. Tenemos otro hijo que nos colabora, pero él tiene una hija y gana muy poco”.
Luchando contra las dificultades este campesino de La Merced asistió el sábado pasado a la jornada de víctimas del frente Cacique Pipintá de las Autodefensas, que realizó el fin de semana la Unidad de Justicia y Paz de la Fiscalía en ese municipio. 162 personas asistieron a la actividad, de las 6 mil 324 habitantes que tiene el municipio.
A las 9:30 de la mañana don Eladio contó su historia dos veces. En la primera mesa, investigadores del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) y de la Sijín escucharon los hechos, para saber si el caso se ajusta a la Ley de Justicia y Paz. La respuesta fue afirmativa.
Luego, en la segunda mesa, el señor entregó datos sobre las identidades de las víctimas y otra vez el recuento de los sucesos. “A uno lo mataron por Marmato, se fue a trabajar, a los siete meses nos llamaron donde una vecina a decirnos que lo habían matado. Nunca supimos más. El otro me dijo un miércoles o jueves que los ‘paras’ lo invitaron a estar con ellos, lo aconsejé para que no se fuera, pero me tapó la boca cuando me dijo que si no lo hacía nosotros correríamos peligro. Desde eso no sabemos de él. Nos hace mucha falta”.
Don Eladio hizo una pausa, mientras el detective escribía el relato en un computador. Sus ojos no parpadearon por unos segundos, luego se le humedecieron con lágrimas. “Tan raro él, era un muchacho bueno, ni decir que era cansón o que mantuviera en cosas raras”.
Más casos para aclarar
Los integrantes de la Unidad de Justicia y Paz de Manizales escucharon historias como las de don Eladio. Esposos, hijos padres, hermanos desaparecidos o asesinados, supuestamente, por miembros del Cacique Pipintá en el Norte de Caldas. La misma actividad se realizó en Aguadas en febrero pasado. Allí escucharon a 517 personas.
“Nosotros sabemos que fueron ellos, porque a mi compañero lo mataron y lo mutilaron, ellos matan así. Lo dejaron tirado en un potrero por Filadelfia, sin cabeza, sin manos”, dijo una señora de 51 años.
Las historias atroces abundaron el fin de semana durante la actividad, que se realizó en la biblioteca del jardín social de La Merced. “A mi papá lo sacaron de la finca y se lo llevaron para otra vereda. Lo encontraron muerto en una quebrada. Él no le debía nada a nadie, dicen que lo mataron porque le gustaba hablar mucho con la Policía, pero era más para charlar. Pero él no era informante ni nada”, cuenta una mujer, aún sorprendida con la muerte de su padre.
Para tener claridad sobre lo qué pasó con los seres queridos de estas personas pueden pasar meses o años. Sin embargo, sus familiares llegan donde las autoridades con la esperanza de conocer la verdad. “Lo que yo más quiero es saber qué fue y quién lo mató. Tengo mucha fe en que acá nos ayuden, así no nos den nada. Es para ver si algún día tenemos certeza de lo que pasó”, dice don Eladio, mientras con su mano izquierda se acomoda el sombrero. Luego de los trámites salió para su finca. Allá lo esperaba su esposa, con el mismo dolor: el que produce la pérdida de dos hijos.
*Nombre cambiado para proteger la identidad de la persona.
Seguirán jornadas
Escuchar a las víctimas de las autodefensas es prioritario para la Unidad de Justicia y Paz de la Fiscalía en Manizales. Por esto, según el fiscal Juan Pablo García, continuarán las jornadas como la que se realizó este fin de semana en La Merced. La próxima está planteada para La Pintada (Antioquia).
“Esta unidad satélite tiene una ventaja frente a las otras del país y es que nosotros vamos documentando los procesos antes de empezar versiones. Cuando lleguemos a esto, en junio de este año, estas van a ser muy nutridas porque tenemos información muy completa. Ese tipo de proceso nos permite salir avantes en investigaciones y cuando recibamos a los postulados vamos a tener lo de las víctimas y lo que reposa en los procesos. También hemos aportado a investigaciones de la justicia ordinaria”.
Añade que la jornada en La Merced la considera exitosa pues, comparado con Aguadas, La Merced tiene un casco urbano muy pequeño. “Fue difícil, en este momento hay bandas emergentes, esto no es secreto, a la gente le da miedo hablar. Les dije que tranquilos y que llegaba con un muy buen grupo. Queremos acercarnos a una justicia y una verdad verdadera de los hechos”.
Publicado en La Patria de Manizales 18/05/2009