El exjefe paramilitar había recuperado su libertad en septiembre de 2015 luego de cumplir su pena de ocho años bajo la Ley de Justicia y Paz. La Fiscalía lo acusa, además, de liderar una organización criminal dedicada al microtráfico y la extorsión en varios municipios del Magdalena Medio antioqueño y santandereano.
El inusitado incremento de homicidios, extorsiones, amenazas y otras expresiones de violencia registradas durante el primer semestre del año anterior en Cimitarra, Santander, motivó la apertura de una investigación por parte de la Fiscalía Primera Especializada de Barrancabermeja que hoy tiene al exjefe paramilitar Arnubio Triana Mahecha, alias ‘Botalón’, a punto de perder los beneficios judiciales que recibió por su participación en la Ley de Justicia y Paz.
Todo comenzó en esa primera mitad del año pasado, cuando el Ente Investigador se dio a la tarea de esclarecer una seguidilla de asesinatos cometidos entre los meses de mayo y junio de 2016 en Cimitarra. Uno de los casos más connotados fue el de Arnulfo González Velásquez, ocurrido el 31 de mayo en la vía que conduce al corregimiento La India.
Este líder agrario y reconocido ecologista de la región integraba el Fondo de Inversión y Reactivación del Sector Agropecuario y Microempresarial del Municipio de Cimitarra, y, además, hacía parte del movimiento político Marcha Patriótica. En este caso, las indagaciones comenzaron a rendir frutos rápidamente. La Fiscalía pudo establecer que su muerte fue una retaliación a las constantes denuncias que hacía sobre el tráfico ilegal de madera en la región.
La explicación de este homicidio coincidió con la divulgación de un informe de riesgo emitido por la Defensoría del Pueblo que determinó que entre el 1 de enero de 2016 y el 5 de marzo de 2017 fueron asesinados 156 líderes sociales y defensores de derechos humanos.
Defensoría del Pueblo emite informe de riesgo sobre líderes sociales
En otros seis asesinatos atribuidos al grupo armado liderado por ‘Botalón’, la Fiscalía determinó que obedecieron a la negativa de las víctimas a pagar ‘vacunas’ y a ajustes de cuentas entre criminales ansiosos de dinero y poder.
Los responsables de esta ola de violencia comenzaron a ser identificados como miembros de una organización criminal denominada Los Bravos, surgida en enero de 2016 e integrada en su gran mayoría por desmovilizados de las antiguas Autodefensas Campesinas del Magdalena Medio (Acmm) y dedicada a la venta de estupefacientes, cometer homicidios selectivos y cobrar extorsiones a ganaderos y comerciantes en las localidades de Cimitarra, Puerto Berrío y Puerto Boyacá.
¿Quién es ‘Botalón’, el exjefe paramilitar que acaba de salir de la cárcel?
Lo que despertó la atención de las autoridades judiciales fueron las evidencias que terminaron vinculando a los miembros de Los Bravos con Arnubio Triana Mahecha, alias ‘Botalón’, antiguo jefe paramilitar de las Acmm, quien recuperó su libertad en septiembre de 2015 tras cumplir con la condena de ocho años impuesta por el Tribunal de Justicia y Paz de Bogotá, como parte de los beneficios judiciales contemplados en la Ley de Justicia y Paz para aquellos que se desmovilizaron de manera colectiva bajo los acuerdos con el gobierno del entonces presidente Álvaro Uribe (2002-2010).
¿Reincidió ‘Botalón?
“Cómo bien se sabe, este pueblo tiene un patrón, se llama ‘Botalón’, salió de la cárcel hace como año y medio, y por aquí todo mundo lo respeta. Lo que pasa es que él no quiere verse involucrado en nada y por eso cedió el poder”, declararon varios testigos a la Fiscalía Primera Especializada de Barrancabermeja en alusión a alias ‘Botalón’, señalado por “fuentes formales y no formales” como el “hombre fuerte” de la organización criminal, quien, desde su sitio de residencia en Rionegro, Antioquia, autorizaba la comisión de delitos como homicidios selectivos, cobros extorsivos y ajustes de cuentas.
En este sentido, el Ente Investigador señaló que este grupo delincuencial, además de controlar la venta de estupefacientes en varios municipios del Magdalena Medio antioqueño y santandereano, eliminandode paso a varios competidores, e imponer cobros extorsivos a finqueros, ganaderos y comerciantes, también sometió a sangre y fuego a los denominados prestamistas ‘paga-diarios’ de la región, todo ello bajo el consentimiento y conocimiento de alias ‘Botalón’.
“Varios comerciantes denunciaron haber recibido llamadas extorsivas de personas que se identificaron como subalternos de ‘Botalón”, afirmó el Fiscal Primero Especializado, quien, además, expuso que “en entrevistas a varias víctimas de la región se logra establecer que Arnubio Triana, alias ‘Botalón’, efectivamente tiene el control y ejerce poder sobre los integrantes del combo delincuencial que delinque en Cimitarra y que tiene pleno conocimiento de las actividades ilegales desarrolladas por los hombres bajo su mando”.
El representante del Ente Acusador también explicó que este grupo armado ilegal contaba con el apoyo de miembros de la Policía Nacional, quienes se pusieron a su servicio, una vez se supo que estaba liderando la organización ilegal en Cimitarra.
Llegaron entonces las primeras capturas y los primeros allanamientos realizados por las autoridades de Policía en la localidad de Cimitarra. Las evidencias allí encontradas incrementaron aún más las sospechas sobre el exjefe paramilitar y su cercanía con esta organización delincuencial. “Al revisar los celulares de estas personas capturadas se establece que mantenían comunicación permanente con el señor Triana Mahecha y que este tenía injerencia en las actividades ilícitas cometidas en Cimitarra y Puerto Araujo (Santander), Puerto Berrío (Antioquia) y Puerto Boyacá (Boyacá)”, añadió el funcionario judicial.
Las acciones de las autoridades los llevaron a interceptar 45 líneas telefónicas con el fin de identificar los miembros de esta organización. Las evidencias condujeron a establecer que Triana Mahecha estaba a la cabeza del grupo armado ilegal, por lo que se expidió el pasado 21 de enero orden de captura en su contra y se desarrolló un gigantesco operativo realizado el 9 de febrero en Cimitarra, Bogotá, Medellín, Segovia y Vegachí (nordeste de Antioquia), que permitió la captura de 25 personas, entre ellas Ruby Triana Mahecha, hermano de alias ‘Botalón’.
El cerco contra el exjefe paramilitar comenzó a cerrarse el pasado 4 de marzo, cuando agentes de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá detuvieron en el sector El Poblado, de Medellín, a Juan Esteban Triana Cardona, hijo de alias ‘Botalón’, señalado como responsable de cobros extorsivos a comerciantes y ganaderos. Asfixiado por las acusaciones en su contra, Triana Mahecha se entregó a funcionarios de la Sijin en la capital antioqueña el pasado 30 de marzo, acompañado de sus abogados de confianza.
Durante la audiencia de imputación de cargos e imposición de medida de aseguramiento, realizada ayer en Medellín, la Fiscalía lo acusó de concierto para delinquir agravado, homicidio, tráfico de estupefacientes, extorsión y financiación de grupos armados ilegales y solicitó que fuera recluido en la cárcel, tras considerar que podía obstruir el proceso, entre otras razones porque uno de los testigos fue asesinado hace varios meses. El exparamilitar no aceptó los cargos.
A alias ‘Botalón’ lo asistieron en esta audiencia cuatro abogados, quienes intentaron evitar que su defendido volviera a un penal. No obstante, el Juez 31 Penal Municipal de Medellín, con funciones de control de garantías, acogió la petición del fiscal del casoy decidió enviarlo a un centro reclusorio, donde deberá esperar el juicio. De ser hallado culpable, perdería inmediatamente los beneficios recibidos por su participación en la Ley de Justicia y Paz, y podría enfrentar penas que van hasta 40 años.
Pasado paramilitar
En diciembre de 2014 la Sala de Justicia y Paz del Tribunal de Bogotá condenó a Triana Mahecha por 309 delitos cometidos en Puerto Boyacá y Cimitarra, otorgándole el beneficio de la pena alternativa de ocho años, que cumplió en septiembre de 2015. Aunque gozaba de su libertad, Triana Mahecha debía presentarse ante los estrados judiciales durante cuatro años más.
‘Botalón’ es recordado en el Magdalena Medio por las acciones que dejaron decenas de personas desaparecidas que dejó en esta región. A la edad de 19 años ingresó como patrullero a las Autodefensas de Puerto Boyacá, convirtiéndose en hombre de confianza de Henry Pérez. Cuando Gonzalo y Henry Pérez fueron asesinados en 1991, el grupo pasó al mando de Luis Meneses, conocido como ‘Ariel Otero’. Este jefe paramilitar negoció en diciembre de ese año la desmovilización de sus hombres con el gobierno de César Gaviria (1990-1994). ‘Botalón’ hizo parte de los combatientes que entregaron sus armas y, según él, se dedicó a labores de ganadería.
No obstante, en 1994, luego del asesinato de varios excombatientes de aquellas autodefensas, ‘Botalón’ decidió rearmar a los paramilitares de Puerto Boyacá, pero esta vez bajo su mando. Se “repartió” el territorio con Ramón Isaza, quien estaba al otro lado del río Magdalena. Según las bases de datos de la Fiscalía, entre 1994 y 2006, en aquellas zonas desaparecieron a 427 personas, 161 de ellas atribuidas a ‘Botalón’ y sus hombres. En la mayoría de los casos, los paramilitares llevaron a las víctimas a las afueras del pueblo, a un lugar al que todos conocen como ‘Los transmisores’, donde los desmembraban para luego tirarlos al río.
‘Botalón’ ordenó el asesinato de cientos de jóvenes que supuestamente consumían drogas o eran informantes del Ejército. Las víctimas denunciaron, además, que desapreció y desplazó a varios puertoboyacenses por su orientación sexual.
“Los ‘paras’ nos mataban por ser homosexuales”
En Justicia y Paz, ‘Botalón’ sólo respondió por los crímenes que cometió entre 1994 y 2006, año en el que se desmovilizó por segunda vez. Las víctimas aún reclaman la verdad de hechos ocurridos a comienzos de los años ochenta, pero ‘Botalón’ dice no conocer sobre esos hechos porque era un patrullero y son muy pocos los exparamilitares de esa época que aún se encuentran con vida para aportar a la verdad.