En medio de las dificultades que impidió el traslado a tiempo hacia las zonas de veredales de concentración de los subversivos que se aprestan a dejar la guerra, comenzó parcialmente la dejación de armas. Este miércoles tan sólo 140 miembros de las Farc dejarán el material bélico.
“Hoy no empieza la dejación del 30 por ciento de las armas sino el registro de todas ellas”, le explicó a VerdadAbierta.com, Olga Marín, delegada de las Farc en el Mecanismo de Monitoreo y Verificación (MM&V), instancia que también está compuesta por representantes del gobierno nacional y de la Misión de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que será la encargada de recibir la totalidad del arsenal de la guerrilla.
Marín agregó que como gesto de paz y ante los evidentes retrasos de las zonas de concentración, hoy entregarán las armas los 140 integrantes de las Farc que hacen parte del MM&V que están desplegados en diferentes regiones del país. Además, aclaró que “no se tiene estimado cuántas armas son” y que serán entregadas en un “proceso interno” o privado a los delegados de la ONU; asimismo, señaló que la entrega del 30 por ciento del armamento que estaba estipulada para este miércoles, “va en paralelo con los otros compromisos del gobierno en tanto a lo judicial, la amnistía y demás”.
De acuerdo con el pacto de paz alcanzando en La Habana y firmado en el Teatro Colón de Bogotá entre el gobierno nacional y las Farc el pasado 24 de noviembre, ese grupo guerrillero le entregaría la tercera parte de su armamento a la Misión de la ONU el Día D+90. Con el fin de implementar la dejación de armas las partes elaboraron un detallado calendario fijado en Días D, el cual empezaba a contar a partir de la refrendación del Acuerdo Final.
El 6 de diciembre comenzará el proceso de desarme de las Farc
El Acuerdo del Teatro Colón, que fue el segundo que suscribieron el gobierno nacional y las Farc, tras la derrota en las urnas del inicial en el plebiscito refrendatorio del 2 octubre, que llevó a que se incluyeran varias modificaciones planteadas por los promotores del No, fue refrendado por el Congreso de la República el 30 de noviembre. Como consecuencia, el Día D+1 se transformó en el 1 de diciembre y a partir de ese momento se activaron los siete protocolos acordados en Cuba en agosto del año pasado para garantizar el cese al fuego bilateral y el tránsito de las Farc hacia la sociedad civil.
No obstante, del papel a la realidad, el desarrollo del cronograma fue diferente y en el camino aparecieron varias dificultades. La primera fue la insistencia de varios jefes guerrilleros de no iniciar el traslado hacia las 26 Zonas y Puntos Veredales Transitorios de Normalización, en donde estarían las tropas de las Farc concentradas durante seis meses y le entregarían su armamento de manera gradual a la Misión de la ONU, hasta que no fuera expedida la Ley de Amnistía e Indulto.
Para tramitar dicha norma de perdón para los guerrilleros que no cometieron crímenes de guerra ni de lesa humanidad, el Congreso de la República debió esperar hasta el 14 de diciembre, cuando la Corte Constitucional aprobó el Acto Legislativo para la Paz, el cual incluye un conjunto de reformas para que el Congreso pueda expedir las normas que aterrizarán el Acuerdo Final de manera expedita y en la mitad de debates, en una modalidad que fue definida como Fast Track.
Una vez que contó con luz verde, el gobierno nacional radicó el proyecto de la Ley de Amnistía e Indulto, el cual fue discutido a lo largo de dos debates en la Cámara de Representantes y de otros dos en el Senado, que terminaron con su promulgación el 28 de diciembre.
Pese a no estar listas las zonas, Farc pueden concentrarse
Superado ese escollo jurídico, se erigió como gran problema la construcción de las Zonas y Puntos Veredales Transitorios de Normalización; por circunstancias de índole logístico no están terminadas en su totalidad y muchas carecen de espacios comunes y servicios básicos.
De acuerdo con los protocolos acordados en La Habana, el traslado de las tropas de las Farc debió iniciar el Día D+5, es decir, el 6 de diciembre, y finalizar el Día D+30, que debió ser el 31 de diciembre. Sin embargo, a raíz de la falta de la Ley de Amnistía y de la carencia de un estado óptimo de las zonas de concentración, la última marcha de las Farc inició el 28 de enero (Día D+58) y concluyó el 20 febrero (Día D+81), cuando llegaron los últimos guerrilleros a los campamentos de Norte de Santander y de Caquetá.
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A la par, el cronograma para la dejación de las armas siguió avanzando y se fueron retrasando varios compromisos, como la realización del inventario de las armas, la destrucción del material inestable y la entrega del material de apoyo (armamento pesado), que fueron fechados para los días D+7 y D+10. Es así como se llegó a este miércoles, que está definido como el Día D+90, cuando las Farc le deberían entregar el 30 por ciento de sus armas a la Misión de la ONU.
Este es el cronograma original acordado en La Habana
Frente a ese panorama y debido a la falta de los contenedores que se instalarán en las zonas de concentración para almacenar el armamento de las Farc, los cuales debieron estar listos el Día D+60, el jefe de la Misión de la ONU en Colombia, Jean Arnault, propuso el 18 de febrero la posibilidad de aplazar la entrega de la primera parte del arsenal de las Farc. Sin embargo, el gobierno nacional no recibió con buen ánimo esa propuesta y exigió que se cumplan las fechas acordadas.
Para avanzar con la dejación del material de guerra, las Farc plantearon entregar las armas de sus integrantes del MM&V, y proceder a cumplir con las fases atrasadas. Este martes, Luciano Marín, conocido en las filas guerrilleras como ‘Iván Márquez’, leyó un comunicado en el que explicó que no están dilatando el proceso de dejación de armas y planteó que “a pesar de los evidentes retrasos en la adecuación logística de las Zonas y Puntos Transitorios de Normalización, realizaremos como asunto que atañe exclusivamente a las Farc y a la ONU, según el protocolo acordado, el registro de las armas en todos los campamentos, y reajustaremos el plan de destrucción de armas inestables o explosivos que ya había empezado el año pasado en las sabanas del Yarí”.
Por otro lado, el jefe guerrillero señaló que “es comprensible y razonable que en paralelo con el proceso de dejación de armas que hoy comienza, deba garantizarse de manera diáfana y tangible la seguridad jurídica para los guerrilleros. Esta tiene que ver con la excarcelación de los indultables y la aplicación de la ley de amnistía, sin más retrasos, porque para eso fue aprobada”.
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Al respecto, el Alto Comisionado de Paz, SergioJaramillo, indicó que “como evidentemente se retrasó el ingreso a las zonas, tenemos que comenzar a cumplir lo que no se ha hecho: el registro de las armas, la destrucción del armamento inestable, el almacenamiento de las armas de acompañamiento, pero también, el comienzo en ese marco del D+90 del 30 por ciento”.
Y enfatizó este funcionario que se va a ajustar el inicio del proceso de dejación de armas, pero que no se extenderá más allá de los 180 pactados: “Este miércoles comienza el proceso de desarme, que supone el registro de las armas, la destrucción del armamento inestable, el almacenamiento de las armas de acompañamiento, todo lo que no se había hecho, y en ese marco también se dará inicio, de acuerdo a lo que vayan avanzando Naciones Unidas y las Farc, al 30 por ciento”.
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Por último, sobre las amnistías, Jaramillo explicó que esta semana serían amnistiados mil 200 hombres de las Farc, puesto que desde la semana pasada está vigente el decreto que regula dicha ley y a que firmará dicho número de resoluciones reconociéndolos como miembros de ese grupo, para que los jueces puedan aplicar la excarcelación.
Pese a tantos tropiezos y a los cambios en el inicio de este compromiso, el presidente de la República, Juan Manuel Santos, aseguró a través de su cuenta en la red social Twitter que: “Hoy es un día histórico para el país: las FARC dicen adiós a las armas para cambiar la violencia por la reconciliación”.