Violencia: una herencia mal gestionada

El primer mes de gobierno de Gustavo Petro pasó por una dolorosa contradicción: mientras busca la paz con todos los grupos armados, aumentó la violencia.

Entre el 7 de agosto y el 5 de septiembre, se cometieron 13 masacres que dejaron a 43 víctimas mortales; fueron asesinados 12 líderes sociales; dos periodistas y un desmovilizado de las Farc.

El 2 de septiembre fue emboscada una patrulla de la Policía en Huila. Murieron siete uniformados.

Según Indepaz, las masacres y asesinatos selectivos ocurrieron en Antioquia, Amazonas, Atlántico, Bolívar, Cauca, Cundinamarca, Huila, La Guajira, Magdalena, Norte de Santander, Nariño, Putumayo, Risaralda, Santander y Valle.

La situación más delicada ocurrió en el fin de semana del 26 al 28 de agosto, cuando fueron cometidas cinco masacres.

Investigadores del conflicto armado coinciden en señalar que la actual ola de violencia no es fortuita y que es producto de las fallas de política de seguridad del gobierno del expresidente Iván Duque Márquez.

Mientras tanto, el gobierno Petro no tiene un plan claro para hacerle frente a esta situación. Y apuesta por un ambicioso plan denominado Paz Total, el cual carece de una política pública de seguridad robusta.

“Es un gobierno que tiene unos planteamientos más aspiracionales y con manifestación de voluntades del Eln y de algunos sectores del crimen organizado. Aunque es claro cómo la Paz Total se llevará a cabo”, plantea Jorge Mantilla.

Alberto Sánchez cuestiona la política de seguridad del gobierno Petro: “Negociar con grupos, la seguridad humana y el cese multilateral, ¿qué son y cómo se hacen? En términos de política no sabemos”.

Para conocer las medidas que ha tomado el nuevo gobierno para enfrentar la violencia y propuestas que investigadores académicos realizan en esa materia, haga clic en el enlace.