En lo corrido de este año, los diálogos en La Habana entre el gobierno y las Farc han logrado avances importantes que favorecen directamente a las víctimas y que hacen referencia a cómo bajar, poco a poco, la intensidad de la guerra.
En este año, la negociación en La Habana entre el gobierno nacional y la guerrilla de las Farc para ponerle fin al conflicto armado va mostrando avaneces concretos en el proceso de desescalamiento de la guerra, lo que sin duda alguna favorece a las comunidades donde es más intensa la confrontación armada.
El año comenzó en medio de un cese unilateral al fuego decretado por las Farc el 20 de diciembre de 2014. De acuerdo con diversas entidades, públicas y privadas, la medida se ha cumplido en todo el país. También se han reportado menos combates, muertos, ataques a la población civil, secuestros y desplazados que en 2013.
A esa decisión, se le ha sumado el acuerdo de eliminar las minas antipersonales, que actualmente están en poco más de la mitad del país; la medida de las Farc de no vincular a menores de 17 años en sus filas y que entregarán a los menores de 15 años; y el anuncio del presidente Juan Manuel Santos de suspender, por un mes, prorrogables, los bombardeos a los campamentos guerrilleros.
De otro lado, en febrero pasado se conoció el informe elaborado por doce expertos en el tema del conflicto armado, en el que se expusieron diversos puntos de vista sobre cómo y por qué empezó la guerra en Colombia hace 50 años, insumo que servirá para comprender mejor el pasado y entender la negociación en La Habana.
A la par de todo ello, diversos sectores se preguntan por los grandes desafíos que afrontará el país ante una eventual firma de los acuerdos y su refrendación en las urnas. Hay quienes afirman que existen más tensiones entre más avanzan las negociaciones y se van alcanzando acuerdos parciales. Una de ellas son las constantes amenazas contra decenas de líderes de organizaciones sociales y defensoras de derechos humanos que apoyan el proceso con las Farc y un eventual diálogo con la guerrilla del Eln.
El enfoque de paz territorial que tienen los acuerdos en La Habana no ha sido bien planteado en las regiones. En distintas regiones del país se ha evidenciado un gran desconocimiento de lo pactado hasta ahora, lo que ha acrecentado el miedo entre las comunidades, sobre todo en aquellas donde hay otros grupos armados al margen de la ley, y se cuestiona el compromiso actual de las empresas privadas.
Otra duda es cómo se prepara el país para una futura comisión de la verdad, quiénes la conformarían y dónde se guardarían esos archivos, y para ello es importante aprender de experiencias internacionales, como la de Alemania, después de la caída del muro de Berlín en 1989.
VerdadAbierta.com recopila los grandes avances y preguntas del proceso de paz este año.
En este año, la negociación en La Habana entre el gobierno nacional y la guerrilla de las Farc para ponerle fin al conflicto armado va mostrando avaneces concretos en el proceso de desescalamiento de la guerra, lo que sin duda alguna favorece a las comunidades donde es más intensa la confrontación armada.
El año comenzó en medio de un cese unilateral al fuego decretado por las Farc el 20 de diciembre de 2014. De acuerdo con diversas entidades, públicas y privadas, la medida se ha cumplido en todo el país. También se han reportado menos combates, muertos, ataques a la población civil, secuestros y desplazados que en 2013.
A esa decisión, se le ha sumado el acuerdo de eliminar las minas antipersonales, que actualmente están en poco más de la mitad del país; la medida de las Farc de no vincular a menores de 17 años en sus filas y que entregarán a los menores de 15 años; y el anuncio del presidente Juan Manuel Santos de suspender, por un mes, prorrogables, los bombardeos a los campamentos guerrilleros.
De otro lado, en febrero pasado se conoció el informe elaborado por doce expertos en el tema del conflicto armado, en el que se expusieron diversos puntos de vista sobre cómo y por qué empezó la guerra en Colombia hace 50 años, insumo que servirá para comprender mejor el pasado y entender la negociación en La Habana.
A la par de todo ello, diversos sectores se preguntan por los grandes desafíos que afrontará el país ante una eventual firma de los acuerdos y su refrendación en las urnas. Hay quienes afirman que existen más tensiones entre más avanzan las negociaciones y se van alcanzando acuerdos parciales. Una de ellas son las constantes amenazas contra decenas de líderes de organizaciones sociales y defensoras de derechos humanos que apoyan el proceso con las Farc y un eventual diálogo con la guerrilla del Eln.
El enfoque de paz territorial que tienen los acuerdos en La Habana no ha sido bien planteado en las regiones. En distintas regiones del país se ha evidenciado un gran desconocimiento de lo pactado hasta ahora, lo que ha acrecentado el miedo entre las comunidades, sobre todo en aquellas donde hay otros grupos armados al margen de la ley, y se cuestiona el compromiso actual de las empresas privadas.
Otra duda es cómo se prepara el país para una futura comisión de la verdad, quiénes la conformarían y dónde se guardarían esos archivos, y para ello es importante aprender de experiencias internacionales, como la de Alemania, después de la caída del muro de Berlín en 1989.
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