Bloque Norte - Bloque Resistencia Tayrona / Hernán Giraldo Archives | VerdadAbierta.com https://verdadabierta.com/category/justicia-y-paz-1/versiones/bloque-norte-bloque-resistencia-tayrona-hernan-giraldo/ Periodismo a profundidad sobre conflicto armado en Colombia. Tue, 30 Apr 2024 06:35:52 +0000 es-CO hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.8.2 ¿Tenía Restrepo un libreto oculto para la desmovilización? https://verdadabierta.com/itenia-restrepo-un-libreto-oculto-para-la-desmovilizacion/ https://verdadabierta.com/itenia-restrepo-un-libreto-oculto-para-la-desmovilizacion/#respond Mon, 22 Aug 2011 17:03:11 +0000 Hernán Giraldo Serna y seis desmovilizados del Frente Tayrona,coinciden en que el ex comisionado Luis Carlos Restrepo los indujo a mentir al exigirles que incrementaran el número de desmovilizados, excluir a los menores de las filas y no mencionar masacres.       El ex comisionado de Pa, Luis Carlos Restrepo en una desmovilización de […]

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Hernán Giraldo Serna y seis desmovilizados del Frente Tayrona,coinciden en que el ex comisionado Luis Carlos Restrepo los indujo a mentir al exigirles que incrementaran el número de desmovilizados, excluir a los menores de las filas y no mencionar masacres.
     
El ex comisionado de Pa, Luis Carlos Restrepo en una desmovilización de las Auc. Foto Semana      

A medida que avanza el proceso de Justicia y Paz, las versiones de los postulados arrojan nuevas luces sobre la realidad del desarme y desmovilización de los miles de hombres que pertenecieron a los grupos paramilitares. Esta semana, durante los días martes y miércoles, Hernán Giraldo (El Patrón de La Sierra), desde una cárcel en Estados Unidos; José Gélvez Albarracín (El Canoso), Daniel Giraldo (El Grillo), Luis Quiroga, José Daniel Mora (101), Carmen Rincón (La Tetona), Afranio Reyes y Rosendo León Galeano, dijeron en versión libre ante la Fiscalía 9ª de la Unidad de Justicia y Paz, que el Alto Comisionado, Luis Carlos Restrepo, y el coronel Álvaro León Acosta Argote, los obligaron a mentir al momento de entregar las armas.

En primer lugar, afirmaron los postulados de manera unánime, que el comisionado le dijo a Giraldo que tenía que sacar a los menores de edad de las filas, que no se podían desmovilizar; que no dijeran el tiempo exacto de pertenencia de aquellos que llevaban apenas meses o poco más de un año, pues no serían tenidos en cuenta y no les pagarían la bonificación; que no confesaran homicidios atroces; que no se presentaran con rangos de comandantes y que al ser reseñados dijeran alias distintos a los que habían utilizado con ocasión de la pertenencia al grupo.

¿Por qué éstas peticiones? Nunca supieron, pero llegó un momento en que creyeron que con la desmovilización y entrega de armas, la paz llegaría a la Sierra Nevada y no pusieron objeciones, y si el gobierno lo decía, sus razones tendría, pensaron los hoy desmovilizados.

No fueron las únicas peticiones o sugerencias, que según ellos, le hizo el Alto Comisionado Luis Carlos Restrepo al ex jefe paramilitar Hernán Giraldo y los hombres que tenían algún mando militar, político o financiero en la organización armada. Cuando ellos le informaron que el Frente Resistencia Tayrona tenía 750 hombres en armas, les dijo que eran muy pocos, obligándolos a aumentar el número de milicianos hasta casi mil doscientos hombres, incorporando a más de 350 personas que nunca habían cogido un arma o que desconocían quiénes eran los jefes del grupo armado, cuáles eran las regiones donde operaban y cómo estaba distribuido el mando militar en cada una de ellas. No todos los que se desmovilizaron, sostiene ‘El Canoso’, pertenecían a las Auc. Se hizo un censo de menores, pero el Comisionado dijo que los excluyeran, les dieran unas mudas de ropa y 300 mil pesos.

Pero además, los costos de la desmovilización, como transportar a centenares de hombres armados de las partes más altas a una media o la de subir a los que estaban en la zona urbana de Santa Marta hasta Machete Pelado, fueron pagados por el grupo armado. Incluso, el gobernador de entonces (Trino Luna, confeso y condenado por la parapolítica), afirmó Hernán Giraldo, se comprometió a mejorar la carretera para poder llevar adelante la desmovilización, le pidió a Hernán Giraldo que pusieran ellos, (las autodefensas), los 50 millones de pesos que costaría dejar en buen estado la vía, que después el gobierno departamental los repondría. Hernán Giraldo asegura que se metió la mano al bolsillo,   hicieron la inversión y pasaron la cuenta, pero nunca les pagaron. Sólo falta confirmar si el departamento giró y alguien cobró.

En el caso de los menores, afirmaron Hernán Giraldo y sus hombres en versión, el coronel Acosta les dio la orden de que a los menores tenían que vestirlos de civil y enviarlos a sus casas. Pero no fue lo único, Gelvez Albarracín, alias ‘El Canoso’, dijo que esta semana le mostraron unos recibos según los cuales el coronel Acosta, quien acompañó en todo el proceso al comisionado Restrepo, había cobrado unas cuentas al departamento del Magdalena por concepto de alquiler de vehículos. No sé explica cómo hicieron eso, si la mayoría bajó a pie, otros 40 en dos helicópteros, el de la Drumond y el del Ejército, y otros milicianos en vehículos propios de las autodefensas.

Daniel Giraldo confesó que el grupo en el que él estaba, en la parte alta, bajaron 200 hombresarmados, se reunieron con el comisionado y con coronel Acosta, y entregaron las armas. Alias el ‘Grillo’, agregó que entre las cosas que les pidieron, que dijeran que tenían mínimo cinco o seis años de pertenecer al grupo armado. Por esa razón, afirmó, muchos que entraron siendo mayores, quedaron como si fueran menores de edad al momento de ingresar.

“A los menores de edad les dieron dos muditas de ropa y 300 mil pesos para que se fueran a sus casas. Señora fiscal, nosotros no podemos dejar pasar esta oportunidad para dejar en claro que esa falsa desmovilización, fue el mismo gobierno el que nos dijo qué hacer para sacar a los menores”, dijo.

Daniel Mora López, alias ‘101’, comandante en el corregimiento de San Pedro de la Sierra, afirmó que el gobierno exigió un ‘espulgue’, a tal punto que hay gente que no sabe quiénes eran sus comandantes y no conocen a la Sierra. Además de confirmar el caso de los menores, Mora afirmó que les pidieron que al desmovilizarse utilizaran un alias distinto al que habían usado en el grupo, y así ‘todos pasamos limpios, sin órdenes de captura’.

Daniel Giraldo también coincide con su padre y con ‘El Canoso’ en que la logística de la desmovilización fue por cuenta del frente. Sacaban a unos menores de las filas y metían a otras personas y cuándo les preguntaban qué zona patrullaban, decían que en la Sierra Nevada, como si eso fuera un barrio. Desde el momento mismo de la desmovilización comenzamos a faltar a la verdad inducidos por el propio gobierno nacional.  

En esta versión colectiva mencionaron algunos hechos, reconocieron homicidios, pero con la limitación de que a Hernán Giraldo lo traían y se lo llevaban una hora antes por la diferencia de horarios, hubo que posponer algunos temas para una nueva versión. Esto fue lo que dijeron:

‘El Canoso’, jefe político
Ingresó formalmente a las Autodefensas Campesinas del Magdalena, en marzo de 2003, momento en el que Hernán Giraldo Serna ya tenía de orden de captura, lo que lo excluía de la mesa de diálogo. Por eso, Gélvez Albarracín asumió el cargo de jefe político, para llevar la vocería del grupo en la mesa de negociación del proceso de desmovilización en Santa Fe de Ralito.

Gélvez ha dicho en sus versiones que él quería ser concejal en representación de las 93 veredas de La Sierra, sobre las cuales el Frente Autodefensas Campesinas del Magdalena ejercía gran influencia, probada con la elección de Ignacio ‘Nacho’ Rodríguez en 2006, quien fue extraditado en 2007 y ya cumplió su condena en E.U..

Quien postuló a Gelvez como jefe político fue Hernán Giraldo con la propuesta concreta de ‘apostarle a la erradicación de cultivos ilíctos’, proyecto que manejaba su hijo Rubén Giraldo.
Pero el programa de sustitución de cultivos arrancó mal y estaba llamado a fracasar, dice Gelvez, basado esencialmente en que, mientras los campesinos cumplían entregando los cultivos de coca, el gobierno no cumplía su parte en los proyectos de sustitución.

Alias ‘El Canoso’ era el encargado de manejar las relaciones políticas entre losgobiernos departamental, y municipales con el estado mayor de las autodefensas, en especial Mancuso y ‘Jorge 40’. Fue el encargado de coordinar la reunión de El Difícil previa a las elecciones regionales de 2003, donde dice que ganaron 28 alcaldías. Durante casi dos años estuvo encargado de los proyectos que contrataban las alcaldías municipales y la gobernación para los sectores de la salud y la educación, donde estaban involucrados.

El viernes, antes de terminar la sesión, Gelvez afirmó que precisamente los beneficiarios de los contratos de salud eran Solsalud, del senador santandereano Luis Alberto Gil y el ex representante Alonso Ramírez y el actual parlamentario Libardo García, hijo del alcalde de Fundación del mismo nombre. Además de Solsalud, contrataban con la IPS Tayrona y uno de los contratos consistía en afiliar a los miembros del grupo y a sus familiares a estas empresas prestadoras de salud. La salud, dijo Gelvez, era totalmente política.

Al referirse al tema de la desmovilización en Machete Pelao, afirmó que ese día se puso el camuflado por primera vez, porque Hernán Giraldo le pidió que se encargara del personal porque los comandantes no querían dar la cara. Dice que fue detenido por una acusación que le hicieron los Rojas, pero pidió que Hernán Giraldo confirme si él ordenó matar a alguien. Precisamente, agregó, esa fue una de las condiciones que puso para aceptar el cargo de comandante político del frente, que no le dieran responsabilidades económicas ni militares.

Al referirse a las elecciones de 2003, Gelvez afirma que hubo varias reuniones con políticos, y los que jugaron un papel esencial fueron, en Santa Marta ‘Nacho’ Rodríguez, que era el concejal del grupo y ‘Chico’ Zuñiga, candidato a la Alcaldía, mientras que en el departamento todo se hacía a través de Trino Luna, quienes hicieron algunas obras que beneficiaron a la organización.

Daniel Giraldo, alias ‘el Grillo’, es uno de los 34 hijos que se conocen de Hernán Giraldo, era de los que andaba en el anca del caballo con su padre y conoce de cerca el conflicto y a los distintos actores, incluso en desarrollo de la versión hizo precisiones a su padre sobre hechos que éste desconocía. Por ejemplo, Hernán Giraldo desconocía que alias ‘Monoleche’, cuyo nombre era Giovanni Navarro, había sido escolta de Jorge Gnecco, uno de los fundadores del Bloque Norte y principal aportante financiero en sus comienzos. También precisó que ‘Monoleche’, ‘5.5’ y ‘Tolima’ venían de donde ‘Jorge 40’, que fueron enviados en el año 2000 cuando se presentó un enfrentamiento entre los Rojas y el grupo de Hernán Giraldo.

Agregó Daniel Giraldo que alias ‘Monoleche’ bajaba siempre donde Jorge Gnecco y después subía a llevar instrucciones a la finca La Ponderosa, afirmación que fue corroborada por Luis Quiroga, quien dijo que los entrenamientos eran en esa finca y que el uso de la sigla ACM duró muy poco, pues a los cuatro meses se convirtieron en Autodefensas del Magdalena y la Guajira (ACMG).

‘En qué momento mataron a ese poco de gente’

Cuando el comando militar quedó en manos de ‘5.7’, dice Daniel Giraldo, nos dio la orden de reportarle cuatro muertos a la semana, que no lo llamaran para contarle sobre los problemas. Era tanta la sangre que corría por la Sierra, que a Hernán Giraldo cuando le contaban que habían matado al hijo de fulano o de algún otro conocido, decía pero si ‘ese muchacho es miembro de una familia amiga de nosotros, es hijo de colonos’.

Pero la orden de ‘5.7’ era matar a viciosos, ladrones, desconocidos y a los guerrilleros y sus colaboradores. Daniel dice que ellos no llamaban a su padre para contarle, pero que de todas maneras se sabía y llegaban las noticias donde él. Hernán Giraldo llegó un momento en qué dijo que eso no se podía hacer. El único que sabía era ’Chaparro’, un comandante que estaba al lado de Giraldo en la parte alta.
También dijo Daniel que a partir del año 2002, cuando las ACMG fueron derrotadas por el Bloque Norte, su padre se apartó de las decisiones militares y al único que se le comunicaban o reportaban los hechos era a ‘5.7’.

Afranio Reyes confirma lo dicho por alias ‘El Grillo’, diciendo que esa orden surgió de una reunión en la que participaron ‘Jorge 40’, ‘5.7’ y Afranio. La decisión era ‘dar de baja’ a los viciosos, a las prostitutas y a los guerrilleros, y en ese sentido, dice, yo fui ‘un comandante de limpieza’. Por esa decisión otros comandantes comenzaron a quejarse porque la lista que había entregado ‘5.7’, incluía a muchas personas inocentes. Cualquier civil considerado vicioso era objetivo militar. La misma población, agregó Afranio, en esa guerra, nos mal informaba.

La lista era larga, dice Daniel, había como 80 personas y se la entregó el mismo ‘5.7’, además esos muertos teníamos que entregarlos en un mes, todos los que estaban en la lista tenían que haber caído. Yo le comenté a Chaparro y me dijo que le dijera a ‘5.7’ que la próxima reunión sería con él. Cuando ‘5.7’ llegó a Machete Pelado, Hernán Giraldo le dijo que no tenía que hacer eso, que respetara a su gente. “¿En qué momento mataron a tanta gente?”, les preguntó Giraldo.

Hernán Giraldo aclaró que alias ‘Tolima’, comandante militar, era de la región, pero había estado combatiendo en los Montes de María y se quedó por allá cuando fue a hacer un entrenamiento en la ‘Casa Castaño’. Dice que desconocía la relación entre ‘Monoleche’ y Jorge Gnecco, que lo conoció porque acompañaba a ‘5.7’ y había ido a combatir las guerrillas con alias ‘Tolima’. Una de las primeras incursiones fue a San Pedro de la Sierra.

Daniel Giraldo dice que en el 2000 los enviaron a conformar el frente en La Guajira y en 2001 ya había urbanos haciendo presión en Palomino y Mingueo. Antes de 1998, dijo Giraldo en respuesta a una pregunta de la fiscal, a nosotros nos identificaban como ‘Los Chamizos’ y el trabajo en alianza con el BN comenzó cuando nos unimos para sitiar a San Pedro de la Sierra. Que durante los años 80 y 90 no andaban armados, que existían como autodefensas para repeler los ataques de la guerrilla, que cuando eso ocurría se unían para defenderse.

Que en ocasiones los indígenas bajaban a decirnos que la guerrilla venía bajando. Daniel interviene y dice que la reunión que tuvieron Hernán Giraldo, ‘Jorge 40’ y Mancuso para atacar a San Pedro fue en el 97, pero su padre lo corrige diciéndole: ‘mijo, esa reunión del 97 fue con ‘5.7’ y el ‘Ingeniero’ en La Aguacatera para la creación del Frente Zona Bananera.

Al preguntarle la fiscal por el ‘Ingeniero’, Giraldo dice que era un funcionario del DAS, pero que no recuerda su nombre.

Cuando preguntan de la sala de víctimas por homicidios, Hernán Giraldo responde que no todo lo que ocurría se lo reportaban, porque todos actuaban bajo el mando militar unificado en cabeza de ‘Samuel’ o ‘5.7’, a quien el Gobierno Nacional no ha querido postular.

La fiscal le pregunta a Giraldo cómo era la división política entre él y alias ‘el Canoso’. A lo que responde diciendo que a él le correspondía evitar que se cometieran atropellos contra los indígenas, mientras que Gelvez era el jefe político en la parte urbana.

El Canoso explica que cuando Nodier Giraldo lo contrató fue para asumir la vocería en la mesa de diálogo en Santa fe de Ralito, y él, periódicamente le informaba cómo se iban desarrollando los diálogos y al mismo tiempo adelantaba contactos con miembros de la clase política en Magdalena, La Guajira y Atlántico.
Aclaró Gelvez que había otros dos ‘canosos’. Uno era Abraham Sánchez, que se encargaba de resolver problemas sociales en la parte baja de la Sierra y el otro estaba al servicio de alias ‘Walter’, uno de los jefes de sicario ya muerto, pero queno recuerda el nombre. A Abraham Sánchez, ‘El Canoso’ o ‘Alejandro’, dice que tenía mucha influencia en la región y llegó de la mano de ‘5.7’, ambos habían pertenecido al EPL en Córdoba. Dice Gelvez que tenía mucha experiencia, reunía a la comunidad con facilidad y también se encargaba con Chaparro, de reclutar nuevos miembros para el frente, incluidos menores. Estaba también ‘Ranfis’, encargado de coordinar en La Troncal.

Giraldo se despidió de sus antiguos colaboradores y de su hijo diciéndoles que ha quedado mal en muchas cosas porque se las contaron de otra manera. ‘No tengamos miedo, pase lo que haiga (sic) pasado, hay gente que ha confesado cosas más horribles que las que nosotros hicimos, hay que pasar un ratico de vergüenza, pero hay que decir la verdad muchachos’.

 

 
   

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Hijo de Hernán Giraldo aseguró que compraba armas a militares https://verdadabierta.com/hijo-de-hernan-giraldo-aseguro-que-compraba-armas-a-militares/ https://verdadabierta.com/hijo-de-hernan-giraldo-aseguro-que-compraba-armas-a-militares/#respond Tue, 29 Jun 2010 13:31:50 +0000 Ante Justicia y Paz, Daniel Giraldo, alias ‘El Grillo’, dijo que le compraba armas a un teniente del ejército y a quien el grupo armado supuestamente le entregaba cadáveres para falsos positivos. En breve: En versión libre ante la fiscalía novena de Justicia y Paz, el desmovilizado del Bloque Resistencia Tayrona, Daniel Giraldo Contreras, hijo […]

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Ante Justicia y Paz, Daniel Giraldo, alias ‘El Grillo’, dijo que le compraba armas a un teniente del ejército y a quien el grupo armado supuestamente le entregaba cadáveres para falsos positivos.
En breve: En versión libre ante la fiscalía novena de Justicia y Paz, el desmovilizado del Bloque Resistencia Tayrona, Daniel Giraldo Contreras, hijo de Hernán Giraldo Serna, conocido con los alias de ‘El Grillo’ o ‘Medina’, confesó que la agrupación armada irregular a la que perteneció tenía vínculos con miembros de la Quinta División del Ejército con sede en la ciudad de Santa Marta y que además de apoyo militar, las autodefensas obtenían material de intendencia así como también municiones y granadas.

Militares mencionados: Mencionó al teniente del ejército Leonardo Miranda Ortega y a un conductor de la misma guarnición militar de apellido Almanza.

Paramilitares mencionados: Norberto alias ‘Beto’ Quiroga

‘El Grillo’, en el centro de blanco con rayas, fue capturado por las autoridades en Tolima. Foto CTI.

Alias ‘El Grillo’ rindió versión libre sobre en Barranquilla y allí relató cómo los paramilitares de la Sierra Nevada contaron con la supuesta complicidad de varios miembros de la Fuerza Pública en Magdalena. Este paramilitar habla diariamente con su padre Hernán Giraldo, extraditado en abril de 2008, a quien le consulta las decisiones que toma y su padre le dijo que se acogiera a Justicia y Paz y contara todo lo que sabe sobre los nexos de las Auc con las autoridades y políticos.

En esta, su primera versión ante justicia y paz, reconoció haber participado en unos veinte homicidios, en el desplazamiento forzado de los campesinos de la Sierra Nevada de Santa Marta en noviembre de 2001 provocado por el enfrentamiento entre el Bloque Norte de Rodrigo Tovar Pupo, alias Jorge 40, y el Frente Resistencia Tayrona, en la desaparición de personas a las que el grupo asesinaba y sepultaba. También reconoció que antes de la desmovilización abrieron las tumbas e incineraron  los huesos y cuerpos de sus víctimas para que no quedaran rastros de los hechos, orden que dio el denominado “Estado Mayor” de las autodefensas.

Daniel Giraldo creció a la par de su padre, el extraditado jefe paramilitar Hernán Giraldo alias ‘el Patrón’, fue comandante en la Quebrada del Sol y en Don Diego, y en 2004, fue nombrado jefe militar del Frente cuando uno de sus comandantes, Norberto ‘Beto’ Quiroga, conocido con el alias de 5.5, se recuperaba de una enfermedad. ‘El Grillo’ también fue comandante de seguridad de su padre. Fue capturado en Falan, Tolima, el pasado 19 de enero, por el delito de concierto para delinquir y aunque los términos en la justicia ordinaria están vencidos y podría recuperar la libertad, su padre le aconsejó que permaneciera en justicia y paz.

El ex paramilitar contó en su versión de dos días ante la Fiscal Novena de Justicia y Paz, Zeneida López Cuadrado, los supuestos nexos que el grupo sostuvo con el teniente del ejército Leonardo Miranda Ortega, a quien conoció en Guachaca un día que se lo presentó Luis Edgar Medina Flórez, alias ‘Chaparro’. Según el desmovilizado, el día que lo conoció Medina Flórez  le regaló al teniente una pistola en acero inoxidable con tres proveedores.

También agregó que quien tenía una relación de apoyo militar con el oficial era jefe militar del Resistencia Tayrona que controlaba la región de San Pedro de la Sierra y uno de los miembros del grupo de mayor confianza de Hernán Giraldo. Las autodefensas supuestamente le entregaban al teniente Miranda personas a quienes ellos daban de baja y el teniente presuntamente los presentaba como dados de baja en combate y gracias a esa ‘efectividad’ en la lucha antisubversiva el oficial fue condecorado. ‘Beto’ Quiroga se los entregaba con camuflado y brazaletes de la guerrilla.

Los paramilitares, según la versión de ‘El Grillo’ le entregaban al militar armas inservibles, que aparentemente eran incautadas a los grupos armados irregulares, tanto guerrilleros como paramilitares, y después éstas eran presentadas por el ejército como recuperadas en la lucha contraguerrillera.

El desmovilizado dijo que el trato que ‘Beto Quiroga’ supuestamente tenía con el teniente contemplaba la entrega de gente y armamento malo y a cambio el teniente le entregaba granadas de mano y munición. Según el relato del desmovilizado en una ocasión el mismo ingresó a la Escuela Militar José María Córdoba en Bogotá, en compañía del teniente y compraron uniformes, material de intendencia, chapusas, chalecos, camuflados y botas de uso exclusivo de las fuerzas armadas.

Después de la compra, Giraldo le preguntó qué cómo hacían para pasarlo por el aeropuerto sin contratiempos. Entonces, según la versión del paramilitar, el teniente le dijo que él se lo enviaba a un conductor del Batallón José María Córdova adscrito a la Segunda Brigada del Ejército y éste se encargaría de entregarlo a ‘Beto’ Quiroga. “El teniente nos decía que lo que necesitáramos, que él estaba a la orden. Llegaron a tal grado de confianza, que el teniente en una ocasión lo invitó a una fiesta de graduación de cadetes”, dijo el paramilitar en un aparte de la versión libre.

Pero si con el teniente las cosas funcionaban, con Almanza el conductor del ‘camión blanco’ del batallón también eran oportunas y convenientes para el grupo armado. Gracias a esa relación, alias ‘Beto’ Quiroga se movilizaba camuflado por el departamento como miembro del ejército. Pasaba de una zona a otra sin ningún riesgo de ser capturado. Dijo ‘El Grillo’, que ellos llegaban a San Pedro de la Sierra, corregimiento de Ciénaga, y a otras poblaciones, se encontraban con el teniente y no les decía nada. El teniente comandaba, según ‘El Grillo’ un ‘Escuadrón de la Muerte’ que habría operado entre los años 2000 y 2005 en el departamento de Magdalena. Y le pusieron así por los falsos positivos que daban con gran regularidad. El teniente Miranda comandaba al parecer una unidad antinarcóticos que patrullaba la Sierra Nevada y gracias a los resultados fue condecorado y ascendido. Almanza se encuentra hoy como jefe de patio en la Cárcel de El Bosque de Barranquilla y tenía muy buenas relaciones con la alta oficialidad del Batallón Córdova con sede en Santa Marta.

La fiscal le pregunta si tuvo conocimiento de otras acciones en las que el grupo hubiera sido apoyado por la fuerza pública. Daniel Giraldo recordó que en una ocasión en que la guerrilla atentó contra Hernán Giraldo en el año 2000, Jairo Musso coordinó el apoyo de la fuerza aérea de la Base del Atlántico. Él avión fantasma, dice, nos ayudó, teníamos comunicación por radio con ellos y les dimos la posición de la guerrilla y el avión hizo dos o tres bombardeos, eso fue el 15 de febrero de 2000’.

Las guerras en la Sierra

Daniel Giraldo Contreras tenía cuatro años cuando murió su madre. Desdeentonces, 1986,  recuerda que no se despegaba su padre, Hernán Giraldo Serna, el jefe de uno de los grupos de autodefensa más antiguos del país. Como el muchachito no dejaba de llorar, su padre lo llevaba para donde fuera montado en la grupa del caballo. Recorrió en su infancia toda la Sierra Nevada y a los catorce años el ex jefe paramilitar le regaló su primer fusil, pero ya había tenido armas cortas.

Daniel Giraldo comenzó a portar armas desde los 14 años y se cree, por lo que el mismo Hernán Giraldo y sus hombres han contado, que es uno de los 38 hijos que el jefe paramilitar tuvo durante 40 años de control de la Sierra Nevada. Sus hermanos mayores son Alberto, Amparo y alias Rambo, con quienes se encuentra distanciado porque se apoderaron del ganado de su padre y lo vendieron. También porque se aliaron con la banda de ‘Los paisas’ y Daniel se alió con los ‘urabeños’ de alias Don Mario y terminó expulsándolos.

Pero durante los casi quince años que militó en el grupo armado fue testigo de varias guerras, entre otras con la banda del ‘Negro Adán’ Rojas. Con estos se enfrentaron a finales de 1999 por el asesinato de Emérito Rueda, un amigo de Hernán Giraldo, a quien los Rojas asesinaron en un hecho confuso, pues los Rojas han dicho que ellos salieron a la Troncal a robarse una Toyota, la primera que apareciera y cuando bloquearon la vía  se encontraron el señor Rueda que iba armado y en el intercambio de disparos lo mataron.

Ese asesinato provocó el enfrentamiento entre los hombres de Giraldo y la banda de los Rojas a finales de 1999, a pesar de que existía una amistad entre los jefes y se habían dividido el control de la Sierra. Pero a Giraldo le ponían quejas permanentes de los Rojas, quienes abusaban de su poder. Después de varios días de combate los Rojas fueron expulsados y un grupo de 20 hombres armados se pasaron para el grupo de Giraldo, entre otros Eduardo Vengoechea Mola, alias ‘El Flaco’ y Eliseo Cadena.

El enfrentamiento entre Rojas y Giraldo ocurrió después de la fuga de Adán Rojas de la cárcel. Cuando llegó a la base le dio la orden a alias ‘Caleño’ y al ‘Cabo’ de la Pava, un miembro activo del Ejército, que salieran a la carretera y se robaran una Toyota de estacas, que se fueran por los lados de la Drummond, pero salieron a la carretera por Calabazo. En el enfrentamiento fue asesinado el cabo De la Pava, a quien los Rojas recogieron y arrojaron en la orilla de la carretera frente al Sena para que lo recogieran y no fueran a relacionar un caso con el otro. De la Pava fue sepultado con honores.

Dos años después, los Rojas se unirían a Carlos Castaño, Salvatore Mancuso y Jorge 40, que le declararon la guerra a Giraldo cuando éste se negó a unificar sus fuerzas con las del Bloque Norte, derrotándolo y quitándole el mando militar y el 60 por ciento de los ingresos que obtenía hasta entonces las conocidas Autodefensas de Magdalena y Guajira, las mismas que después de la confrontación a comienzos de 2002 se llamarían Frente Resistencia Tayrona, subalterno al Bloque Norte.

De la guerra con la banda del ‘negro’ Adán Rojas, el grupo pasó a enfrentar una de las peores crisis por un error de Jairo Musso, conocido con el alias de ‘Pacho’, actualmente extraditado. Musso ordenó asesinar a tres agentes antinarcóticos en el restaurante ‘El ‘Pechiche’ en el que murieron Heriberto Cordero Guerrero, José Gregorio García Sanguino y Fabián Alexander Torralba Vásquez, así como los hermanos Edgar y José Orlando Lara García, dos turistas, y Teodoro de Jesús León Gravini.

Esta masacre, dijo, enojó mucho a Hernán Giraldo, pues, según sus palabras, dijo que lo que él había hecho en 20 años, lograr la convivencia entre las comunidades con las autoridades,  alias ‘Pacho’ Musso lo había dañado con las patas en una noche. ‘Después de eso, a partir del año 2001 había presencia permanente de antinarcóticos, tanto así que ‘el Guajiro’ subió para decirnos que nos moviéramos porque el ejército iba subiendo. Nos desplazamos de la vereda El Filo a La Estrella y de ahí hasta el cero de la piedra blanca, pero nos fuimos más arriba, a  Las Nubes y allá llegaron los helicópteros de antinarcóticos persiguiéndonos por la masacre de los tres agentes en El Pechiche’.

Después de la guerra con Los Rojas, Giraldo dijo que como comandante fue nombrado Walter Torres, a quien conocían también con el alias de ‘02’, y es recordado como uno de los más sanguinarios jefes que hayan conocido en la Sierra Nevada. En esa época, año 2000 y 2001, comenzó la práctica del desmembramiento de las víctimas. Según Giraldo, Beto Quiroga decía que era más fácil hacer un hueco pequeño. Los patrulleros recibían entrenamiento en una escuela en Machete Pelao que duraba tres meses, en la que les enseñaban cómo descuartizar, cómo tomar zonas, formas de patrullaje y qué hacer en caso de combates. A la escuela acudían los paramilitares uniformados con camisa y dril color caqui y morral azul. Al final del curso Castaño les entregaba un diploma firmados por Carlos Mauricio García, alias ‘Doble Cero’ o ‘Rodrigo’.

Después de la guerra con el Bloque Norte en el 2002, quedaron como comandantes Tolima, Monoleche y Walter Torres. Pero para firmar los términos de cómo funcionaría en adelante la organización, Rodrigo Tovar puso como condición para reunirse con Hernán Giraldo que enviaran a los comandantes Beto Quiroga, Tolima y Daniel Giraldo, como garantía de que respetarían su vida. Los dos primeros no aceptaron y en el caso de El Grillo Hernán Giraldo le dijo que decidiera él mismo, porque Beto y Tolima dijeron que no iban apara allá. “Yo le dije a Giraldo que si con eso se arreglaba el conflicto yo iba”, dijo en su versión ‘El Grillo’.

Giraldo estuvo en Santa Fe de Ralito durante un mes, mientras duraron las conversaciones entre Giraldo y Jorge 40 en las que acordaron un armisticio. Jorge 40 y Carlos Castaño le pedían a Hernán Giraldo que les entregara a Jairo Musso por la masacre de los tres agentes antinarcóticos en el restaurante ‘El Pechiche’, pero Giraldo no accedió a esa petición.

Se refirió a hechos que ya han sido mencionados por otros postulados, como el asesinato de Gentil Cruz, el representante de una ONG francesa que estaba comprando tierras al parecer para los indígenas, contrariando una orden de Hernán Giraldo en el sentido de que los campesinos no podían vender la tierra. El mismo Hernán Giraldo dio la orden al ‘Flaco’ Vengoechea Mola. Gentil Cruz tenía una parcela en la vereda El Orínoco. El mismo Daniel reconoció haber asesinado a un señor a quien conocían como ‘El Zarpazo’, porque estaba vendiendo sus tierras a los indígenas.

La justicia tendrá que investigar las sindicaciones de este ex paramilitar. 

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Campesinos de la Sierra Nevada fueron usados como escudo por paramilitares https://verdadabierta.com/campesinos-de-la-sierra-nevada-fueron-usados-como-escudo-por-paramilitares/ https://verdadabierta.com/campesinos-de-la-sierra-nevada-fueron-usados-como-escudo-por-paramilitares/#respond Mon, 15 Mar 2010 15:22:55 +0000 En diciembre de 2001 y febrero de 2002, el Bloque Norte y las Autodefensas de Hernán Giraldo se enfrentaron y obligaron a un desplazamiento masivo de la Sierra Nevada hasta la Troncal del Caribe provocando una crisis humanitaria y económica. En una versión varios paramilitares contaron cómo utilizaron a los campesinos como escudos . En […]

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En diciembre de 2001 y febrero de 2002, el Bloque Norte y las Autodefensas de Hernán Giraldo se enfrentaron y obligaron a un desplazamiento masivo de la Sierra Nevada hasta la Troncal del Caribe provocando una crisis humanitaria y económica. En una versión varios paramilitares contaron cómo utilizaron a los campesinos como escudos .

En breve: En una versión ante la unidad de fiscales de Justicia y Paz en Barranquilla, Cristian Ochoa (Cachete o Morrocoy), Eliseo Beltrán (El Gordo), Omar Ochoa (Morrocoy o El Viejo), Leonidas Acosta (Troilo), Luis Edgar Medina (Chaparro), Luis Alfredo Ropero (Cambalache) y Carlos Montejo, (90), miembros del Bloque Resistencia Tayrona, revelaron información sobre el desplazamiento forzado de 1.700 familias, campesinos de la Sierra Nevada en enero y febrero del año 2002 a quienes obligaron a bloquear la Troncal del Caribe para llamar la atención del Gobierno Nacional y el Ejército para que interviniera en la guerra que libraba el Frente Resistencia Tayrona contra el Bloque Norte.

Paramilitares mencionados: En la versión intervinieron los paramilitares desmovilizados Cristian Ochoa (Cachete o Morrocoy), Eliseo Beltrán (El Gordo), Omar Ochoa (Morrocoy o El Viejo), Leonidas Acosta (Troilo), Luis Edgar Medina (Chaparro), Luis Alfredo Ropero (Cambalache) y Carlos Montejo, (90), quienes mencionaron a Jorge 40, Hernán Giraldo, ‘Pacho’ Musso, Carlos Castaño y ‘Beto’ Quiroga.


El paro armado en la Sierra Nevada duró tres meses y los paramilitares de Hernán Giraldo usaron a los campesinos para protegerse de los hombres de Jorge 40.

Uno de los episodios que todavía recuerdan en Santa Marta como uno de los hechos más graves durante la guerra librada por los grupos paramilitares, fue el denominado ‘Paro Armado’, que consistió en el desplazamiento de miles de personas de la parte alta de la Sierra Nevada de Santa Marta la carretera troncal que comunica el Magdalena con La Guajira. Durante varias semanas, entre diciembre de 2001 y febrero de 2002, la carretera estuvo bloqueada para el tráfico entre Ríohacha y Santa Marta. Mientras tanto, arriba, tropas de Hernán Giraldo y de Jorge 40 se enfrentaban por el control territorial.

En una versión colectiva en la que participaron alias ‘Chaparro’, ‘Troilo’, ‘Morrocoy’, ‘El Gordo’, ‘Morrocoy el viejo’, ‘Cambalache’ y ’90, desmovilizados del Bloque Resistencia Tayrona, dieron su testimonio de por qué fue el ‘paro armado’. 

Miles de personas, en su mayoría campesinos, habitantes de veredas de los dos departamentos, fueron concentrados entre el Río Ancho y Calabazo. De acuerdo con información de Acción Social de Presidencia de la República, fueron catorce mil personas las desplazadas. Otras fuentes dicen que fueron 1.700 familias las que fueron obligadas a desplazarse y permanecer en la zona, controlados por cadenas. No podían entrar y salir. Si los comandantes veían a alguien extraño subir o bajar, lo desaparecían.

Se sabe desde entonces, que el paro armado ocurrió por una guerra entre las Autodefensas Campesinas del Magdalena y la Guajira (ACMG), comandadas por Hernán Giraldo, y el Bloque Norte, comandado por Jorge 40. Pero, poco a poco se han ido conociendo nuevos detalles. La Fiscalía Novena de la Unidad de Justicia y Paz ha logrado reconstruir, gracias a las versiones de los postulados y a las pesquisas de los investigadores criminales, los hechos y móviles que rodearon este episodio.

Como antecedentes de la guerra entre Giraldo y Jorge 40 algunas fuentes han señalado que surgió porque durante varios meses Carlos Castaño le había propuesto a Hernán Giraldo que se uniera a las Autodefensas Campesinas Unidas de Colombia, pero el curtido jefe paramilitar de la Sierra nunca la aceptó. Pero también se mencionan otros motivos, como la masacre de unos agentes antinarcóticos ordenada por Jairo ‘Pacho’ Musso, el subcomandante de las ACMG, un hombre de confianza de Giraldo; y otros hechos que probarían una ‘guerra sucia’ entre los dos grupos los que desatarían la confrontación.

Otra hipótesis, relacionada con el narcotráfico también, explica que la guerra ocurrió porque Jorge 40 estaba muy molesto porque siempre que capturaban cargamentos de drogas, los que caían eran los del Bloque Norte, mientras la coca de ‘Pacho’ Musso, actualmente preso en una cárcel en Estados Unidos, nunca tenía problemas.

Además, otras fuentes informan que al menos en una ocasión, Jorge 40 intentó sacar un  cargamento de droga por las playas de influencia de Hernán Giraldo, usando mini submarinos, acción que fue advertida por “Pacho Musso”, quien desapareció a los marinos, se llevó la coca y entregó el submarino a las autoridades. La razón para que Musso procediera de esta fomra, fue porque Jorge 40 no respeto la soberanía del grupo de Giraldo y tampoco pagó los impuestos que se cobraban para este tipo de acciones. Jorge 40 le pidió a Giraldo que le entregara a Musso, pero no lo hizo.

A esta situación le antecedió un hecho bélico relacionado con una pugna interna entre los Rojas y los Giraldo. En los años 80 llegó desplazada la familia Rojas, venían del interior del país. Estos, se ubicaron en Palmor de la Sierra, donde crearon las ACM (autodefensas campesinas del Magdalena), para combatir las acciones de la Farc y los Elenos, quienes tenían el control de esas poblaciones. Sin embargo, el accionar de los Rojas implicó una sevicia hacia los campesinos con el argumento que eran colaboradores de las guerrillas, lo que desató una serie de asesinatos en los caminos, veredas y fincas de esta zona del departamento.

Como consecuencia de estas acciones, la guerrilla se alió con los campesinos contra los Rojas; asesinaron a uno de sus familiares más cercanos y quemaron sus fincas, lo que implicó la expulsión de esa familia de esa zona. Adán Rojas Ospino (padre), buscó un acercamiento con Giraldo, quien para ese entonces tenía problemas con la guerrilla, porque se habían bajado hasta Minca y toda esa zona conocida como la Reserva y Cerro Kennedy, presionando a los campesinos.

Giraldo por su parte, pese a tener serias contradicciones con los Rojas debido a que cuando ellos estaban en Palmor asesinaron a dos personas que iban de Guachaca a visitar familiares a esa zona, aludiendo que eran informantes de Giraldo, accedió a ubicarlos en la región de Rio Piedras, (Bonda, Minca, Cerro Kennedy, Jirokasaca y Onaka).

A finales de los noventa, los Rojas se habían consolidado, creciendo en armas y en territorio, pero comenzaron a tener roces con la gente de Giraldo, lo cual desató una guerra entre estos dos bandos. Sobre esta pugna existen tres hipótesis. La primera de ellas es por una serie de acciones que Los Rojas estaba cometiendo en Santa Marta, robos, secuestros y extorsiones, que no entraban claramente dentro de las políticas que Giraldo imponía; la segunda, está relacionada con la primera, pero implica un desconocimiento por completo a Giraldo y la tercera, es el asesinato de Emérito Rueda, amigo personal de ‘El Patrón’, compadre y vecino en varias de las fincas de Giraldo en la región del Mamey y Casa de Tabla, por el no pago de una cuota extorsiva a los Rojas.

Giraldo ordenó a ‘55’ y a ‘Grillo’, un ataque a la base de estos en 1999, que dejó como resultado la muerte de un sobrino de los Rojas junto con otros combatientes, mientras que Adán Rojas (padre e Hijo) lograron evadirse. ‘El Negro’ Rojas quedó herido y fue capturado una semana después en Barranquilla por parte de la policía.

Adán Rojas (hijo), junto a su hermano José Gregorio, alias “Goyo”, se fueron para las Accu de Carlos Castaño, quien los envió a Jorge 40, para que dos años después, retomaran junto al Bloque Norte el control de la zona que les habían arrebatado y subordinado a Giraldo.

La Guerra
Según el relato de los paramilitares, una vez Giraldo no aceptó unirse a las AUC, ni entregar a “Pacho Musso”, Jorge 40 envió a cuatro emisorios para tratar de llegar a una concertación pacífica. El encargado de recibirlo por orden de ‘Pacho Musso’ era Euclides Gómez, quien los invitó a su negocio en el mercado público de Santa Marta, donde esperaron a los enviados de Giraldo. Como estos nunca aparecieron, la gente de ‘Jorge 40’ se retiró de la oficina de Euclides pero a la salida los esperaba un comando urbanode Giraldo, quienes descargaron sus armas automáticas, asesinando a tres y dejando uno herido, quien posteriormente murió.

Después de esta acción no hubo más comunicación; la guerra no tenía reversa.

El 29 de diciembre de 2001 Norberto Guiroga, alias ‘Beto’, jefe militar del grupo, recibió la orden de ‘Pacho’ Musso de que organizara una compañía para hacer frente a otras compañías del Bloque Norte, quien no escatimó esfuerzos para combatir a Giraldo, por el lado de la Guajira metió 500 hombres y por el lado de Minca 700.

Giraldo había perdido la guerra sin haber disparado un solo tiro. La orden la entregó alias ‘Walter’ y le mandó a Quiroga 50 combatientes. Durante dos días, entre los días 30 y 31 de diciembre, las tropas caminaron hacia el sitio donde se encontraban la compañía del BN. A Beto lo acompañaba alias ‘90’ o ‘El Turco’. En la madrugada del primero de enero de 2002 se dividieron, mientras ‘Beto’ se fue con un grupo de hombres por la parte alta de Bonda, alias ‘90’ se fue por la parte alta de la vereda El Campano.

En la tarde se produjo el enfrentamiento que duró dos horas y en el que no hubo bajas de los Giraldo, pero el que murieron más de 20 del Bloque Norte. La razón como lo explica uno de los que estuvo en ese combate, “es que salía gente de todos lados, cuando uno miraba estaban encima de uno y se daba de baja y al minuto ya habían dos más ahí en el mismo sitio, razón por la cual nos toco salir corriendo escondiendo los fusiles, muchos se perdieron y salieron a Bonda, otros nos reagrupamos en Jirokasaka, donde escanearon las conversaciones a ‘57’ en las que le daba parte a Jorge 40 de los muertos y los heridos.”

El extraditado exjefe le decía que no se preocupara, que si le mataban los 1.200 hombres que había enviado (sumando los de la Guajira y los de Minca), tenía otros 1.200 más listos para enviarlos, pero que no dieran el brazo a torcer”.

Mientras tanto, la gente, los habitantes de la Sierra, recibían la orden de desplazarse para que no ‘las mataran’, pero lo que Giraldo quería era poner a la gente de escudo porque la guerra como tal ya estaba pérdida, además era una forma de presionar al ejército porque estos no quisieron apoyar a Giraldo.

Alias ‘Pacho’ Musso envió a un emisario para tratar de comprar a un alto militar, pero éste le respondió que esa ‘chichigua’ que le mandaba Giraldo, Jorge 40 se la había triplicado, que además ellos buscaron los acercamientos, por lo que tenía que asumir las consecuencias.

Se tomaron varias medidas de precaución, dijo Cristian Ochoa, alias ‘Morrocoy’; una de esas fue decirle a los campesinos que bajaran para que los grupos enemigos no se metieran con ellos.

Eliseo Beltrán, alias ‘El Gordo’, dijo: “A la gente se le dijo que bajara por seguridad, para que no quedara en el fuego cruzado, porque la gente que venía de afuera no los conocía y podían pensar, la gente del Bloque Norte, que los campesinos comunes eran de las autodefensas de Giraldo. Otro objetivo era presionar al Gobierno para que nos apoyara militarmente con tropa.”

El encargado de la alimentación era Nodier Giraldo, sobrino del viejo Hernán y jefe de las finanzas. Los miembros de las juntas de acción comunal repartían la comida y los comerciantes de Santa Marta enviaban alimentos a La Troncal.

¿Qué decían los campesinos?
Que había un conflicto y que a ellos les daba miedo. Cuando los campesinos llegaban a Calabazo los colocaban en la carretera. Había más de nueve mil personas, según cálculos de los desmovilizados y por lo menos 50 carros, entre tracto mulas, buses interdepartamentales, camiones de reparto y carros de servicio particular (automóviles).

Yo me imagino, dice Cristian, que la gente se bajó a Calabazo porque era más tranquilo.

¿Quién puso las cadenas? Preguntó la fiscal.

Eso fue para impedir el paso de los carrosy llamar la atención del Ejército y la Policía. No eran cadenas, eran lazos. La cadena más grande fue de gente, dijo Cristian.
Se dispuso que las personas debían prestar seguridad para que no se volaran del paro y para que tampoco los carros se fueran a volar, pero con las ruedas desinfladas y sin llaves para arrancar los motores, era difícil que lo hicieran. Los tiempos los puso la misma organización y se organizó por veredas.  De 6:00 a.m. a las 12 p.m., estaban de guardia los de la vereda Calabazo; de 12:00 p.m. a  6:00 p.m., los de la vereda los Linderos y así se turnaban miembros de las distintas veredas hasta que se cumpliera el ciclo de las 24 horas, fragmentado en cuatro bloques de tiempo. Los responsables, eran algunos de la urbana que permanecían dentro del paro, pero estos delegaban su responsabilidad, a los presidentes de las Juntas, quienes debían responder con su vida por cualquier anomalía.

Luis Alfredo Ropero, alias ‘Cambalache’, dijo: La cadena era una presión para que el Estado enviara al Ejército.

– Se tiene documentado por las víctimas y algunos postulados, dice la fiscal Zeneida López Cuadrado, que las cadenas o los lazos, eran para impedir que la gente saliera.
No era para que la gente no saliera, era para impedir el transporte y así atraer a la fuerza pública y hubiera control en la zona. No era como un secuestro, era una estrategia, dijo Cristian.

– Algunasvíctimas dicen que los obligaron a estar allí, que los obligaban a hacer turnos. Desde la sala de víctimas dicen que no fue a voluntad que ellos quisieron ir a aguantar hambre a la Troncal del Caribe.

Leonidas Acosta, alias ‘Troilo’, dice: Que las víctimas digan los nombres, porque hubo gente que salió lejos y cuando acabó el conflicto regresaron.
Omar Ochoa, alias ‘Morrocoy’ o ‘El Viejo’, dijo: De pronto de noche se le decía a la gente que no saliera a tal hora para que no los confundieran con el enemigo.
En Perico Aguao, una vereda, dice Eliseo, la gente no se fue y llegaron ‘Los Castaño’ y mataron a un poco de gente ahí.

Sobre esto, la gente que quedó en los pueblos eran los miembros de la organización, no civiles. Lo que pasó en Perico Aguao fue que la misma gente de Jorge 40, los que venían por la Guajira, quería matar a un grupo de escopeteros que se encontraban apostados en esa zona, las personas que mataron eran de esos.
Luis Edgar Medina, alias ‘Chaparro’, dijo: Como los muertos quedaban por ahí, a la gente le daba miedo salir de la zona. Estábamos pendientes de quién entraba y quién salía. Nosotros conocemos a la gente y teníamos que estar pendientes que no fuera a haber infiltrados.

Ahí estaban, dice Omar Ochoa, el comandante Walter y la urbana de él: el flaco Vengoechea (extraditado), ‘Los Macrobios’ (unos hermanos) y ‘Cambalache, que era el radio operador, dice Omar.

Desde Perico Aguao hasta La Estrella y Calabazo, no había ejército’, dice ‘Cambalache’.

Omar Ochoa remató la versión diciendo: ‘Para éste tiempo estuve en Santa Marta. Estábamos mi hermano, ‘Caraepalo’, ‘Licho’, ‘Willi’, ‘Monedita’, el comandante ‘Monoeleche’, ‘Tolima’ y Carlos Araque con los primos. Teníamos escopetas y varias clases de armas. Estábamos pendientes de quién subía y quién bajaba. Si tocaba asesinar, se asesinaba.

También tenían la función de reclutar a como diera lugar gente, el principio era que pudiera con un fusil, por eso se reclutó a menores y se sembró el miedo en Santa Marta, porque al que veían en el lugar equivocado lo montaban en la camioneta y se lo entregaban a la gente de ‘Monoleche’ para que los mandara para donde estaba el combate.    

Después de los primeros combates en los que estuvieron parejos, la situación militar comenzó a desequilibrarse. El Bloque Norte entró a la zona por tres flancos: por la Guajira, por Fundación y por Valledupar. Eran más de mil hombres. Beto fue apoyado por el ex comandante alias ‘Tolima’, pero la arremetida fue incontenible y después de dos meses de enfrentamientos, Carlos Castaño dio la orden de terminar la guerra, es decir, a finales de febrero. La guerra entre Giraldo y el Bloque Norte, comandado por Carlos Castaño, Salvatore Mancuso y Jorge 40, terminó con la derrota de Hernán Giraldo. Las ACMG dejaron de existir y surgió el Frente Resistencia Tayrona, que fue dividido con el mando militar de Jorge 40 y el mando político y social de Giraldo, quien perdió el manejo de la tropa.

La guerra duró ese tiempo, pero al parecer sólo hubo dos combates grandes. La gente de ‘Jorge 40’ lo que hizo fue acorralar a la gente de Giraldo, doblegándolo. Algunas fuentes del Bloque Norte dicen que ‘Jorge 40’ no quería matar campesinos ni a los miembros de la organización paramilitar a la que se enfrentaba, si así hubiera sido, dice una fuente, hubiera asesinado a los Giraldo, incluyendo al exjefe, Hernán, quien para entonces no tenía más de 170 hombres armados.

Con la tropa de Giraldo se formó el Frente Resistencia Tayrona, que quedó al mando de alias 5.7 y el Contrainsurgencia Wayuu que quedó bajo las órdenes de alias ‘Tolima’. Una parte de la tropa de las ACMG fueron enviadas al Cesar al frente comandado por alias ‘Omega’ y trajeron tropas del BN para la Sierra Nevada. Alias 5.7 le reportaba a Giraldo  y Tolima a Jorge 40.

La tropa de Giraldo fue desmembrada. El FRT, quedó como cabeza visible ‘Jorge 40’, como comandante militar 57 y el ‘Negro’ Rojas, como comandante político Giraldo. Los demás combatiente de Giraldo fueron enviados a otros frentes del Bloque Norte, incluso sus comandantes. El contra insurgencia Wayúu fue otro frente creado, después de la reorganización ‘Jorge 40’ abrió otros frentes de los cuales usó gente de ambos bloques, por lo que se le dieron otras responsabilidades a los comandante de Giraldo, pero nunca estuvieron solos, siempre fue mando compartido con la gente del Bloque Norte. Por ejemplo, ‘55’, con ‘Caucasia’ y ‘57’ y Tolima con el Contra Insurgencia Wayúu con alias ‘Ramiro’.  

En una de sus pocas versiones antes de ser extraditado, Hernán Giraldo dijo que ‘el paro armado’ fue para salvaguardar a los campesinos. En los enfrentamientos murieron campesinos de la zona de Perico Aguao y era gente que tenía que ver con la organización Con la derrota del grupo de Giraldo, según Nódier, el 60 por ciento de las finanzas las percibía Rodrigo Tovar, alias ‘Jorge 40’, y el cuarenta por ciento eran para los gastos del Frente Resistencia Tayrona. El principal objetivo militar del Bloque Norte, alias ‘Pacho’ Musso, salvó su vida gracias a la negociación que Giraldo hizo con ‘Jorge 40’. Según una fuente, un desmovilizado del Frente Resistencia Tayrona, éste lo habría perdonado con una sola condición: le daba tres horas para desaparecer de la zona y todos sus bienes serian confiscados por el Bloque Norte, cosa ocurrió así. 

‘Pacho’ Musso desapareció de la zona, pero a los pocos meses fue capturado en Venezuela y extraditado a Estados Unidos donde purga una condena por narcotráfico al igual que Rodrigo Tovar, Hernán Giraldo, Nódier Giraldo, ‘el Flaco’ Vengoechea y ‘Beto’ Quiroga, los cabecillas de la organización y antagonistas de la confrontación a la que llamaron ‘El Paro Armado de la Sierra Nevada de Santa Marta’.

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