Los últimos enfrentamientos entre campesinos y miembros del Ejército, ocurridos en la vereda Nueva Colombia, ilustran las ya constantes agresiones por la que atraviesan las comunidades de la región del Guayabero. La situación se ha venido agravando desde finales de mayo de este año.

El pasado 8 agosto un grupo de 20 campesinos realizaba labores de erradicación de cultivos de hoja de coca, pues aunque no están dentro del Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos Ilícitos (PNIS), con estas acciones buscaban demostrar su disposición con la sustitución de cultivos, y poder así exigir desarrollo para su región y la implementación de proyectos productivos viables.

En el municipio de Vista Hermosa, ocho veredas de la región del Guayabero no están inscritas dentro del PNIS: Tercer Milenio, El Silencio, Caño San José, Cabra Alto, Cabra Bajo, Reforma, El Triunfo y Nueva Colombia, según explica Ronal Cheverry, presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda Nueva Colombia.

Mientras tenía lugar el trabajo de los labriegos, una tropa de la Fuerza de Despliegue Rápido (Fudra) del Ejército Nacional realizaba la misma labor cuando un artefacto explosivo impactó contra los uniformados y, según afirmó el comandante de la Fuerza de Tarea conjunta Omega, Raúl Flórez, tres de ellos resultaron heridos.

En respuesta, los soldados arremetieron y abrieron fuego contra la comunidad campesina que estaba en la labor de erradicación manual. “En ese momento se dirigieron, aproximadamente 30 soldados hacia nosotros, disparando sin cesar el fuego y nos gritaban que no nos levantáramos del piso porque nos mataban. Cuando llegaron cerca a nosotros nos cogieron, nos quitaron las camisas, las botas, nos acostaron boca abajo, nos amarraron los brazos. Nos ultrajaron, nos golpearon, nos cachetearon, nos daban coscorrones, nos pegaban con las matas de coca. Nos trataban de guerrilleros y nos decían que nos iban a matar”, describió en su momento el campesino Cristian Torres. Esa versión quedó registrada en el medio comunitario Voces del Guayabero.

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Los hechos ocurren en desarrollo de la declarada intención del ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, de cumplir una meta de erradicación de cultivos ilícitos, para el 2020, de 130 mil hectáreas, superior a las 94.670 hectáreas que en 2019 erradicó la Fuerza Pública.

El Observatorio de Drogas de Colombia (ODC) registra que desde 2016, Vista Hermosa ha estado en los tres primeros puestos de los municipios con mayor presencia de cultivos de hoja de coca en el departamento de Meta. En 2019 ocupó el segundo lugar, después del municipio de Puerto Rico, con 488,19 hectáreas, una cifra considerablemente inferior a las 856,63 hectáreas registradas en 2018.

La pandemia por la expansión de COVID-19 no ha impedido operativos de erradicación forzada, que iniciaron el 20 de mayo, tal como lo constató una investigación de La Liga Contra el Silencio, una red de medios de la cual VerdadAbierta.com hace parte.

Ante este panorama, los habitantes de Vista Hermosa expresan su miedo al creer que estas acciones de la Fuerza Pública pueden propagar el contagio en sus territorios.

Según Bladimir Sánchez, periodista del medio comunitario, en el hecho un campesino resultó herido en un muslo. “En este momento él está en el hospital de Villavicencio, le hicieron cirugía y está en proceso de recuperación”, cuenta.

Ronal Cheverry, presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda Nueva Colombia, recogió los testimonio de los campesinos afectados e identificó 14 personas agredidas, más la que fue herida por el disparo de bala, en los hechos del pasado sábado.

Según Cheverry, lo sucedido está en conocimiento de la Defensoría del Pueblo; además, se está organizando la denuncia para presentar ante la Fiscalía; y hoy, la comunidad atenderá la visita de representantes de la Oficina en Colombia de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU.

En un video tomado por los reporteros comunitarios después de ocurrida la gresca, se escucha como un miembro del Ejército acusa a los campesinos de ser guerrilleros: “Los ilegales acá son ustedes, ¿sí o qué? Los ilegales son ustedes. ‘Boqueros’, asesinos, guerrilleros son todos. Guerrilleros de civil, ¿sí o qué? Esos son ustedes. Todos ustedes”.

Los habitantes de Vista Hermosa afirman que este tipo de aseveraciones son recurrentes por parte de los miembros de la Fuerza Pública que hacen presencia en el territorio y que en algunos casos terminan en amenazas contra sus vidas.

Un factor que preocupa a la comunidad es la aparición de uniformados sin identificar: con pasamontañas y sin insignias. “Voces del Guayabero —los reporteros— les preguntan: ‘identifíquense. ¿Quiénes son y quiénes son sus comandantes? Ellos dicen que todos son comandantes allí, que todos tienen mando”, afirma Bladimir Sánchez.

Situaciones como las denunciadas por los campesinos de Vista Hermosa se han sucedido en diversas regiones del país. Así lo constató un informe divulgado recientemente por la Fundación Ideas para la Paz (FIP), que analiza el comportamiento de las jornadas de erradicación forzada en 2020. En el documento se advierte que entre marzo y mayo de este años se registraron 15 hechos en 13 municipios donde las comunidades se enfrentaron a la Fuerza Pública para oponerse a las acciones de erradicación forzada.

Reportar desde el Guayabero

Soldado del Ejército Nacional sin identificación ni distintivos. Fuente: Voces del Guayabero.

En 2018, ante la percepción de los campesinos de la vereda Nueva Colombia de que la llamada prensa tradicional no estaba contando lo que ocurría en su región, la comunidad fundó el medio comunitario Voces del Guayabero. De esa manera, emprendieron una labor periodística con el objetivo de exponer la situación de un territorio en el que los labriegos denuncian el incumplimiento del Acuerdo de Paz firmado con la extinta guerrilla de las Farc en cuanto a garantías para la sustitución de cultivos.

Por esa labor informativa ahora son víctimas de agresión por parte del Ejército Nacional. Uno de los casos más destacados le ocurrió el pasado 4 de junio a Fernando Montes, campesino y reportero comunitario de Voces del Guayabero. Mientras realizaba labores de reportería durante un enfrentamiento entre miembros del Ejército y la comunidad de la vereda Tercer Milenio, del municipio de Vista Hermosa, fue impactado en su mano derecha por un proyectil disparado, al parecer, por uno de los soldados, lo que le produjo la pérdida de dos de sus dedos. Pese a ello, continúa ejerciendo su labor periodística en la región.

Después de ese hecho, Montes ha sido objeto de amenazas y estigmatización. “Desde ahí hemos venido sufriendo estigmatización por parte de la Fuerza Pública en donde los periodistas de Voces de Guayabero nos han amenazado constantemente. Cada vez que voy a hacer cubrimiento dicen que yo soy el reportero de la guerrilla”, cuenta el comunicador.

Esos señalamientos fueron reiterados el pasado sábado, cuando Montes, junto al reportero comunitario Edilson Álvarez, estuvieron cubriendo el más reciente enfrentamiento entre labriegos y tropas del Ejército.

Álvarez recuerda que “yo iba para el sitio donde estaban los campesinos con la Fuerza Pública y estaba en un casa con otro compañero mío —Fernando Montes—. En eso fue que se formó la ‘plomacera’ y llegaron a la casa en donde estábamos nosotros, nos trataron de guerrilleros, que donde nos pillaran solos, nos iban a hacer daño”.

Por su parte, Montes detalla que “nos retuvieron en una casa junto a Edison, desde las ocho de la mañana hasta las dos de la tarde. No nos dejaban ni siquiera salir a orinar. Nos retuvieron con los dueños de la casa y eso han sido constantes la amenazas, diciendo que donde me encuentre solo, me matan, que me pican, que me desaparecen”.

Este reportero comunitario explica que fuera de denunciar los hechos ante la Defensoría del Pueblo y llevar un proceso con la Fundación para la Libertad de Prensa (Flip), no ha instaurado una demanda formal ante la Fiscalía por el miedo que, en efecto, le ha infundido los miembros de la Fuerza Pública.

Foto de apertura: Voces del Guayabero.