Una de las propuestas indispensables para los asistentes al foro agrario es la realización de un censo agrario con el que se pueda diagnosticar la situación real del campo y de las comunidades que viven de trabajo de la tierra.
De acuerdo con los representantes del sector rural, gremios económicos y participantes de observatorios y universidades, antes de diseñar una política de tierras es preciso identificar los problemas en la distribución y usos del territorio, las necesidades insatisfechas del campo, y la caracterización de cada grupo social: campesinos, indígenas, comunidades afro descendientes, mujeres, jóvenes y víctimas de la violencia entre otros.
Según estadísticas presentadas por Rafael Mejía, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia, SAC, diez millones de colombianos, cerca de la cuarta parte del total, viven en el campo, de los cuales cerca de seis millones trabajan en actividades agropecuarias.
La dimensión de esta actividad que es la tercera en la economía del país, exige que se realice un diagnostico previo al diseño de políticas de acceso y uso de la tierra y desarrollo agrario.