Cuando la mamá de los Duque dividió su finca, le dejó el predio La Boquilla a Martha Duque de O'Byrne. El predio fue subdivido, a su vez, en los lotes La Cantaleta, Providencia y La Boquilla. Un grupo de 20 familias campesinas que vivió en esos lotes y los explotó desde mediados de los ochentas, sostiene que cuando llegaron los paramilitares, la familia Duque estaba negociando la venta al Incora, para que esta entidad les adjudicara a ellos la propiedad. Así lo constató un informe que presentó la Comisión de Seguimiento en Relación con la Situación de los Programas de Tierras para la Población Desplazada a la Corte Constitucional en 2008.


Durante el desplazamiento, en 2002, Augusto 'Tuto' Castro compró Providencia, que unió a La Cantaleta, y en 2006 hizo lo mismo con La Boquilla. Los dos predios suman 601 hectáreas. Un testigo que declaró ante la Fiscalía en abril de 2010, afirmó que 'Tuto' Castro habría obligado a la propietaria legítima a firmar un poder en blanco, donde autorizaba la venta de La Boquilla.


En 2007, cuando los campesinos retornaron luego de una década de desplazamiento, se encontraron con plantaciones abandonadas de eucalipto y ceiba tolúa que había hecho 'Tuto'. Se dedicaron entonces a cultivos de pancoger y a sembrar pastos para administrar ganado hasta que a inicios de 2011 le pidieron al Ministerio de Agricultura que iniciara un proceso de extinción de dominio por falta de explotación de 'Tuto', lo que contrasta con la explotación que ellos sí han hecho desde los años ochenta. El proceso arrancó formalmente el 12 de diciembre de ese año.


Durante las visitas del Incoder, los campesinos siempre negaron cualquier vínculo de dependencia con Castro. Finalmente, 14 meses después, el 8 de marzo de 2013, la Subgerencia de Tierras Rurales del Instituto, a través de una resolución, anunció que había recuperado las tierras para estos campesinos desplazados por la violencia. Ahora estas quedarán registradas como baldíos reservados de la Nación y harán parte del Fondo de Tierras del Estado. Empieza así la soñada adjudicación.