El conflicto armado comienza con La Violencia


Sucesivos fracasos de reforma agraria abrieron el espacio para la resistencia campesina y la formación de las guerrillas.


1. ¿Qué dice sobre el origen del conflicto armado?


Molano procura puntualizar las características de la guerra irregular y las razones de su duración a lo largo de más de cinco décadas, mediante una recapitulación de los inicios de la llamada Violencia bipartidista, a la cual le dedica buena parte de su informe. El autor inicia su texto señalando que “la Violencia está asociada a dos factores originarios que se influyen mutuamente: el control sobre la tierra y sobre el Estado”.


Desde la época de La Violencia iniciada en los años veinte, la guerra irregular significa la ocupación de la tierra, pues así se tendría el control del Estado. El texto indica que desde los años 30, cuando el liberalismo toma el poder y trata de ganarse a las fuerzas militares, influenciadas en gran medida por los conservadores, estos últimos que no estaban dispuestos a perder lo ganado en la Guerra de los Mil Días, declaran la guerra al liberalismo para recuperar el poder. En esta época los conservadores deciden atacar las zonas de influencia liberal y comunista, haciendo del campo colombiano un teatro de guerra. “De tal suerte que armas, presupuesto nacional, ideología y tierra, es decir, todas las formas de lucha, se convirtieron en la mezcla explosiva que llamamos La Violencia –1925 y 1955–” y el origen del conflicto armado en Colombia.


2. ¿Cómo explica su prolongación y degradación?


“El asesinato de Gaitán desbordó tanto la estrategia conservadora como la liberal. Fue la guerra civil no declarada”. El Partido Liberal llamo a la guerra por medio de las guerrillas, fluctuando entre las urnas y la lucha armada. “El apoyo de las armas era decisivo para afrontar o hacer la violencia y hasta veían a los militares como posibles árbitros en el conflicto, lo que se hizo realidad cuando las guerrillas representaron un peligro inminente para el sistema”, dice Molano.


Por tal razón el conflicto armado no solo se prolongaba sino que cambiaba su color, pues ya no era solo una confrontación por el control territorial entre conservadores y liberales, sino por las protestas sociales y el auge de los movimientos agrario, sindical y estudiantil, que con la bandera del problema agrario llenaron de contenido las luchas guerrilleras.


En 1954 con Rojas Pinilla como presidente, las luchas campesinas fueron neutralizadas por medio de la represión. Se ilegalizo el Partido Comunista que se refugió en el monte, y se recuerda el bloqueo a disparos de las manifestaciones estudiantiles. Ahora bien, con la salida del poder de Pinilla y el inicio del Frente Nacional por un lado, y el triunfo de los cubanos, por otro, las luchas guerrilleras que subsisten desde los años 60 tornan social el carácter de su organización, que paso de defender sus tierras de los conservadores a exigir una reforma agraria, soberanía y justicia.


Es así que la idea con la cual, el Frente Nacional acabaría con la confrontación armada no resulto real, y por el contrario aumentó la guerra. El fracaso de la Reforma Agraria, que radicalizo las luchas del movimiento campesino y sindical, dieron paso a la consolidación de la guerrillas y la prolongación del conflicto armado.


En este contexto aparecen los cultivos ilícitos que se arraigan en las zonas de colonización que prontamente salieron de la bancarrota. Estos cultivos ampliaron las zonas de guerra y dieron paso al nacimiento de los grupos paramilitares que fueron “organizados y financiados por narcotraficantes, grandes ganaderos y sectores de fuerza pública que a cambio de favorecer sus negocios, sembraran el terror para derrotar a la guerrilla”. En el marco de esta situación fue exterminada la Unión Patriótica que fue producto de los acuerdos con la guerrilla de las Farc en la Uribe durante el gobierno de Belisario Betancur. Cada hecho de represión legal y no legal de la protesta social no solo agudizo, sino alejo la posibilidad de la terminación de la guerra.


3. ¿Qué efectos deja la guerra?


Uno de los aspectos que resalta Molano en su análisis del conflicto son las afectaciones al tejido social rural en todas sus manifestaciones y que involucró a colonos, indígenas y afrodescendientes, destruido no solo por grupos armados ilegales, sino por el Estado que fue incapaz de llegar a aquellas áreas donde históricamente estuvo ausente o llegó allí a través de la fuerza y la coerción para beneficiar empresas privadas con intereses en proyectos agroindustriales y desarrollos minero-energéticos. Además, resaltó las consecuencias negativas que trajo para la población rural la proliferación de los cultivos ilícitos y la manera cómo sucesivos gobiernos, cada vez más radicales, enfrentaron ese problema: criminalizando a los cultivadores e intensificando las fumigaciones, lo que a la larga terminó perjudicando los cultivos lícitos y la sostenibilidad alimentaria.


(*) Sociólogo.